Una espa?ola casada con otra mujer batalla para evitar que la expulsen de Argentina
La sevillana C. P. contrajo matrimonio con una argentina hace dos a?os en Canad¨¢.- Las autoridades de Buenos Aires no reconocen su estado civil y le deniegan la residencia permanente
Una espa?ola casada con una argentina batalla ante las autoridades de Buenos Aires para conseguir la residencia permanente por agrupaci¨®n familiar. Sobre ella pend¨ªa hasta el pasado lunes la amenaza formal de expulsi¨®n de Argentina, aunque en los hechos no corr¨ªa el riesgo de que la Polic¨ªa fuera a buscarla a su casa. "El problema de estar ilegal es que no podr¨ªa trabajar, salvo en negro, ni tener cuenta bancaria ni salir de Argentina en mi vida, por ejemplo para visitar a mi familia en Espa?a, porque al regresar no me dejar¨ªan entrar", explica C. P., sevillana de 41 a?os, que prefiere mantener su nombre completo en el anonimato. La Direcci¨®n Nacional de Migraciones argentina le extendi¨® el lunes una residencia precaria por otro mes.
C. P. y la argentina Diana Cordero, casadas en Canad¨¢ en 2008, vinieron a vivir a Buenos Aires en marzo de 2009. Diana, de 52 a?os, que se hab¨ªa marchado de Argentina tras el golpe militar de 1976, tiene a su madre enferma. En el consulado espa?ol de Buenos Aires consiguieron la libreta de familia y con todos esos papeles C. P. pidi¨® la residencia permanente ante la Direcci¨®n Nacional de Migraciones de Argentina. El pasado d¨ªa 12, esta dependencia le deneg¨® la solicitud con el argumento de que aqu¨ª no rige una ley que permita el matrimonio de personas del mismo sexo y le inform¨® de que ten¨ªa 30 d¨ªas h¨¢biles para volver a pedir la residencia, aunque ya no por agrupaci¨®n familiar. Adem¨¢s, Migraciones le advirti¨® que si en ese per¨ªodo no presentaba ninguna petici¨®n nueva, se resolver¨ªa su expulsi¨®n de Argentina. Esto, que por escrito asusta a cualquiera, en realidad es una amenaza que muy rara vez se concreta. "?ste es un pa¨ªs de puertas abiertas", dice un portavoz del Ministerio de Interior, del que depende Migraciones.
"Yo no s¨¦ si llegar¨ªan al extremo de expulsarme, pero ya no podr¨ªa salir de Argentina. Conozco el caso de una espa?ola que estaba ilegal aqu¨ª, cruz¨® la frontera y ya no pudo volver a entrar", comenta la sevillana. "Como yo no tengo contrato de trabajo ni beca de estudio, no puedo m¨¢s que pedir la residencia por agrupaci¨®n familiar. Por eso present¨¦ el lunes un recurso de reconsideraci¨®n de mi caso", explica C. P., que en su pa¨ªs era delineante pero que aqu¨ª est¨¢ dispuesta a trabajar de lo "que se pueda". Migraciones admiti¨® el recurso y le extendi¨® la residencia por otros 30 d¨ªas h¨¢biles.
Tras la difusi¨®n del caso en el peri¨®dico P¨¢gina/12, el subsecretario de Protecci¨®n de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia argentino, Luis Hip¨®lito Le¨®n, present¨® el pasado lunes un escrito a Migraciones para que reconsiderase la amenaza de expulsi¨®n de C. P., teniendo en cuenta que est¨¢ casada ante Canad¨¢ y Espa?a y que tambi¨¦n ha pedido a la Justicia civil argentina que reconociera su matrimonio. De hecho, los tribunales argentinos ya han autorizado las primeras dos bodas entre gays, la primera en diciembre pasado, bajo la premisa de que su prohibici¨®n en el C¨®digo Civil era inconstitucional. El Instituto Nacional contra la Discriminaci¨®n, tambi¨¦n dependiente del Ministerio de Justicia, reclam¨® lo mismo ante Migraciones. El Estado espa?ol no ha intervenido, seg¨²n C. P.: "A Espa?a no le conviene meterse. Aqu¨ª los espa?oles somos mejor tratados que los argentinos en Espa?a", advierte.
C. P. confiesa que si le rechazan definitivamente la petici¨®n, se marchar¨¢ de Argentina por su propia cuenta. "?stas son las leyes que tienen. Yo espero que me den la posibilidad de quedarme dentro de los m¨¢rgenes de la ley", se ilusiona, aunque sus mayores esperanzas se depositan en el acuerdo entre legisladores de distintos partidos argentinos para promover en abril un proyecto de ley de matrimonio homosexual, tras el fracaso de la iniciativa impulsada en 2009. El ex presidente y actual diputado N¨¦stor Kirchner lo apoya, pero en la oposici¨®n advierten que en los dos partidos tradicionales de Argentina, peronista y radical, persiste la resistencia fuera de la cosmopolita Buenos Aires.
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