Territorios para la locura
Miles de ni?os y adolescentes pasan por los Parques de Navidad de las tres provincias - Las entradas oscilan entre 2,5 y 7,5 euros
"?Eso, quiero ir a eso!". Aimar, de seis a?os, rubio y con gafas, sale disparado de una de las actividades del Parque Infantil de Navidad (PIN), instalado en el BEC de Barakaldo [hasta el 9 de enero; siete euros la entrada]. Acaba de pescar peces con una ca?a imantada y ahora quiere escalar una pared acondicionada para que los ni?os emulen a sir Edmund Hillary. Antes de arrastrar a sus padres y a su hermano Aritz, de cuatro a?os, a otra actividad, Aimar aclara que su agenda del d¨ªa incluye una parada en la zona de videojuegos.
Una pista de patinaje sobre hielo y los metros cuadrados dedicados a Super Mario son dos de las atracciones que muchos de los miles de ni?os y adolescentes que pasan estos d¨ªas por el PIN baracald¨¦s apuntan como imprescindibles. Vitoria [centro c¨ªvico de Hegoalde, hasta el 5 de enero; 2,5 euros la entrada] y San Sebasti¨¢n [Kursaal, hasta el 4 de enero; seis euros la entrada y 7,5 para el espect¨¢culo de payasos] cuentan tambi¨¦n con sus propios parques, que re¨²nen estos d¨ªas a bandadas de escolares que, aunque de vacaciones, quedan con los amigos de pupitre, vecinos o primos para acercarse all¨ª.
"?Eso, quiero ir a eso!", gritaba un ni?o de seis a?os en el BEC de Barakaldo
Los videojuegos y una pista de patinaje son dos de las principales atracciones
Entre la marea de j¨®venes, colas, gritos y dedos que se?alan pr¨®ximos objetivos, se distinguen uniformes improvisados. Sudaderas moradas, azules o verdes. Son los monitores, que con a?os de experiencia en el PIN, acompa?an a los m¨¢s peque?os. La responsabilidad no les impide disfrutar. "Cuando ¨¦ramos peque?as nos encantaba subir al escenario a cantar y bailar. Hoy tambi¨¦n lo haremos", explican dos monitoras, Ane y Naira, ambas de 17 a?os.
El amplio n¨²mero de actividades concentradas en los 50.000 metros cuadrados ?tres pabellones? que el BEC ha puesto a disposici¨®n del Parque Infantil pueden marear a cualquiera. Jimena, de cuatro a?os, mira hipnotizada las barracas. Su padre, Nacho, de 44, recuerda que ¨¦l acud¨ªa al PIN de peque?o: "Antes se hac¨ªa en la Feria de Muestras en Bilbao y tambi¨¦n hab¨ªa muchas cosas, quiz¨¢s m¨¢s atracciones y menos actividades, pero no te pod¨ªas aburrir".
El ambiente lo completan puestos de comida r¨¢pida, chucher¨ªas y juegos de habilidad. Por un d¨ªa, a los ni?os se les permite desayunar algod¨®n de az¨²car o helado, aunque en la calle los term¨®metros no suban de los siete grados.
El padre de los mellizos Bego y Xavi, de ocho a?os, cabila c¨®mo fumarse un cigarro. No encuentra puerta por la que salir y echar una calada. Los hijos no se deciden. La ni?a quiere que le pinten la cara, pero su padre le recuerda que a las cuatro participa en un campeonato de balonmano y que hasta entonces habr¨¢ que dejar las pinturas a un lado. El ni?o insiste en practicar tiro con arco o "jugar con la play y eso" y mientras el progenitor pregunta: "?Sabes d¨®nde se puede fumar?"
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