Enfermos cr¨®nicos, los posibles grandes beneficiados de la telemedicina
El consenso entre cient¨ªficos, esencial para seguir avanzando
Un paciente que necesitara rehabilitaci¨®n cardiaca podr¨ªa hacerla en su propia casa. Basta una bicicleta est¨¢tica, un medidor de presi¨®n arterial y un equipo de electrocardiograma. Los datos del electro se enviar¨ªan autom¨¢ticamente al hospital y, los de la presi¨®n arterial, por mensaje de m¨®vil. Es una de las promesas de la telemedicina (e-salud) que ya se ha hecho realidad en forma de proyecto piloto en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid. Atenci¨®n personalizada, promoci¨®n de la salud y del envejecimiento activo, con las nuevas tecnolog¨ªas (TIC) como viga maestra, es el horizonte que persigue la medicina. Para los expertos, depender¨¢ de la e-salud el mantenimiento del sistema sanitario con una poblaci¨®n cada vez m¨¢s envejecida y una incidencia creciente de las enfermedades cr¨®nicas.
Pero, ?d¨®nde est¨¢ hoy la telemedicina? Carlos Hern¨¢ndez, jefe de proyecto de la unidad de investigaci¨®n en Telemedicina del Instituto de Salud Carlos III de Madrid y director del curso sobre telemedicina y rehabilitaci¨®n que re¨²ne estos d¨ªas a expertos en estas materias en la Universidad Men¨¦ndez Pelayo de Santander, explica que para poder considerar que se ha alcanzado un nivel avanzado hay que superar previamente dos niveles. El primero, centrado en la infraestructura, y el segundo, en la "interoperabilidad" o, lo que es lo mismo, en la transferencia de informaci¨®n. Que los datos de un paciente que tiene su centro m¨¦dico en Lugo sean accesibles a un m¨¦dico en un centro de Valencia.
"La infraestructura comprende la historia de salud electr¨®nica, la cita electr¨®nica y la accesibilidad en cuanto a servicios telem¨¢ticos" -el m¨¦dico puede disponer de informaci¨®n electr¨®nica sobre el paciente-. "Esto se ha alcanzado ya a niveles de centro sanitario o de comunidad aut¨®noma", explica. El 90% de las historias cl¨ªnicas ya son electr¨®nicas.
El siguiente nivel, en el que se trabaja ahora, es la interoperabilidad. "En la bonanza de los ¨²ltimos diez a?os se ha invertido y avanzado; ahora hay que desarrollar la segunda fase, y los tiempos son otros; veremos qu¨¦ pasa...", reflexiona Hern¨¢ndez. Y la duda queda en el aire.
El tercero estadio se materializar¨¢ en un futuro incierto para el que hoy ninguno de los expertos consultados aventura una fecha. Responder¨ªa al rimbombante nombre de interoperabilidad sem¨¢ntica y es un punto clave para sacar el m¨¢ximo rendimiento a las nuevas tecnolog¨ªas aplicadas a la salud, porque es en este nivel donde se genera el conocimiento. Por ejemplo, en este nivel una operaci¨®n se convertir¨¢ en un estudio entre centros. "Aqu¨ª el principal problema es la terminolog¨ªa. Los conceptos m¨¦dicos utilizados en un lugar geogr¨¢fico tienen que ser plenamente comprensibles en otro, sin perder significado", explica Jos¨¦ Mar¨ªa Tormos, director de Investigaci¨®n del Instituto Universitario de Neurorrehabilitaci¨®n Guttmann.
Puede parecer sencillo, pero no lo es, Tormos puntualiza: "Si la infraestructura requiere inversi¨®n y la interoperabilidad acuerdo, la interoperabilidad sem¨¢ntica necesita consenso. Creo que en 2020 a¨²n no se habr¨¢ alcanzado".
