?Sabemos reciclar?
Pues va a ser que no. Los repetidos "errores" complican la clasificaci¨®n en las plantas de recuperaci¨®n. Pero cada residuo tiene su lugar. Ante la duda, al cubo general
Ahora que el DVD ha sustituido al v¨ªdeo, las casetes de VHS sobran en casa y acaban en el contenedor amarillo. Gesto bienintencionado, pero err¨®neo, que no s¨®lo no ayuda, sino que complica, y mucho, el trabajo en las plantas donde se clasifican los residuos urbanos: cada carcasa lleva en sus tripas un rollo de 40 o 50 metros que se enreda en las bobinas de las bandas transportadoras y puede llegar a parar las m¨¢quinas. Una cinta de v¨ªdeo se convierte, en este caso, en lo que en el argot se conoce como impropio, algo que aparece en el cubo incorrecto. El amarillo se lleva la palma en cuanto a impropios: lo es uno de cada cuatro desechos que recibe, un 25% seg¨²n Ecoembes, asociaci¨®n que gestiona el procesado de envases. Abundan las perchas, los CD, los peluches y juguetes, que no deber¨ªan estar ah¨ª. "Se identifica amarillo con pl¨¢stico, mucha gente vierte ah¨ª cualquier objeto de este material pensando que as¨ª se reciclar¨¢", dicen desde Ecoembes. Pero amarillo significa s¨®lo y exclusivamente envases ligeros de pl¨¢stico y metal, los tipo brik, bolsas, envoltorios de aluminio o film, elementos de fijaci¨®n y protecci¨®n como flejes, abrazaderas, material de relleno o de burbujas.
S¨®lo con colocar envases, cart¨®n y vidrio donde corresponde ser¨ªa un gran avance
Todo lo dem¨¢s, la cabeza de la mu?eca decapitada, la silla de la playa, el palo de la escoba, por muy pl¨¢stico que sea, ha de ir a lo que com¨²nmente llamamos basura org¨¢nica, pero que en realidad suele ser un caj¨®n de sastre en el que las sobras de la comida se mezclan con todo lo que no tiene cabida ni en el amarillo, ni en el verde (vidrio), ni en el azul (papel y cart¨®n). "Contenedor de fracci¨®n restos", lo denomina, m¨¢s apropiadamente, ?lvaro Beneytez, responsable de la planta de biometanizaci¨®n y compostaje de Pinto, donde los residuos org¨¢nicos se transforman en compost (abono que se vende a agricultores de Castilla-La Mancha) y el metano que genera suministra electricidad a unas 35.000 viviendas del sur de Madrid. A Pinto llegan contenedores de restos y de envases que se tratan en dos instalaciones separadas. Ver, y oler, las monta?as de desperdicios que han de procesar a diario hace tomar conciencia de la cantidad de basura que generamos. Y ayuda a recordar que debemos reducir la primera de las tres "R" de la sostenibilidad, probablemente la que m¨¢s f¨¢cilmente se olvida: mejor comprar a granel que envasado, mejor en envases grandes que en peque?os.
Luego vienen las otras dos: reutilizar y reciclar. Para eso resulta fundamental verter cada residuo en el cubo que le corresponde. Ante la duda, "a la fracci¨®n restos", recomienda Beneytez. Reciclar mal es casi peor que no hacerlo, y sus consecuencias negativas se ven muy claramente visitando las dos plantas de Pinto. En 10 minutos de observaci¨®n, la cinta transportadora de envases ha mostrado, junto con latas y tetrabriks, cinco zapatos (que deber¨ªan haberse depositado en alguno de los contenedores de ropa y textil que jalonan las calles), un par de bl¨ªster con pastillas (las medicinas que ya no sirvan han de llevarse al punto SIGRE de la farmacia), varias c¨¢scaras de naranja, un bocata mordisqueado y media tripa de mortadela. Atr¨¢s han quedado, interceptados, los impropios m¨¢s voluminosos: sartenes, cacerolas, bandejas de pl¨¢stico y hasta un colch¨®n. Como se metieron en el contenedor amarillo, ser¨¢n rechazos, es decir, ir¨¢n derechos al vertedero sin que nadie pueda aprovecharlos. De haberse arrojado al cubo caj¨®n de sastre, al menos los desechos org¨¢nicos hubieran terminado en la planta de biometanizaci¨®n y compostaje, transformados en biog¨¢s y abono.
