De tel¨®n de acero a 'cintur¨®n verde'
Durante 40 a?os, una frontera dividi¨® Europa de norte a sur separando pa¨ªses y personas. Una iniciativa rescata ahora esos casi 7.000 kil¨®metros para el ecoturismo en bicicleta
Qui¨¦n se pod¨ªa imaginar hace poco m¨¢s de 20 a?os que los 6.800 kil¨®metros de altas medidas de seguridad, llamadas en su conjunto tel¨®n de acero, que desde el fin de la II Guerra Mundial y hasta 1989 dividieron Europa en dos mundos enfrentados en la guerra fr¨ªa se iban a convertir en una zona de parques nacionales y de reservas de la bios?fera? Durante cuatro d¨¦cadas, la flora y la fauna se desarrollaron libremente en varios kil¨®metros de ancho a ambos lados de ese tel¨®n de la verg¨¹enza.
Y ahora el viajero puede recorrer en bicicleta 40 a?os de historia por este cintur¨®n verde que antes fue de metal, cercas de p¨²as y vallas electrificadas. Un camino que estuvo sembrado de torres de vigilancia para impedir la huida de ciudadanos y que se controlaba con perros pastores alemanes adiestrados para detectar a polizones en los bajos o en el interior de veh¨ªculos en un intento de escapar de los reg¨ªmenes comunistas establecidos en toda Europa Oriental y en casi toda Centroeuropa.
Es igualmente un viaje por la naturaleza y la pol¨ªtica de 20 pa¨ªses, 14 de ellos de la Uni¨®n Europea, algunos de los cuales no exist¨ªan como tales y otros, como Alemania, fueron escindidos -como las familias que lo habitaban-. Un destino que comparti¨® su capital, Berl¨ªn, cuya parte occidental pas¨® a ser una isla de la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA) en la nueva Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA).
Este recorrido permite adentrarse en la historia y las an¨¦cdotas de las poblaciones y de sus habitantes. Lugares que han pasado de ser estrat¨¦gicos, privilegiados, a convertirse en sitios anodinos que luchan por sobrevivir tras haber perdido la identidad y la notoriedad que adquirieron por su cercan¨ªa al tel¨®n. Numerosos pa¨ªses que quedaron, vistos desde la parte occidental, al otro lado de la frontera hab¨ªan sido hasta 1918 una sola entidad, el antiguo imperio austro-h¨²ngaro de los Habsburgo, cuya rama espa?ola es llamada los Austrias.
El desgarro social, geogr¨¢fico, hist¨®rico y cultural que supuso esa cicatriz fue brutal. Muchas personas murieron en su intento de superar la dura vigilancia de los guardias fronterizos y atravesar la frontera. Su dram¨¢tica historia hace a¨²n m¨¢s positiva la transformaci¨®n que ha registrado en un sendero para hacer ecoturismo.
El tel¨®n de acero se extend¨ªa desde el mar de Barents, en el oc¨¦ano ?rtico, en la frontera entre Rusia y Noruega, bajando por la l¨ªnea costera de las rep¨²blicas b¨¢lticas de Estonia, Letonia y Lituania, siguiendo por Polonia, y descend¨ªa entre la RFA y la ya extinta RDA, dividi¨¦ndolas.
Continuaba por los bosques de las regiones de Bohemia y de Moravia, en la antigua Checoslovaquia (escindida actualmente en la Rep¨²blica de Eslovaquia y la Rep¨²blica Checa), y de ah¨ª llegaba a la frontera con Austria, el pa¨ªs europeo occidental que ten¨ªa la mayor longitud de tel¨®n de acero, al lindar con el territorio checoslovaco y tambi¨¦n con Hungr¨ªa y Eslovenia (entonces integrante de la ex Yugoslavia). Dejando atr¨¢s el borde austriaco, continuaba por Rumania y las actuales Macedonia y Serbia, y llegaba hasta la costa b¨²lgara del mar Negro.
El autor de la idea de la ciclov¨ªa, Michael Cramer, europarlamentario verde alem¨¢n desde 2004, ha indicado a este diario que todo comenz¨® cuando era diputado en el Parlamento alem¨¢n y se le ocurri¨® pedalear en 1989 los 160 kil¨®metros del antiguo muro de Berl¨ªn (levantado en la noche del 12 al 13 de agosto de 1961 y derribado el 9 de noviembre de 1989), una idea que se extendi¨® a nivel nacional y acab¨® siendo un sendero para bicicletas. As¨ª, la frontera que supuso la divisi¨®n desde 1952 hasta 1989 entre las antiguas dos Alemanias se convirti¨® en un paseo ciclista de 1.378 kil¨®metros.
Esta iniciativa, llamada Conocer la historia, fue trasladada a la UE, cuyo Parlamento aprob¨® en 2005 el proyecto marco, la Ruta del Tel¨®n de Acero, para recorrer en bicicleta por donde antes hab¨ªa pasado como una cuchilla ese linde divisorio. Su desarrollo, con medios del presupuesto comunitario, fue adoptado en el verano de 2009 por la Comisi¨®n Europea, que lo ha apoyado, junto a instituciones de los diferentes pa¨ªses que atraviesa la ciclov¨ªa. El objetivo es impulsar el turismo sostenible y revitalizar con ello regiones apenas desarrolladas tur¨ªsticamente.
No se trata de "una construcci¨®n masiva de nueva infraestructura, sino el uso, la interconexi¨®n y la comercializaci¨®n inteligente de los senderos para bicicleta existentes en el proyecto marco", afirma Cramer. "S¨®lo se deben crear nuevos senderos donde sean estrechos o no haya", a?ade.
Los trabajos de adecuaci¨®n del sendero est¨¢n muy avanzados, aunque la ruta no est¨¢ concluida. "Carece de una se?alizaci¨®n com¨²n, y completa, importante para la orientaci¨®n y de una interrelaci¨®n entre las autoridades correspondientes de cada pa¨ªs, las asociaciones tur¨ªsticas y las de ciclismo", asegura Cramer, autor del libro Iron curtain trail, editado en alem¨¢n y en ingl¨¦s (Esterbauer).
La ciclov¨ªa -subdividida en el trayecto norte o escandinavo, la frontera intra-alemana y el itinerario sur- consigue que "la dolorosa escisi¨®n del continente europeo se pueda recorrer y contribuye a la vez a la construcci¨®n de la identidad com¨²n y de la cultura com¨²n del recuerdo", seg¨²n el europarlamentario. Su idea es que el recorrido pase por el mayor n¨²mero de lugares hist¨®ricos posibles, que sea confortable para el viajero, evite las carreteras concurridas y que combine la naturaleza y la historia.
La infraestructura necesaria para hacer atractiva esta ruta requiere que, entre otras acciones, se abran hoteles adecuados a las necesidades del ciclista, con talleres y aparcamientos para bicicletas. El turismo respetuoso con la naturaleza recupera as¨ª un cap¨ªtulo oscuro de la historia para que no caiga en el olvido.
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