La esperanza renace entre los f¨ªsicos de part¨ªculas
Aunque funcione al principio con menos energ¨ªa, el mayor acelerador del mundo no renuncia a buscar el bos¨®n de Higgs
Todo en la vida permite una apreciaci¨®n optimista o pesimista y la situaci¨®n actual del LHC, el mayor acelerador de part¨ªculas del mundo, tambi¨¦n. A principios de mes, el Laboratorio Europeo de F¨ªsica de Part¨ªculas (CERN, junto a Ginebra), donde se ha construido la gigantesca m¨¢quina, anunci¨® que ¨¦sta se pondr¨¢ en marcha en noviembre, pero que funcionar¨¢ a s¨®lo la mitad de la energ¨ªa para la que est¨¢ dise?ada. Un anuncio de sabor agridulce pero que los cient¨ªficos tienden a ver como la botella medio llena y no medio vac¨ªa. En su punto de mira sigue estando empezar a acumular datos para confirmar la existencia del bos¨®n de Higgs (la part¨ªcula de la masa).
En noviembre (no se ha fijado la fecha exacta para el encendido) habr¨¢ pasado m¨¢s de un a?o desde la espectacular y grave aver¨ªa que dej¨®, el 19 de septiembre, al LHC fuera de servicio s¨®lo nueve d¨ªas despu¨¦s de haberse puesto en marcha por primera vez durante una ceremonia multitudinaria con presencia de la prensa internacional. Cuando se descubri¨® la magnitud de la aver¨ªa y que fue causada por soldaduras defectuosas en las conexiones el¨¦ctricas, de las que hay nada menos que 10.000 s¨®lo en el circuito principal del acelerador, la moral de los 700 cient¨ªficos, ingenieros y t¨¦cnicos encargados de que funcione la m¨¢quina cay¨® por los suelos.
Casi un a?o despu¨¦s de una devastadora aver¨ªa durante su estreno, los cient¨ªficos y t¨¦cnicos conocen mucho mejor la complej¨ªsima m¨¢quina europea
Casi un a?o y grandes esfuerzos despu¨¦s, el anuncio de que volver¨¢ a funcionar pronto, aunque no sea al l¨ªmite de sus posibilidades, es un indicio de que "est¨¢n recuperando la confianza en s¨ª mismos", en opini¨®n del espa?ol Luis Alvarez Gaum¨¦, director de la divisi¨®n de f¨ªsica te¨®rica del CERN, que establece los objetivos cient¨ªficos del LHC. A ello habr¨¢ contribuido tambi¨¦n el cambio de direcci¨®n en el CERN. Desde el 1 de enero el director es el alem¨¢n Rolf Heuer, quien dijo cuando se produjo el anuncio, el pasado 6 de agosto: "Comprendemos mucho mejor el LHC que hace un a?o. Esperamos con confianza y expectaci¨®n una buena temporada de trabajo durante el invierno y el resto del a?o que viene".
A toro pasado, algunos expertos achacan la aver¨ªa al anterior director, el franc¨¦s Robert Aymar, encargado de la dif¨ªcil tarea de terminar, con un presupuesto muy justo, el gigantesco proyecto. Creen que fue el responsable de forzar la m¨¢quina para poder mostrar alg¨²n resultado, aunque no fuera cient¨ªficamente relevante, antes de dejar el cargo. Pero todos est¨¢n de acuerdo en que las malas soldaduras y otros problemas detectados son fruto de un insuficiente control de calidad durante la construcci¨®n del acelerador, relacionado con la escasez de presupuesto. El LHC es un prototipo complej¨ªsimo, en el l¨ªmite del nivel actual de la ciencia y la tecnolog¨ªa, y la consigna ahora es que se va a ir poco a poco, comprobando las veces que haga falta todo lo que haga falta, aunque ello implique que se hagan esperar los resultados cient¨ªficos, seg¨²n ha explicado un portavoz del CERN. Adem¨¢s, est¨¢ el problema presupuestario que se le plantea a este veterano organismo internacional, porque la aver¨ªa ha supuesto ya un gasto no previsto de unos 65 millones de euros. El dise?o y la construcci¨®n del LHC a lo largo de m¨¢s de 10 a?os costaron unos 6.000 millones de euros.
Al nivel de energ¨ªa al que va a empezar a funcionar el LHC no se pueden esperar resultados cient¨ªficos en las primeras semanas, explica ?lvarez Gaum¨¦. Esa etapa servir¨¢ para la calibraci¨®n y poco m¨¢s. Luego, a medida que aumenta la energ¨ªa, pueden aparecer "cosas inesperadas", descubrimientos que nadie puede predecir. Sin embargo, el objetivo m¨¢s importante del LHC, que es confirmar si existe el bos¨®n de Higgs, la part¨ªcula de la masa predicha por la teor¨ªa, ser¨¢ labor de varios a?os y no depende s¨®lo del nivel de energ¨ªa que alcance el acelerador. Esto es as¨ª porque se necesita una acumulaci¨®n de datos para confirmar la existencia del higgs, muy dif¨ªcil de pescar. No se conoce la energ¨ªa/masa de esta part¨ªcula pero "se ver¨¢ antes si es muy pesado", recuerda ?lvarez Gaum¨¦, a pesar de que los ¨²ltimos estudios te¨®ricos indiquen lo contrario.
Estados Unidos, participante y rival
Aunque unos 10.000 cient¨ªficos e ingenieros de 80 pa¨ªses (entre ellos Espa?a) est¨¦n pendientes del LHC, donde se han construido dos enormes experimentos (CMS y ATLAS) y otros dos m¨¢s peque?os (Alice y LHCb), la inmensa mayor¨ªa de ellos no son trabajadores del CERN sino de universidades y laboratorios de todo el mundo. Por eso, el retraso en el inicio de las colisiones de part¨ªculas en el t¨²nel del acelerador, a un centenar de metros de profundidad, les afecta negativamente pero no implica que abandonen el proyecto. Adem¨¢s, este tiempo muerto les ha permitido poner a punto mucho mejor sus detectores.
Estados Unidos, a pesar de su potencia cient¨ªfica, no tiene un proyecto comparable al LHC y por eso est¨¢ contribuyendo a, y utilizando, el acelerador europeo. Nada menos que un 40% de los cient¨ªficos que participan en los dos grandes experimentos viene de este pa¨ªs.
El ¨²nico rival del LHC en EE UU y en el mundo entero es el acelerador Tevatron, en Fermilab, ya antiguo y menos poderoso, pero que se ha centrado ¨²ltimamente tambi¨¦n en intentar encontrar la part¨ªcula de la masa. Est¨¢ trabajando a 2 teraelectronvoltios (TeV) de energ¨ªa, mientras que la energ¨ªa a la que empezar¨¢ el LHC en noviembre es de 3,5 TeV por haz, con el objetivo de alcanzar los 7 TeV por haz, su energ¨ªa m¨¢xima, en 2011.
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