El piojo, insecto de pocos genes
La secuenciaci¨®n del genoma del par¨¢sito permitir¨¢ dise?ar pesticidas y repelentes espec¨ªficos, dicen los cient¨ªficos
El piojo del cuerpo humano (Pediculus humanus humanus) mide cuatro o cinco mil¨ªmetros, carece de alas, tiene seis patas, una boca adaptada para chupar sangre y min¨²sculas garras para engancharse, es par¨¢sito obligado del ser humano, se alimenta de su sangre y puede transmitir enfermedades como el tifus o la fiebre de las trincheras. Asociado a ¨¦l de modo simbi¨®tico, proliferando en su aparato digestivo, vive una bacteria (Riesia bacterium), que secreta nutrientes que completan la dieta del piojo. El conocimiento profundo de estos dos organismos se amplia ahora con el trabajo de un equipo cient¨ªfico internacional que ha completado la secuencia de sus respectivos genomas. Los cient¨ªficos acaban de presentar la lista de las letras qu¨ªmicas de sus genes y adelantan que, seguramente, la informaci¨®n permitir¨¢ explotar caracter¨ªsticas gen¨¦ticas ¨²nicas del piojo, como su limitada capacidad olfativa, que abren la v¨ªa hacia nuevos pesticidas y repelentes. En la secuenciaci¨®n del genoma y su an¨¢lisis han participado varios cient¨ªficos espa?oles.
Barry Pittendrigh (Universidad de Illinois) y un numeroso equipo de investigadores de varios pa¨ªses, incluido el estadounidense Craig Venter, han extra¨ªdo ADN de un centenar de piojos del cuerpo humano para obtener la secuencia del genoma, que est¨¢ formado por unos 100 millones de pares de bases (las letras qu¨ªmicas del ADN), frente a los 180 millones de la mosca del vinagre o los 3.200 del ser humano. Se trata del genoma de insecto m¨¢s peque?o obtenido hasta ahora. Los investigadores presentan los genomas del piojo y la bacteria asociada en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias estadounidense.
El piojo del cuerpo humano est¨¢ muy relacionado evolutivamente con el piojo de la cabeza (Pediculus humanus capitis), se alimenta succionando la sangre y vive entre los pliegues y las costuras de la ropa, desarrollando todo su ciclo vital en el hu¨¦sped y prolifera en condiciones de pobreza y de falta de higiene, explica en un comunicado la Universidad de Barcelona (UB), donde trabajan varios de los espa?oles participantes en el proyecto, liderados por Julio Rozas y Montserrat Aguad¨¦. Tambi¨¦n est¨¢n en el equipo cient¨ªficos de la Universidad de Santiago de Compostela.
La investigaci¨®n no se limita a la secuenciaci¨®n del genoma, sino que los expertos se ocupan tambi¨¦n de analizar la relaci¨®n evolutiva entre el piojo y la bacteria de su interior. El equipo de la UB, en concreto, se ha centrado en la caracterizaci¨®n de los genes m¨¢s importantes del mecanismo de la insulina y en el estudio de los genes relacionados con el sistema de captaci¨®n de est¨ªmulos medioambientales y respuesta a los mismos.
"La dotaci¨®n gen¨¦tica del piojo es muy reducida, pero parece funcional: los diversos procesos biol¨®gicos funcionan con un n¨²mero m¨ªnimo de genes", explica Rojas. "En el caso de la v¨ªa de la insulina, s¨®lo hay una copia de cada gen importante, y esto difiere de otros insectos, donde algunos genes tienen m¨¢s copias". Se trata de un fen¨®meno de reducci¨®n del patrimonio gen¨¦rica del piojo, "lo cual se ajusta al perfil de par¨¢sito espec¨ªfico que ha perdido muchos genes no esenciales, est¨¢ bien adaptado a un ambiente muy homog¨¦neo, es totalmente dependiente del hu¨¦sped y tiene una dieta altamente restringida que se completa con las aportaciones de las bacterias endosimbiontes", a?ade el experto de la UB.
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