"Tres de cada cuatro hogares espa?oles separan el papel, el vidrio y los envases para llevarlos a un punto de recogida espec¨ªfico", rezan los ¨²ltimos datos (de 2008) del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). Sin embargo, en ese mismo a?o se recicl¨® un 62% de los envases ligeros y de cart¨®n y papel, y un 60,3% del vidrio (14,5 kilos por habitante frente a los 12,9 de 2006). Menos del porcentaje de familias que afirman clasificar sus desechos. Cabe preguntarse qu¨¦ queda por mejorar. ?Una mayor cultura del reciclado e informaci¨®n m¨¢s clara?, ?m¨¢s infraestructuras?, ?una toma de conciencia del usuario? "Un poco de todo", concede Beneytez. Espa?a se ha incorporado tarde y, aunque avanza r¨¢pido respecto al resto de la Uni¨®n Europea, muchas veces no tenemos las cosas tan claras como pensamos... ?D¨®nde depositar las fotograf¨ªas, por ejemplo? "En el contenedor azul", aconsejan desde Ecoembes, que incluye en su web (www.ecoembes.com) un buscador para orientar sobre d¨®nde va cada envase. Tambi¨¦n recomienda sumar el papel satinado (el de las revistas) al papel y cart¨®n, as¨ª como los tubos de cart¨®n de los rollos de cocina o de papel higi¨¦nico. Conviene evitar las servilletas muy manchadas de grasa u otros restos org¨¢nicos.
Sigamos. ?D¨®nde arrojar un yogur caducado, en la basura org¨¢nica o con los envases? Puestos a hacerlo bien, el contenido deber¨ªa ir a la primera, y el continente, de pl¨¢stico, al cubo amarillo. Y en el igl¨² verde hemos de dejar las botellas (de cerveza, vino, mosto, sidra, licor, zumo, refresco...), los frascos y tarros (tanto de alimentos y bebidas como de perfumes), vac¨ªos, lo m¨¢s limpios posible y sin tapones, que empeoran su calidad. Tampoco debe tirarse cer¨¢mica ni porcelana (que necesita m¨¢s temperatura de fusi¨®n debido a su diferente composici¨®n qu¨ªmica y, al no fundirse, produce peque?as piedras que provocan la ruptura del envase de vidrio), ni vasos o copas de cristal, porque contienen ¨®xido de plomo que no se puede fundir en los mismos hornos en los que se produce el vidrio. As¨ª lo informa Ecovidrio, encargada de gestionar la recogida selectiva de este residuo. Recuerda que el vidrio correctamente separado es reciclado en un 100%, pero si se mezcla con impropios (cuyo porcentaje oscila en este caso en torno al 2%), "dificultamos su reciclado y facilitamos la proliferaci¨®n de los vertederos".
El siguiente paso ser¨ªa conducir aquellos residuos peligrosos o de gran volumen, para los que no existe contenedor espec¨ªfico, hasta un punto limpio (la web de la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios, OCU, www.ocu.org, incorpora un buscador de puntos limpios de Espa?a). Pinturas, barnices, colas, tintes o aguarr¨¢s, productos qu¨ªmicos o peligrosos y los envases que los hayan contenido. Pilas y acumuladores. Bater¨ªas de veh¨ªculos y aceites de motor. Radiograf¨ªas, cintas de v¨ªdeo o casete, CD. Aceites de cocina: tirarlos por la ca?er¨ªa es uno de los gestos dom¨¦sticos m¨¢s contaminantes y nocivos para el medio ambiente. Muebles y enseres viejos. Peque?os electrodom¨¦sticos y material electr¨®nico, tel¨¦fonos m¨®viles. L¨¢mparas fluorescentes y bombillas, con especial atenci¨®n a las de bajo consumo, porque contienen mercurio, como los term¨®metros anal¨®gicos. Conviene recordar adem¨¢s que los puntos de venta o distribuci¨®n han de hacerse cargo de la bombilla rota o del peque?o electrodom¨¦stico cuando adquiramos un producto equivalente que sustituya al que se desecha. Y las tiendas de m¨®viles suelen recoger los dispositivos viejos.
