Attenborough, premio Pr¨ªncipe de Asturias de Ciencias Sociales por su defensa de la vida
El naturalista y presentador de televisi¨®n brit¨¢nico, de 83 a?os, es mundialmente famoso por sus documentales sobre la vida salvaje
El mundialmente c¨¦lebre naturalista, divulgador cient¨ªfico y presentador de programas de televisi¨®n sobre animales David Attenborough (Londres, 1926), autor de extraordinarios documentales como Planeta viviente y La vida a prueba, ha sido proclamado hoy Premio Pr¨ªncipe de Asturias en la categor¨ªa de Ciencias Sociales. Attenborough ha sido premiado por su "gran aportaci¨®n a la defensa de la vida", seg¨²n ha destacado Manuel Fraga al anunciar hoy la concesi¨®n del galard¨®n, que, con los otros siete, ser¨¢ entregado por Felipe de Borb¨®n en octubre durante la tradicional ceremonia en Oviedo. Los premios de los que se han fallado ya otros dos, el de Artes, ganado por Norman Foster, y el de Cooperaci¨®n Internacional, que ha reca¨ªdo en la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, est¨¢n dotados con 50.000 euros y la reproducci¨®n de una estatuilla dise?ada por Joan Mir¨®.
Probablemente nadie en tiempos modernos, excepto los desaparecidos Steve Irwin (el cazador de cocodrilos australiano) y Gerald Durrell (autor de la deliciosa trilog¨ªa de Mi famjlia y otros animales), sin olvidar en el ¨¢mbito local a nuestro F¨¦lix Rodr¨ªguez de la Fuente, haya simbolizado tanto la fascinaci¨®n de la vida salvaje.
Cuando en 2006, para celebrar el 80 cumplea?os de David Attenborough se pidi¨® al p¨²blico que votar¨¢ la mejor escena de sus documentales, se escogieron im¨¢genes como la del naturalista observando un ave lira en la jungla, su encuentro con una ballena azul, el momento en que lo amenaz¨® un enorme le¨®n marino, su imitaci¨®n de un p¨¢jaro carpintero o su estancia en un ¨¢rbol con un grupo de gibones. Tambi¨¦n se seleccionaron la secuencia de los chimpanc¨¦s vadeando un r¨ªo en dos patas o la del oso grizzly pescando. Deber¨ªa haberse incluido aquella tan dram¨¢tica de la joven foca atacada por una orca (de Planeta azul).
Todas esas escenas demuestran lo que ha sido la vida de Attenborough en los m¨¢s de cincuenta a?os que lleva trabajando para la BBC y visitando todos los rincones del planeta para ver y filmar animales, una actividad que probablemente haya hecho de ¨¦l la persona m¨¢s viajada del mundo. "He sido muy afortunado de poder ver algunos de los grandes espect¨¢culos que la naturaleza tiene para ofrecer", ha confesado. Dice que le queda por observar al calamar gigante, pero este no se lo pone muy f¨¢cil. "Vive a mucha profundidad y ya no tengo muchas posibilidades de encontrarlo", lamenta.
Diversos espec¨ªmenes han sido bautizados en su honor como un reptil mesozoico, Atenborosaurus conybeari, una especie de equidna, Zaglossus attenboroughi y un pez f¨®sil, Materpiscis attenboroughi. No es menor reconocimiento haber sido declarado mayor icono vivo de Gran Breta?a por delante de Kate Moss.
Mediano de tres hermanos, creci¨® en College House, en el campus del University College de Leicester, donde su padre era director. Pas¨® la infancia recolectando y coleccionando f¨®siles, minerales y espec¨ªmenes naturales. Estudi¨® geolog¨ªa y zoolog¨ªa en Cambridge y se licenci¨® en Ciencias Naturales. Tambi¨¦n estudi¨® antropolog¨ªa, un inter¨¦s manifiesto en muchos de sus programas. En 1950 se cas¨® con Jane Elizabeth Ebsworth, con la que tuvo dos hijos y de la que enviud¨® en 1997. Su llegada al mundo de la televisi¨®n, que es la que le dar¨ªa fama, fue casual y estuvo a punto de frustrarse a causa de sus dientes demasiado grandes que, le dijeron, no daban bien en pantalla. Su primer programa de vida natural fue una serie sobre animales del zoo de Londres con el legendario naturalista Sir Julian Huxley.
Attenborough conoci¨® a Jack Lester, conservador del departamento de reptiles del zoo londinense y decidieron hacer una serie sobre la captura de animales para su exhibici¨®n. Fruto de la colaboraci¨®n fue adem¨¢s un libro maravilloso, Un drag¨®n para el zoo (publicado en Espa?a por Juventud en 1963), en el que Attenborough explica las aventuras en Indonesia en busca de los grandes varanos de Komodo y que ha despertado la vocaci¨®n de generaciones de zo¨®logos y naturalistas, y tambi¨¦n la de legi¨®n de aficionados.
Attenborough ha sido un personaje decisivo en el desarrollo de la televisi¨®n en Gran Breta?a, no s¨®lo por sus series, sino desde sus diversos cargos administrativos en la BBC. Declarado agn¨®stico, el naturalista cuenta entre sus ¨²ltimos trabajos un programa especial sobre Darwin en el que defiende la teor¨ªa de la evoluci¨®n frente a los recientes ataques creacionistas. Tambi¨¦n lucha por el albatros, que domina los oc¨¦anos desde hace 50 millones de a?os y es capaz de circunnavegar volando el globo en 46 d¨ªas pero se encuentra ahora amenazado por los m¨¦todos de pesca. Su ¨²ltimo documental hasta el momento trata sobre los reptiles.
Sir David Attenborough -fue hecho caballero en 1985-, hermano menor del cineasta Richard Attenborough, no s¨®lo es un sensacional divulgador y un sabio sino que adem¨¢s es simp¨¢tico: su obra, filmada y escrita, aunque capaz de reflejar la a menudo estremecedora grandiosidad de la vida natural, est¨¢ atravesada por un fino humor. No en balde el naturalista es buen amigo de Michael Palin de los Monty Python. Estos le parodiaron y homenajearon en su Flying Circus mostr¨¢ndole -encarnado por Palin- en plena jungla africana en busca del legendario (y elusivo) ?rbol Andante de Dahomey.
La personalidad de Attenborough, aunque inmensa y popular¨ªsima, no ha estado libre de cr¨ªticas. Se le censur¨® en c¨ªrculos ecologistas por ofrecer una visi¨®n supuestamente falsa de una naturaleza id¨ªlica -?no desde luego para los beb¨¦s foca!- y no ser m¨¢s expl¨ªcito en sus programas acerca de las amenazas al medio ambiente. Es cierto que tard¨® en reconocer la realidad del cambio clim¨¢tico y el papel decisivo del hombre en el mismo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.