Gael Garc¨ªa Bernal: "Saben que van a llegar"

Si la frontera entre el sue?o y la pesadilla se pareciera a algo, ser¨ªa quiz¨¢ a la tierra que pisan decenas de miles de transe¨²ntes inmigrantes para ejercer su derecho a estar mejor; tierra de contradicciones dejada de la mano del hombre que el actor mexicano Gael Garc¨ªa Bernal ha querido rescatar del olvido para ponerle rostro a trav¨¦s de la serie documental Los invisibles, cuatro cortometrajes grabados entre M¨¦xico y El Salvador junto al realizador Marc Silver y la organizaci¨®n pro derechos humanos Amnist¨ªa Internacional. Las cuatro cintas, con metrajes de entre seis y ocho minutos y disponibles en la Red a partir del 8 de noviembre en las p¨¢ginas web www.youtube.com/invisiblesfilms y www.es.amnesty.org, denuncian la indefensi¨®n, vileza, crueldad, ensa?amiento e indiferencia que persiguen a los centroamericanos y sudamericanos de camino a su otra oportunidad. "Les decimos invisibles porque nos les vemos, pero est¨¢n por todos lados huyendo hacia Estados Unidos" explica Garc¨ªa Bernal (Guadalajara, M¨¦xico, 1978) en conversaci¨®n telef¨®nica.

"La inmigraci¨®n es algo tan abstracto como los sue?os. Todos so?amos y todos migramos", reflexiona el actor mexicano desde su pa¨ªs natal, "frontera gigantesca" -en sus palabras- que grupos de inmigrantes intentan cruzar cada a?o trastabillados por el estigma de la ilegalidad. Para denunciar esa "situaci¨®n mezquina", una suerte de "ustedes s¨ª, pero los dem¨¢s no" que Washington impone a M¨¦xico y este acata mirando a otro lado, Garc¨ªa Bernal y Silver agarraron unas c¨¢maras y, con el objetivo bien limpio y abierto, viajaron a los Estados mexicanos de Oaxaca y Chiapas, y al vecino centroamericano de El Salvador. All¨ª, a trav¨¦s de los ojos de sus protagonistas, se toparon con algo fuera de gui¨®n: "La fortaleza de esp¨ªritu que tienen y la fe porque saben que van a llegar, saben que quieren llegar y saben a qu¨¦ agarrarse" relata con cierto desconcierto el int¨¦rprete de filmes como Y tu mam¨¢ tambi¨¦n y Amores perros.

Saben que llegar¨¢n. La frase que repite Garc¨ªa Bernal, que permanece visible en su cabeza, y sobre la que reflexiona durante la conversaci¨®n hasta reconocer que rompi¨® sus "esquemas", resuena tambi¨¦n en la voz de los inmigrantes durante los cortometrajes. "Viajo a Estados Unidos para que mis hijos tengan de todo porque es lo que m¨¢s deseo en la vida" cuenta desde las v¨ªas del tren una de las tres hondure?as con las que Garc¨ªa Bernal charla en el corto Six out of ten (Seis de cada diez). "Eso es lo que me motiv¨® a viajar y s¨¦ que voy a llegar", zanja emocionada. No es cosa f¨¢cil. Seg¨²n los datos de la secci¨®n mexicana de Amnist¨ªa Internacional, 10.000 inmigrantes fueron secuestrados el pasado a?o en un periodo de tan solo seis meses. Es su primer temor: el secuestro, la falta de dinero para el rescate, la muerte. Un escenario que deja m¨¢s preguntas que respuestas en la experiencia de Garc¨ªa Bernal. "Si est¨¢n dispuestos a pasar por este mal viaje, infierno y monstruo, ?de qu¨¦ vienen huyendo?". ?O qu¨¦ esperan encontrar? M¨¢s datos: seis de cada diez mujeres y ni?as inmigrantes que cruzan M¨¦xico hacia el vecino del norte sufren la violencia sexual.

"Uno se pregunta c¨®mo puede haber tanta maldad en la humanidad para masacrar as¨ª" se interroga Garc¨ªa Bernal al recordar el pasaje de la pieza Seaworld en el que se detalla c¨®mo las mafias -peque?as "banditas", aclara- introducen en bidones de gasolina a inmigrantes, a veces incluso vivos, para borrarles del mapa. "Ya les robaron, les quitaron todo. ?Qu¨¦ necesidad hay? ?Para qu¨¦? No hay modo de entenderlo". No hay explicaci¨®n a tanta crueldad, aunque quiz¨¢ s¨ª alguna aproximaci¨®n: "Son gente [las bandas] que ya hizo ese viaje y lo entienden. Tienen la capacidad de no tener empat¨ªa". Pero como de contradicciones est¨¢ llena la frontera, existe tambi¨¦n un extremo opuesto cargado de "buena onda", de gente que ayuda sin m¨¢s. "Uno piensa que ya no existe esto en el planeta" afirma descre¨ªdo el actor mexicano. "Est¨¢n ah¨ª presentes, luchan todos los d¨ªas arriesgando sus vidas por los que no aparecen en nuestro cotidiano". Y dejan lecciones que sirven al otro lado de cualquier frontera. Como la del padre Alejandro Solalinde, responsable de un albergue en Ciudad Ixtepec (Oaxaca): "Los inmigrantes no son un peligro, son una oportunidad. Vienen con valores y cosas hermosas" asevera lleno de admiraci¨®n. "Y todos tenemos derecho a estar mejor". Religi¨®n a parte, am¨¦n.

Seaworld