La hormona que manda en el metabolismo
El n¨²mero de enfermedades relacionadas con la gl¨¢ndula tiroidea se ha triplicado en los ¨²ltimos 30 a?os. La m¨¢s com¨²n, el hipotiroidismo, afecta a un 10% de las mujeres mayores de 65 a?os. La prueba que la detecta es sencilla, y el tratamiento, seg¨²n los expertos, "bueno, bonito y barato". Pero, aun as¨ª, muchos endocrinos aseguran que est¨¢ infradiagnosticada
Tard¨® cuatro a?os en saber qu¨¦ le pasaba. Cuando ten¨ªa 38 empez¨® a sentir una gran tristeza, nerviosismo y a adelgazar. El m¨¦dico de cabecera le recet¨® antidepresivos y ansiol¨ªticos. Una depresi¨®n, le dijo. Pero ella no mejoraba. No se conform¨® y al cumplir los 42 acudi¨® a un endocrino por su cuenta. En realidad, Rosario padec¨ªa hipertiroidismo. Dijo adi¨®s a los medicamentos para la depresi¨®n y empez¨® a tomar hormona tiroidea. Si el primer diagn¨®stico hubiese sido certero, se hubiese ahorrado mucho sufrimiento. "Tengo una tienda, no ten¨ªa m¨¢s remedio que trabajar porque soy aut¨®noma, y muchos d¨ªas las clientas me encontraban llorando", cuenta. Ahora est¨¢ al frente de la Asociaci¨®n Ben¨¦fica de Tiroides de Canarias. "Me dije que luchar¨ªa para que no le pasase a m¨¢s gente". Son 500 socios en la isla. No han reclamado tan s¨®lo m¨¢s m¨¦dicos endocrinos para su territorio (y lo han conseguido), sino tambi¨¦n que la prueba para saber si los niveles de la hormona tiroidea son adecuados (se puede saber con un an¨¢lisis de sangre) sea algo rutinario.
Los s¨ªntomas son fatiga, nerviosismo y cambio de peso
En los ¨²ltimos a?os, la incidencia de las enfermedades relacionadas con el tiroides ha aumentado. Suponen un tercio de las visitas que los endocrinos reciben en sus consultas. Por detr¨¢s de la diabetes y el colesterol. En parte se detecta m¨¢s porque la prueba diagn¨®stica se practica m¨¢s. "No hacerla no tiene perd¨®n. Es muy f¨¢cil, igual que el tratamiento", afirma Irene Halperin, m¨¦dico endocrino del hospital Cl¨ªnic de Barcelona. En tan s¨®lo 30 a?os, a?ade, la cantidad de diagn¨®sticos se ha triplicado. Influye el envejecimiento de la poblaci¨®n, ya que este grupo de patolog¨ªas afecta m¨¢s a los mayores. Aunque algunos especialistas tambi¨¦n apuntan a factores ambientales como el estr¨¦s y algunas sustancias qu¨ªmicas sobre las que a¨²n no hay acuerdo cient¨ªfico en absoluto.
Las enfermedades del tiroides se deben a una disfunci¨®n en la gl¨¢ndula tiroidea. Tiene forma de mariposa y se localiza en la parte frontal del cuello, justo bajo la laringe. Esta gl¨¢ndula produce hormonas que intervienen en el control del metabolismo. Se producen como respuesta a otra hormona que secreta la hip¨®fisis, que a su vez se genera por el est¨ªmulo de otra sustancia qu¨ªmica producida en el cerebro, en el hipot¨¢lamo.
