Dos mujeres comen con la Cofrad¨ªa de Llodio por vez primera en cuatro siglos

La tradicional comida que desde hace 411 a?os organiza cada ¨²ltimo domingo de agosto la Cofrad¨ªa de Sant Roque de Llodio (Alava) ha contado hoy con una novedad importante: la participaci¨®n por primera vez de mujeres. La presencia de mujeres en esa comida estaba prohibida desde que 1599 se celebr¨® el primer almuerzo, un veto que hace dos a?os fue denunciado por un vecino de Llodio ante el Ararteko (Defendor del Pueblo vasco), quien dio la raz¨®n al denunciante y pidi¨® a la Cofrad¨ªa que corrigiese esta situaci¨®n por ser discriminatoria.

Tras una larga e intensa pol¨¦mica, hace dos meses la Cofrad¨ªa acept¨® romper esa norma interna y autoriz¨® la incorporaci¨®n de las f¨¦minas, siempre que ¨¦stas formen parte de la hermandad. Hasta este mes, tan s¨®lo 14 de los m¨¢s de 400 cofrades eran mujeres y ninguna de ellas hab¨ªa solicitado incorporarse a la comida anual.

A principios de mes, la Cofrad¨ªa acept¨® el ingreso de cinco nuevos miembros, uno de ellos Est¨ªbaliz Gorostiaga, hija de Pablo Gorostiaga, ex alcalde de la localidad por HB e hist¨®rico dirigente de esta formaci¨®n ilegalizada, condenado por la Audiencia Nacional dentro del sumario 18/98 seguido contra varias organizaciones del entorno de ETA. Est¨ªbaliz Gorostiaga, tras ingresar en la Cofrad¨ªa, solicit¨® participar en la comida que se ha celebrado hoy con el tradicional cocido de garbanzos y sopa de pan de pistola, y con lo que ha roto una larga historia de cuatro siglos.

Gorostiaga se ha sentado en el sitio que tradicionalmente ocupaba su padre y que, previsiblemente, volver¨¢ a ocupar cuando salga en libertad. Adem¨¢s de Gorostiaga, ha participado en la comida de hoy una monja de La Caridad, sor Marina, que ha sido invitada por el mayordomo de la Cofrad¨ªa, Jos¨¦ Luis Navarro, en reconocimiento a los 38 a?os que ha estado trabajando en C¨¢ritas en Llodio. Sor Marina ha presidido adem¨¢s el almuerzo.

Como siempre, la comida, en la que han participado 378 cofrades, seg¨²n Navarro, en los porches de la iglesia de San Pedro de Lanuza, ha comenzado con la bendici¨®n de la mesa. Luego, los comensales han disfrutado de la comida y la bebida, como todos los a?os, sin aparente diferencia con los anteriores.