Vivir mejor la menopausia
Un 15% de las mujeres sufren sofocos y complicaciones al dejar de ser f¨¦rtiles, pero esta etapa se les hace cuesta arriba a muchas m¨¢s. Los expertos recetan deporte, dieta mediterr¨¢nea y aprender a mimarse
Carmen Lara, de 66 a?os, est¨¢ sentada tranquilamente en el sof¨¢ despu¨¦s de comer. De repente siente c¨®mo su cuerpo se inunda de un sudor conocido. Si se pone nerviosa, es peor, cuenta, porque el calor aumenta. "Sobre todo son las manos. Y eso que yo no soy de sudar, ni siquiera cuando voy al gimnasio", dice esta empresaria de Valencia que lleva m¨¢s de una d¨¦cada conviviendo con los sofocos, el s¨ªntoma m¨¢s frecuente de la menopausia. Con el tiempo, el autocontrol y la ayuda de la acupuntura, asegura ir dominando la situaci¨®n. Durante los cinco a?os posteriores a una histerectom¨ªa que le provoc¨®, a los 54, la retirada brusca de la regla, llev¨® parches con hormonas.
Pero despu¨¦s de que en 2002 un ensayo cl¨ªnico revelara que la terapia hormonal sustitutiva (THS) puede tener efectos secundarios adversos, esta solo se recomienda a un reducido n¨²mero de casos y en la dosis m¨ªnima m¨¢s efectiva durante el menor tiempo posible. Y es que los expertos coinciden en que la gran mayor¨ªa de mujeres podr¨ªa convivir mejor con la menopausia cuidando m¨¢s de s¨ª mismas y cambiando algunos h¨¢bitos por otros m¨¢s saludables.
No hay relaci¨®n fisiol¨®gica entre el fin del periodo y la depresi¨®n
La menopausia empieza con la retirada gradual de la menstruaci¨®n en torno a la d¨¦cada de los 50 debido a que los ovarios de la mujer dejan de producir las hormonas estr¨®genos y progesterona. Pese a su mala prensa, la menopausia solo provoca sofocos frecuentes y otras complicaciones importantes en un 15% de los casos, seg¨²n datos de la Asociaci¨®n Espa?ola para el Estudio de la Menopausia (AEEM). Aun as¨ª, se le atribuyen otros muchos s¨ªntomas de forma injustificada. "La depresi¨®n es tan frecuente en la etapa posmenop¨¢usica como en otras franjas de edad y su relaci¨®n con la menopausia no tiene ninguna base fisiol¨®gica", explica Isabel Ruiz P¨¦rez, m¨¦dica, profesora de la Escuela Andaluza de Salud P¨²blica (EASP) y miembro del CIBER de Epidemiolog¨ªa y Salud P¨²blica (CIBERESP). "Muchos s¨ªntomas psicol¨®gicos que presenta la mujer en esta etapa se deben a otros factores, como la falta de apoyo social ante una carga provocada por el hecho de tener que cuidar de padres mayores e hijos adolescentes, un deterioro de las relaciones de pareja o sexuales, uno o varios acontecimientos vitales estresantes o a la influencia de estereotipos socioculturales sobre el envejecimiento", a?ade Ruiz, que ya en los a?os noventa public¨® varios estudios al respecto con otros dos equipos de la Universidad de Valencia.
Otros problemas de salud, como el aumento de peso o el dolor osteoarticular asociado, se producen por la disminuci¨®n del metabolismo corporal propio de la edad o por insatisfacci¨®n vital, a?ade Pilar Babi, m¨¦dica de familia en el centro de atenci¨®n primaria La Pau, en Barcelona.
Los trastornos vasomotores que producen los sofocos en un 80% de las mujeres -a intensidades muy variables- y la sequedad vaginal s¨ª que son s¨ªntomas que no aparecen hasta que llega la menopausia. "Cuando la mujer atraviesa la barrera de los 50 a?os, el facultativo debe analizar tambi¨¦n la posible aparici¨®n de un conjunto de complicaciones, como la p¨¦rdida de masa ¨®sea (osteoporosis) o el aumento del riesgo de padecer c¨¢ncer de mama o accidentes cardiovasculares", se?ala Rafael S¨¢nchez Borrego, ginec¨®logo y presidente de la AEEM.
?C¨®mo prevenirlos? S¨¢nchez Borrego recomienda, aparte de los programas de cribaje de c¨¢ncer de mama o ¨²tero, trazar en la consulta un programa personalizado que analice el riesgo de complicaciones y que, sobre todo, proporcione una serie de pautas de estilo de vida que ayuden a la mujer a llevar mejor la menopausia. Por ejemplo, inform¨¢ndole de que un peso adecuado disminuye la severidad de los sofocos o de que fumar los aumenta. "Algunos estudios epidemiol¨®gicos indican que la mujer padece menos sofocos cuando est¨¢ fuera de casa y que, por tanto, la carga de estr¨¦s psicol¨®gico influye en este s¨ªntoma, que tiene car¨¢cter subjetivo", insiste S¨¢nchez Borrego. El m¨¦dico a?ade que en la mayor¨ªa de mujeres estos s¨ªntomas pueden mejorar con cambios en la dieta, los h¨¢bitos o con ayuda de la fitoterapia (utilizaci¨®n de las plantas con finalidad terap¨¦utica).
El presidente de la AEEM asegura que algunas de las disfunciones sexuales que aparecen en este periodo tienen a menudo m¨¢s que ver con una falta de comunicaci¨®n en la pareja, el estr¨¦s o la tristeza provocada porque los hijos quieren irse de casa que con la menopausia.
Babi a?ade que "aunque en muchos casos es ¨²til recomendar la aplicaci¨®n de una crema con estr¨®genos locales, debido a que la mucosa vaginal se atrofia por la ausencia de estas hormonas, esta prescripci¨®n debe ir acompa?ada de una charla sobre c¨®mo recuperar el suelo p¨¦lvico o las relaciones sexuales".
Cuando llega la menopausia, insiste S¨¢nchez Borrego, "acaba la etapa biol¨®gica de la reproducci¨®n, pero comienza todo el resto". "El mito antiguo que relacionaba la menopausia con la vejez es propio de principios del siglo XX, pero no tiene raz¨®n de ser hoy, teniendo en cuenta que la esperanza de vida de la mujer alcanza los 84 a?os", a?ade Babi. "Es el momento de pasar de cuidar de los dem¨¢s a cuidar de s¨ª mismas, pero no desde la perspectiva de la enfermedad", insiste la m¨¦dica de familia.
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