En el caso de enfermos cr¨®nicos, las nuevas tecnolog¨ªas permitir¨ªan el llamado teleseguimiento. Hern¨¢ndez destaca el buen funcionamiento de algunos pilotos y el ahorro en Sanidad que conllevan estas pr¨¢cticas. Lo ilustra con el caso de los pacientes con insuficiencia cardiaca, que deber¨ªan ir al m¨¦dico semanalmente para pesarse y tomar la presi¨®n arterial, y que acaban por desistir debido al engorro que supone hacer colas y agotar la paciencia en las salas de espera. Sin embargo, si hay un sistema que les permita hacerlo desde casa, de modo que el m¨¦dico reciba semanalmente las mediciones, las eval¨²e y act¨²e en consecuencia, "el enfermo estar¨¢ bien controlado y se evita una visita a urgencias y dos d¨ªas de ingreso, que supone el mismo gasto que hacer un seguimiento a 50 pacientes", destaca Hern¨¢ndez.
Las nuevas tecnolog¨ªas tambi¨¦n podr¨ªan jugar un importante papel en la rehabilitaci¨®n. Seg¨²n Tormos, representan la posibilidad de "democratizar los servicios terap¨¦uticos de rehabilitaci¨®n". Cada vez m¨¢s gente sobrevive a un infarto de miocardio o a un ictus. "El paciente podr¨ªa hacer en su casa los ejercicios de rehabilitaci¨®n f¨ªsica o cognitiva que el m¨¦dico le haya prescrito de forma personalizada", se?ala. "Las TIC ayudar¨ªan a ahorrar, porque se automatizar¨ªa aquello que sea automatizable -recogida y procesamiento de datos- y se centrar¨ªan los esfuerzos en aquello que garantice la personalizaci¨®n de la terapia y su seguimiento, adem¨¢s de poder atender a un mayor n¨²mero de pacientes; en ning¨²n caso se trata de alejar al m¨¦dico del paciente, sino de dar una atenci¨®n m¨¢s eficiente", puntualiza.
Ictus, infarto de miocardio y lesiones medulares, y traumatismos craneoencef¨¢licos causados por accidentes. Tormos destaca tres ¨¢reas en rehabilitaci¨®n haciendo uso de las nuevas tecnolog¨ªas -f¨ªsica, cognitiva y cardiorrespiratoria- que "abarcan las diez enfermedades que hacen perder m¨¢s a?os de vida por muerte prematura, m¨¢s la p¨¦rdida econ¨®mica de productividad de la persona fallecida y la que generen los a?os vividos con discapacidad".
En cuanto al grado de desarrollo de las TIC para afrontar el reto de la telemedicina, Mari Satur Torre, manager de Innovaci¨®n de la Fundaci¨®n Vodafone Espa?a, destaca que la tecnolog¨ªa m¨¢s b¨¢sica est¨¢ disponible: "Puede servir algo tan sencillo como un mensaje de m¨®vil para recordar una cita con el m¨¦dico o que hay que tomar la medicaci¨®n; as¨ª se trata de facilitar que las personas mayores lleven una vida independiente". Pero queda un largo camino para ello. Y es lo que trata de definir el proyecto E-Cenit Rehabilita, apoyado por el Ministerio de Innovaci¨®n, en el que participan una decena de empresas de tecnolog¨ªa y varios centros de investigaci¨®n, y que pretende establecer un nuevo paradigma en el plazo de cuatro a?os.
M¨¦dicos y t¨¦cnicos implicados en el desarrollo ven con optimismo que la e-salud ya forme parte de las agendas pol¨ªticas. La Agenda Digital Europea incluye acciones de e-salud -en 2012 recomienda definir un m¨ªnimo de datos de pacientes para compartir entre los Estados miembros y para 2015 est¨¢ previsto dar a los pacientes un acceso seguro a sus datos sanitarios on line a trav¨¦s de proyectos piloto-, como recordaba Torre. Tambi¨¦n la Agenda de Granada y el programa Salud en l¨ªnea recogen objetivos relativos a la sanidad digital, promoviendo la receta electr¨®nica, la historia cl¨ªnica electr¨®nica o la cita a trav¨¦s de Internet.
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