Existen muchas patolog¨ªas ralacionadas con el tiroides, pero se agrupan en cuatro grupos de enfermedades: cuando hay hipertiroidismo se produce demasiada hormona tiroidea. En el hipotiroidismo se produce muy poca. Los n¨®dulos o la enfermedad tiroidea benigna y el c¨¢ncer de tiroides son tumores que pueden ser benignos o malignos. En definitiva, sea por exceso o por defecto, el desequilibrio altera el metabolismo, aceler¨¢ndolo o ralentiz¨¢ndolo. Entre otros, los s¨ªntomas m¨¢s frecuentes son la fatiga, el nerviosismo, las palpitaciones y las alteraciones del peso corporal (en el hipertiroidismo se pierde peso y puede haber diarreas; en el hipotiroidismo se engorda y hay estre?imiento).
La m¨¢s frecuente
La enfermedad de tiroides m¨¢s frecuente es el hipotiroidismo. "Afecta a un 10% de las mujeres mayores de 65 a?os", explica Halperin. Su causa m¨¢s com¨²n es la tiroiditis autoinmune, m¨¢s conocida como tiroiditis de Hashimoto. "Los anticuerpos destruyen el tiroides, que, como consecuencia, produce menos hormonas", explica Fernando Cordido, endocrino del hospital de A Coru?a y vocal de la Sociedad Espa?ola de Endocrinolog¨ªa y Nutrici¨®n (SEEN). Sus s¨ªntomas son muy inespec¨ªficos. Algunos son la fatiga, el nerviosismo, la p¨¦rdida de peso y las deposiciones frecuentes. Por eso, a veces se tarda en llegar a la consulta del endocrino. "Seguro que hay infradiagn¨®stico en adultos", afirma Miquel Puig Domingo, vicepresidente de la SEEN y especialista del Cl¨ªnic. "En general ser¨ªa bueno hacer cribado a partir de los 50 a?os en mujeres; el diagn¨®stico no es caro, y el tratamiento, tampoco", a?ade.
El cribado sistem¨¢tico para descartar el hipotiroidismo en beb¨¦s, con un leve pinchazo en el tal¨®n, se practica desde los a?os ochenta en Espa?a. Permite diagnosticar precozmente y prevenir problemas asociados, como el retraso mental. Pero la mejor forma de evitarlo es que la mam¨¢ no tenga problemas de tiroides ni d¨¦ficit de yodo. "Es importante el cribado en mujeres que quieran quedarse embarazadas porque el hipotiroidismo y, sobre todo, la hipotiroxinemia [insuficiencia de la tasa de tiroxina en la sangre] materna en el primer trimestre de embarazo condicionan un peor desarrollo cerebral del feto, que hasta la semana 15 o 20 de gestaci¨®n depende de la tiroxina de la madre", afirma Puig.
"Los beb¨¦s de madres hipotiroxin¨¦micas tienen un promedio de 10 puntos menos de coeficiente intelectual", a?ade el especialista. Como prevenci¨®n, se recomienda que las mujeres que se quieran quedar embarazadas tomen yodo, "para tener los dep¨®sitos de tiroides bien llenos".
En las poblaciones donde la incidencia del hipotiroidismo es mayor hay una falta de yodo en la dieta. Afecta a zonas geogr¨¢ficas donde no se ingiere a trav¨¦s de la alimentaci¨®n, normalmente zonas en las que no hay mar. En muchos casos se produce el bocio end¨¦mico, un abultamiento del cuello a causa de la inflamaci¨®n o el aumento de la gl¨¢ndula. "La hormona tiroidea est¨¢ compuesta por varios ¨¢tomos de yodo. Para fabricarla, la gl¨¢ndula tiroides necesita yodo, y si no lo tiene, para sacar m¨¢s provecho del poco que consigue el organismo, puede aumentar de tama?o", explica Cordido.
