Ryan es enterrado junto a su madre en M'diq

Bajo un sol de justicia y ante unas doscientas personas, entre familiares, autoridades locales y vecinos, el f¨¦retro con los restos mortales del peque?o Ryan, fallecido el pasado lunes por una negligencia m¨¦dica en el Hospital Gregorio Mara?¨®n de Madrid, ha sido enterrado este jueves en el pueblo marroqu¨ª de M'diq junto a su madre, Dalila Mimouni, la primera v¨ªctima mortal de la nueva gripe en Espa?a. La ceremonia, a la que por la tradici¨®n marroqu¨ª solo han asistido los hombres, ha durado unos quince minutos y ha estado dirigida por un im¨¢n, que ha recitado versos del Cor¨¢n. A continuaci¨®n, la familia de Ryan ha recibido el p¨¦same.

Durante las exequias, el alcalde de este pueblo septentrional conocido como Rinc¨®n durante el protectorado espa?ol, Mohamed el Yacubi, ha le¨ªdo la carta que el rey de Marruecos, Mohamed VI, dirigi¨® este mi¨¦rcoles a la familia, en la que expresa sus condolencias y cita algunos versos cor¨¢nicos. "Comparto vuestro dolor tras esta p¨¦rdida cruel e imploramos a Dios, el Alt¨ªsimo, que os conceda en esta penosa prueba m¨¢s fuerza y m¨¢s fe para aceptar el fallo divino, y esperamos que recoj¨¢is la mejor de las recompensas del Alt¨ªsimo", reza el p¨¦same.

El paso del cortejo f¨²nebre ha alterado la rutina de M'diq, localidad de la que era originaria Dalila, y la polic¨ªa se ha visto obligada a cortar las calles m¨¢s c¨¦ntricas. M¨¢s de una veintena de medios de comunicaci¨®n locales y extranjeros han cubierto las honras f¨²nebres.

Los restos mortales del ni?o llegaban por la ma?ana al aeropuerto de Tetu¨¢n en un avi¨®n militar fletado por Mohamed VI, en el que viajaban Mohamed el Ouriachi, de 21 a?os, y la abuela de Ryan, Azizan Ismaili. Las dos familias, las de Mimouni y Ouriachi, esperaban la llegada del joven y la abuela junto al f¨¦retro, adem¨¢s del canciller del Consulado de Espa?a en Tetu¨¢n, Jes¨²s Cuartero. El desembarco ha provocado unos instantes de silencio y emoci¨®n contenida. Desde Tetu¨¢n, la comitiva f¨²nebre ha transportado los restos de Ryan, en una bolsa gris, en una ambulancia hasta la localidad costera de M'diq, situada al sur de Ceuta.

Uno de los momentos m¨¢s emotivos se ha vivido en la base de Getafe (Madrid) desde la que ha partido el avi¨®n, cuando el coche f¨²nebre se ha acercado hasta la nave y ha introducido el f¨¦retro envuelto en una tela negra por la rampa. El Ouriachi y la abuela del peque?o han sido los ¨²nicos dos familiares que han viajado en el aparato. A pie de pista han recibido los abrazos y las condolencias del embajador marroqu¨ª en Espa?a, Omar Azziman, el Introductor de Embajadores del Ministerio de Asuntos Exteriores, el director general de Asuntos Consulares, Miguel ?ngel Frutos, el embajador en misi¨®n especial para las relaciones con el mundo ¨¢rabe, Jos¨¦ Mar¨ªa Ferrer de la Pe?a, y la directora general de Inmigraci¨®n del Ministerio de Trabajo, Estrella Rodr¨ªguez.

Desconsuelo en M'diq

La familia de El Ouriachi se encuentra en M'diq, el lugar en el que se conocieron Mohamed y Dalila, desde el entierro de la joven, de 19 a?os, hace ahora 13 d¨ªas. Seg¨²n el Cor¨¢n, una nueva ceremonia debe celebrarse a los 40 d¨ªas del sepelio, raz¨®n por la que gran parte de ellos siguen all¨ª.

Hafida Dadach, la abuela paterna de Ryan, expresaba su impotencia e incredulidad ante un error como el que se ha producido en un hospital de referencia como el Gregorio Mara?¨®n de Madrid. En un sobrio sal¨®n de azulejos en las paredes, sentada junto a su padre, Sadik, y a sus hermanos Farida y Abdellah, protestaba, airada: "No tiene explicaci¨®n; una enfermera con dos a?os de experiencia... Ha matado una vida, a un ser indefenso, ah¨ª tumbadito", declaraba entre l¨¢grimas. "Mi nuera se pod¨ªa haber salvado, pero no la atendieron a tiempo. Es una verg¨¹enza. Yo no lo voy a perdonar nunca porque vamos a vivir con esto toda la vida".

En las calles de M'diq no se hablaba de otra cosa. La noticia de que el rey de Marruecos se hac¨ªa cargo de la repatriaci¨®n de los restos de Ryan provoc¨® que en bares y restaurantes el beb¨¦ fuera protagonista de las conversaciones. "La gente viene a comprar el peri¨®dico preguntando si hay nuevas noticias sobre Ryan", contaba Mohamed, estudiante de Econ¨®micas que en verano se dedica a vender prensa en una de las avenidas principales de esta peque?a localidad costera para sufragarse los estudios. Mustaf¨¢, tambi¨¦n comerciante de la zona, participaba en el debate y tampoco se lo explica. "?C¨®mo es posible que pase algo as¨ª en un hospital del que dicen es el primer mundo? Si hubiera ocurrido aqu¨ª, todav¨ªa, ?pero ha sido en Madrid!".

Mohamed y Dalila viv¨ªan en el madrile?o barrio de Moratalaz con Hafida Dadach, madre de Mohamed. El joven se encuentra en paro. Seg¨²n Dadach, su hijo est¨¢ destrozado. No desvel¨® los planes que tiene la familia, pero s¨ª anunci¨®: "Habr¨¢ que hacer lo que habr¨¢ que hacer. Esto no va a quedar as¨ª. Alguien tiene que pagar por ello para que no vuelva a ocurrir. Que se investiguen bien las cosas".