La coordinaci¨®n y la brecha digital, retos de la cibersalud
Los expertos reunidos por Atomium piden m¨¢s liderazgo a las autoridades para aprovechar las ventajas de las aplicaciones sanitarias
Un espa?ol tiene que hacer una presentaci¨®n en ingl¨¦s y se atasca porque el ordenador se lo ha dejado un alem¨¢n, y ni las teclas ni los men¨²s son los que ¨¦l conoce. Podr¨ªa ser un chiste o una an¨¦cdota, pero que haya pasado en las jornadas sobre salud digital (o cibersalud) organizadas por Atomium culture no deja de ser un s¨ªmbolo de uno de los primeros retos del uso de las nuevas tecnolog¨ªas aplicadas a la gesti¨®n de los sistemas sanitarios. Porque precisamente los problemas de coordinaci¨®n e interoperabilidad han sido una de las preocupaciones constantes de la treintena de expertos (acad¨¦micos, t¨¦cnicos de la industria) reunidos por esta plataforma formada por universidades, empresas y medios de comunicaci¨®n destinada a potenciar la investigaci¨®n en Europa. Varias veces sali¨® el caso espa?ol en las jornadas. Cuando en 2002 se completaron las transferencias, lo primero que hicieron las comunidades fue idear su propia tarjeta sanitaria. "Esto en s¨ª no es malo", dijo el director general de Calidad del Ministerio de Sanidad, Pablo Rivero, si se establecen los sistemas para que se hablen entre ellas. De hecho, Sanidad ha tenido que organizar todo un proyecto para que estas tarjetas se puedan usar fuera de cada comunidad (como ya pasaba antes en las 11 comunidades que formaban el Insalud), que se espera que est¨¦ listo para finales de este a?o.
El ejemplo sirve para ilustrar por qu¨¦ los expertos creen que el liderazgo (se pidi¨® incluso al Parlamento Europeo, aunque la europarlamentaria del PP Cristina Guti¨¦rrez-Cortines aclar¨® que en eso ten¨ªa pocas competencias y presupuesto, solo 100 millones) es una de las claves para la implantaci¨®n de estas herramientas, de las que tanto se espera para mejorar la atenci¨®n, simplificar los procesos y aumentar la calidad de vida de los pacientes.
Estos ¨²ltimos -pr¨¢cticamente ausentes entre los convocados- son la otra gran preocupaci¨®n de los expertos. Internet y sus posibilidades pueden estar muy bien o muy mal (hay webs sin ning¨²n rigor que pueden llevar a tomar decisiones err¨®neas y perjudiciales para la salud, junto a otras que son de una gran ayuda) para que el paciente sea parte de su tratamiento. Pero si todo se centra en las nuevas tecnolog¨ªas, hay otro problema: qu¨¦ va a pasar con ese 30% de europeos que no han usado Internet en su vida. Es posible que lo que funciona como una ayuda para la mayor¨ªa, ayudando a dar m¨¢s poder a los pacientes, puede ser a la vez un elemento discriminatorio para otros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.