"Tras dos a?os estudiando de pronto te quedas sin oposici¨®n y con un baj¨®n..."
Cristina Franco y Eduardo Salido, opositores a Economista del Estado, v¨ªctimas del recorte del Gobierno. ?Plazas convocadas este a?o? Cero
El pasado 30 de marzo, miles de opositores se quedaron de piedra: el Consejo de Ministros aprob¨® una reducci¨®n del 87% la Oferta de Empleo P¨²blico para 2010 con el que se esfumaron de un plumazo unos 13.000 puestos de trabajo fijos. A Eduardo Salido, 26 a?os, se le qued¨® "cara de gilipollas". Llam¨® para anunci¨¢rselo a su compa?era de estudios, Cristina Franco (24 a?os), que no pudo reprimir el llanto. Dos d¨ªas m¨¢s tarde, el BOE hac¨ªa p¨²blicos los nuevos datos: las plazas de nuevo ingreso sufr¨ªan una dieta de emergencia al pasar de 15.084 plazas (en 2009) a la raqu¨ªtica cifra de 1.989.
La reducci¨®n no ha afectado a todas las categor¨ªas por igual. A la que ellos aspiraban, T¨¦cnico Comercial y Economista del Estado (del Grupo A), le ha dado de lleno: no se ha convocado ni una sola plaza. Y si con la noticia su vida no pas¨® ante sus ojos, s¨ª lo hicieron los ¨²ltimos dos a?os echando codos a un ritmo de diez horas diarias seis d¨ªas a la semana. Un mazazo a sus expectativas y al fr¨¢gil equilibrio entre esfuerzo y probabilidades de aprobar en el que en 2008 basaron su apuesta por esta v¨ªa de ingreso en el mercado laboral. "Tras dos a?os estudiando de pronto te quedas sin oposici¨®n y con un baj¨®n...", dice Eduardo. "Da rabia", interviene su amiga, "Si ya de por s¨ª la oposici¨®n es dura, con el recorte ni siquiera tienes la opci¨®n de demostrar lo que has aprendido. Te quedas sin meta".
Adem¨¢s de haberse quedado temporalmente sin oposici¨®n, pertenecen a otro grupo de afectados por la crisis: la de j¨®venes altamente cualificados
Adem¨¢s de ser opositores temporalmente sin oposici¨®n, Cristina y Eduardo pertenecen a otro grupo de afectados por la crisis: la de j¨®venes altamente cualificados, que este a?o lo van a tener m¨¢s dif¨ªcil que nunca para acceder al mercado laboral. Ambos son licenciados (ella en Administraci¨®n y Direcci¨®n de Empresas, ¨¦l en Econ¨®micas) y dominan dos idiomas. Eduardo trabaj¨® de consultor antes de decidir optar a un empleo p¨²blico. "No me satisfac¨ªa, quer¨ªa dedicarme a algo que tuviera m¨¢s que ver con lo m¨ªo y me permitiera trabajar en el extranjero. No hice esta apuesta buscando seguridad, sino por ambici¨®n". Cristina descart¨® hacer el doctorado para apostar todas las cartas a esta baza: "Es una forma de acceder a un puesto de responsabilidad y con carga de trabajo que, entre otras cosas, te puede permite acceder a organismos internacionales, algo muy dif¨ªcil de otro modo".
?Tirar la toalla o seguir?
Cuando ambos empezaron a estudiar se convocaban 25 plazas de Economista del Estado al a?o. Ech¨¢ndole horas de estudio les pareci¨® una meta posible. Ahora las cosas han cambiado y tras la mala noticia, muchos han tirado la toalla. Cristina y Eduardo han decidido seguir.Y eso a pesar de los (inevitables) rumores de que el a?o que viene tampoco se convocar¨¢n plazas.
Ambos reconocen que su apuesta es posible gracias a que cuentan con apoyo familiar (el padre de Eduardo le ayuda a repasar los temas; los de Cristina la llevan todas las ma?anas a la biblioteca del hospital en el que trabajan). No se trata s¨®lo de darles comida y techo. Eduardo calcula que entre los costes del preparador (60 euros la hora) y de los profesores particulares de idiomas (entre 35 y 40 euros la hora), su oposici¨®n cuesta unos 4.000 euros al a?o.
Estudiando de 8.15 a 21.00
Tanto Cristina como Eduardo se sacan un poco de dinero de bolsillo haciendo trabajos de Econom¨ªa por encargo a alumnos de masters o a universitarios. Cobran 20 euros la hora, pero no le dedican mucho tiempo. Como tantos opositores, siguen un horario de estudio intensivo que apenas les deja tiempo para otras cosas: su d¨ªa empieza a las 8.15 y termina entre las 20.00 y las 21.00, "seg¨²n el dolor de cabeza", bromea Eduardo. Por las ma?anas cada uno estudia por su cuenta. Por las tardes, quedan en alguna biblioteca (rotan cada tres meses, "man¨ªas de opositor"), como ¨¦sta de la UNED. Sobre su mesa de estudio, uno de los 180 temas del examen. Casualidades de la vida: los que est¨¢n estudiando hoy est¨¢n muy relacionados con la crisis. A Eduardo le toca 'Financiaci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico'. A Cristina, 'Ciclos econ¨®micos'.
"Como economistas intu¨ªamos que esto pod¨ªa pasar", dice Cristina. "Desde el punto de vista del d¨¦ficit, es irremediable y el ministerio de Econom¨ªa tiene que dar ejemplo. Pero por otra parte los economistas ahora somos m¨¢s necesarios que nunca. A la econom¨ªa espa?ola le falta competitividad en el exterior y esa es una de las tareas de un t¨¦cnico comercial. Lo que se han ahorrado desconvocando estas plazas no equivale ni a un coche blindado". "Es como si tienes a una persona gorda y para que adelgace, en lugar de ponerle a r¨¦gimen, le cortas parte de la pierna, una mano...", dice con amargura Eduardo. Y tras la conversaci¨®n ambos vuelven a sus apuntes. Una curiosidad: ambos usan bol¨ªgrafo marca Pilot. "Resbalan mejor al escribir y as¨ª no nos salen callos".
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