Espa?a es uno de los pa¨ªses de Europa con mayor d¨¦ficit de yodo. En concreto, estas zonas se encuentran en Galicia, Le¨®n, Asturias y las islas Canarias, aunque est¨¦n en medio del mar. Como medida de salud p¨²blica, desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas se realizan campa?as de yodaci¨®n, no exentas de pol¨¦mica. Se ha reducido, pero no sin contrapartidas. En Galicia, por ejemplo, hay datos sobre c¨®mo desde los a?os ochenta esta medida ha logrado disminuir el hipotiroidismo en ni?os. Pero tambi¨¦n ha aumentado los casos de hipertiroidismo, sobre todo en personas mayores que ya ten¨ªan bocio. Su cuerpo se hab¨ªa acostumbrado a funcionar con poco yodo, con lo que el aumento acab¨® provocando el efecto contrario. "Fue el precio a pagar para prevenir el bocio end¨¦mico", afirma Cordido.
En estas zonas tambi¨¦n hay m¨¢s personas que desarrollan n¨®dulos benignos en la gl¨¢ndula y c¨¢ncer de tiroides. "Es minoritario, suponen un 1% de los c¨¢nceres en humanos", afirma Halperin. Cuando aparece un bulto en el cuello, hay que estar alerta, aunque las posibilidades estad¨ªsticas de que finalmente sea un c¨¢ncer son muy bajas (menos de un 5%, seg¨²n datos de la SEEN). El tratamiento pasa por la cirug¨ªa. Generalmente, se recomienda la extirpaci¨®n de toda la gl¨¢ndula.
Genes y ambiente
Todo apunta a que hay varios genes que determinan una predisposici¨®n a que el tiroides no funcione correctamente. Sin embargo, el ambiente juega un papel determinante. Adem¨¢s de la ingesta de yodo, se est¨¢ investigando la importancia de otros factores. "El estr¨¦s facilita que se desencadene el hipertiroidismo autoinmune, lo sabemos desde hace a?os. Y tambi¨¦n el tabaquismo, que puede facilitar el desarrollo de la enfermedad ocular asociada a la enfermedad de Graves [otra enfermedad del tiroides]", explica Puig Domingo.
En regiones donde se siguen dietas muy mon¨®tonas tambi¨¦n se encuentran casos. El exceso de selenio es determinante. Hay verduras, como las coles, los grelos y la yuca, que contienen tiocenatos que pueden perjudicar el tiroides. "Pero s¨®lo ocurre cuando la dieta es absolutamente monogr¨¢fica, como sucede en algunos lugares de Africa o Am¨¦rica Latina", afirma Halperin.
Recientemente, un grupo de cient¨ªficos de la Universidad de Exeter, en el Reino Unido, han asociado el desequilibrio en el tiroides con los altos niveles en sangre de un producto qu¨ªmico, el ¨¢cido perfluoroctanoico, presente en algunas telas o sartenes antiadherentes. En el estudio, publicado en Environmental Health Perspective, se analizaron las muestras de sangre de casi 4.000 personas. Los que presentaban mayores niveles de este producto en sangre ten¨ªan el doble de probabilidades de desarrollar una enfermedad del tiroides. Sin embargo, el estudio no es concluyente. Los investigadores no han podido determinar qu¨¦ acci¨®n concreta producen estos qu¨ªmicos para acabar desencadenando un desequilibrio hormonal. Lo mismo ocurre con otros estudios en los que se relaciona con la exposici¨®n a pesticidas.
Las enfermedades del tiroides son cr¨®nicas. Requieren el uso de tratamiento sustitutivo con hormona tiroidea diariamente y a lo largo de toda la vida. "No se cura, se compensa. Es un tratamiento bueno, bonito y barato. Es f¨¢cil de administrar, establecer los niveles adecuados y controlarlos", explica Halperin.
Hay algunos casos transitorios, provocados por medicamentos como los inmunosupresores, el litio o los que contienen yodo. Los estr¨®genos o anticonceptivos orales elevan falsamente los niveles de la hormona y pueden dar falsos positivos en las anal¨ªticas. En estos casos, al dejar de tomar el f¨¢rmaco, acaba corrigi¨¦ndose el desequilibrio en la producci¨®n de la hormona.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.