Una interminable sucesi¨®n de camiones vuelca el contenido de los contenedores amarillos a la entrada de la planta de selecci¨®n de envases de Pinto. All¨ª se clasifican: met¨¢licos -aluminio y acero-, briks y pl¨¢sticos -PET, el de las botellas de agua-; polietileno de alta densidad (PEAD), habitualmente utilizado en productos de droguer¨ªa; el pl¨¢stico film de las bolsas. Y se prensan formando balas de un mismo material que partir¨¢n hacia el reciclaje, donde recibir¨¢n distintos tratamientos. Los PET se trituran y se someten a un lavado especial para eliminar suciedad y etiquetas, seg¨²n informa Ecoembes. "Los PEAD siguen un proceso de triturado, lavado y posteriormente se funden para hacer nuevas aplicaciones", prosigue. Los metales se fragmentan y se env¨ªan a fundici¨®n para obtener nuevas piezas de acero o aluminio. Mientras que los briks "se separan en sus diferentes capas". De todo esto sale que con cinco botellas de agua de litro y medio se confecciona una bufanda de forro polar o que de los envases de PEAD se hacen botellas de lej¨ªa o tuber¨ªas; del acero y aluminio, l¨¢minas para fabricar bicicletas o autom¨®viles; de los briks, nuevo cart¨®n.
Mal clasificados, los residuos que aterrizan en la instalaci¨®n que no corresponde terminan, en el mejor de los casos, repescados y reincorporados a su circuito, con lo que habr¨¢n necesitado el camino m¨¢s largo para llegar a destino. Y en el peor, inservibles, en un vertedero. "Las plantas de tratamiento est¨¢n a prueba de ciertos errores", apunta Beneytez. Pero tienen sus l¨ªmites. La suya rescata y reconduce al a?o m¨¢s de 2.600 toneladas de impropios: 2.500 toneladas de papel y cart¨®n (que ayudan a frenar la destrucci¨®n de los bosques y ahorran el CO2 equivalente al que emite un coche para recorrer m¨¢s de 2.200 kil¨®metros). Y unas 150 de vidrio, que se triturar¨¢n hasta convertirse en calc¨ªn del que saldr¨¢n nuevos envases: este proceso resulta menos costoso energ¨¦ticamente que fabricar de cero, de manera que reciclar en lugar de hacer con nuevas materias primas tres botellas de vidrio ahorra la energ¨ªa necesaria para hacer funcionar un lavavajillas con menaje para 12 comensales, o para lavar la ropa de una familia de cuatro miembros durante todo un d¨ªa, seg¨²n Ecovidrio. "S¨®lo con que coloc¨¢ramos los envases, el cart¨®n y el vidrio en el contenedor que corresponde, ser¨ªa un gran avance", enfatiza Beneytez.
El ciclo de la vida
Hace 15 a?os, en Espa?a, la vida de envases, recipientes varios de cristal o envoltorios podr¨ªa definirse como lineal: se fabricaban, se utilizaban, se desechaban y fin de la historia.
Ahora describe un c¨ªrculo gracias a los sistemas integrados de gesti¨®n (SIG), que cierran el ciclo. "Desde el dise?o y fabricaci¨®n, envasado, distribuci¨®n y comercializaci¨®n del producto hasta la recuperaci¨®n del residuo y su transformaci¨®n en una nueva materia prima gracias al reciclaje", desgrana Ecoembes (ecoembes.com), que gestiona el SIG de envases ligeros y de papel y cart¨®n, que empez¨® a funcionar en 1998 y desde entonces ha evitado que 10 millones de toneladas de desechos (750 estadios como el Santiago Bernab¨¦u a rebosar) terminen en el vertedero.
El SIG integra todos los sectores implicados (fabricantes, envasadores, distribuidores, recuperadores, recicladores), y las empresas adheridas aportan la financiaci¨®n del proceso. Ecovidrio (ecovidrio.es) gestiona el SIG de los envases de vidrio y tiene instalados 164.503 igl¨²es verdes. Signus (signus.es) recicla los neum¨¢ticos usados, bien para volver a fabricar nuevos neum¨¢ticos o para otros usos. Sigaus (sigaus.es) recogi¨® 154.775 toneladas de aceite usado en 2009. Esta SIG estima que por cada tres litros de aceite usado se obtienen dos de nuevo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.