Un (mal) d¨ªa sin voluntarios
La colaboraci¨®n desinteresada y gratuita beneficia a siete millones de personas en Espa?a
En el Banco de Alimentos de Madrid hoy no hay reparto. A primera hora de la ma?ana no hay furgonetas a la entrada del almac¨¦n de esta organizaci¨®n ben¨¦fica que distribuye comida gratis a entidades dedicadas a la asistencia de personas desfavorecidas. Tampoco hay tr¨¢fico de carritos, ni personas afanadas en la carga y descarga. Los productos donados por las empresas y por el Fondo Social Europeo se acumulan en los pal¨¦s. M¨¢s de 20.000 kilos de comida no llegar¨¢n hoy a su destino, los comedores sociales de la Comunidad de Madrid.
En el comedor de San Vicente de Pa¨²l, el m¨¢s grande de la capital, nadie probar¨¢ bocado. La par¨¢lisis del Banco de Alimentos se ve agravada por la falta de personal que cocine, organice y sirva las 500 raciones diarias que reparte el comedor. Isabel Corral espera en una larga cola para recibir su ¨²nica comida del d¨ªa. Vive en la calle desde que en 2002 la Seguridad Social dejara de pagarle "injustamente" la prestaci¨®n por invalidez. Pero hoy su est¨®mago se quedar¨¢ vac¨ªo.
Sin voluntarios, el servicio ir¨ªa m¨¢s lento, se perder¨ªa "calidez en el trato" y el 24,5% de las ONG asistenciales desaparecer¨ªan
La dedicaci¨®n de los voluntarios sociales equivale a 253.599 trabajos a tiempo completo
"Un mundo sin voluntarios ser¨ªa la selva", dice el vicepresidente de Cruz Roja, Fernando del Rosario
En un polideportivo del barrio de San Blas, la pelota de Guillermo, Miguel y Gregorio bota hoy con menos energ¨ªa que de costumbre. Han podido jugar al tenis pero no con la misma compa?¨ªa que otras tardes. Estos tres chicos tienen un trastorno del espectro autista (TEA) y estudian en un centro con otros 70 ni?os que tambi¨¦n se han sentido m¨¢s solos haciendo atletismo o en las clases de guitarra.
Caos
En el piso de P.G.S. esta tarde reina el caos. No se han cumplido los turnos de limpieza y el fregadero est¨¢ lleno de vasos y platos sucios. ?l y sus cuatro compa?eros est¨¢n desintoxic¨¢ndose de las drogas y viven en un piso de la organizaci¨®n que supervisa su tratamiento. Hoy no hay nadie que controle los horarios, ni que charle con ellos para ver c¨®mo llevan su recuperaci¨®n.
Un par de horas m¨¢s tarde, en Vallecas, un grupo de inmigrantes subsaharianos se concentra frente al local de una ONG, aunque la persiana lleva todo el d¨ªa bajada. No hay quien les ense?e espa?ol, ni los asesore jur¨ªdicamente, ni quien los acompa?e al m¨¦dico o a empadronarse, ni siquiera alguien para charlar un rato y compartir un cigarrillo.
Anochece y todav¨ªa nadie ha ido a ver c¨®mo est¨¢n Crist¨®bal y Mar¨ªa, dos personas que viven en la calle. Nadie les ha ofrecido algo de comer, ni un caldo caliente con el que subir su temperatura. Han seguido soportando las miradas de desprecio de los vecinos y la indiferencia de los viandantes. Una vez m¨¢s, tienen que conformarse con mantas sucias y cartones.
Todo lo contado hasta el momento es una ficci¨®n. Es lo que pasar¨ªa si durante un d¨ªa dejaran de existir los cuatro millones de voluntarios que hay en Espa?a, cifra del Observatorio de Econom¨ªa Social. Del total, un mill¨®n se dedica a la atenci¨®n a necesitados (ancianos, inmigrantes, discapacitados...). Del trabajo gratuito de este mill¨®n de voluntarios se benefician entre seis y siete millones de personas, seg¨²n el presidente de la Plataforma del Voluntariado, Luciano Poyato. Los voluntarios acompa?an, apoyan, atienden, cuidan, educan, escuchan, juegan, orientan...
El peso de los voluntarios
En la vida real el trabajo ha empezado temprano en el Banco de Alimentos de Madrid. Rafa organiza la llegada y el reparto de los alimentos, Mari Carmen clasifica las legumbres en bolsas, Bel¨¦n carga las furgonetas... Junto con otras 147 personas forman el equipo de voluntarios. En toda Espa?a, son 1.200. Carmen lleva dos a?os y medio ayudando: "Al prejubilarme quer¨ªa hacer voluntariado pero no con ni?os ni ancianos para no llevarme la tristeza a casa". Gracias a los voluntarios -el 97% de la plantilla- m¨¢s de ocho millones de toneladas de comida llegan al a?o a 330 comedores sociales de Madrid.
Parte de esta comida tiene como destino el comedor de San Vicente Pa¨²l, donde medio centenar de personas aguarda su turno en la cola. Isabel, que encabeza la fila, coge la bandeja y un par de voluntarios le sirven la comida. Hoy el men¨² se compone de jud¨ªas y huevos duros. En total, 110 voluntarios colaboran en las tareas de acogida, asistencia y comedor que ofrece el centro. Sin ellos, "el servicio seguir¨ªa funcionando, pero todo ir¨ªa m¨¢s lento", asegura la directora Mar¨ªa del Carmen Briones.
Despu¨¦s de comer, mientras Isabel ve la televisi¨®n en una de las salas del centro, Guillermo, Miguel y Gregorio van a jugar al tenis con Alberto Saiz, un voluntario de 54 a?os que acompa?a a dos monitores de Pauta, una ONG que atiende a ni?os con TEA. Lleva m¨¢s de un a?o colaborando y forma parte del grupo de 17 voluntarios. "Son pocos porque no podemos dejar que las actividades dependan de voluntarios y, si no est¨¢n, se dejen de hacer cosas", explica Gema Alcolea, directora del servicio de ocio de Pauta. Aun as¨ª, destaca la importancia del voluntariado: "Dan un aire fresco a la asociaci¨®n, hacen que los chicos puedan entablar una relaciones personales nuevas".
En la casa de P.G.S. todo ha transcurrido seg¨²n la normalidad que marcan horarios y normas. Tiene 35 a?os y est¨¢ en la recta final de su tratamiento de desintoxicaci¨®n de las drogas. Vive en un piso de Proyecto Hombre con cuatro compa?eros. Pero en la vivienda no habitan solo ellos, est¨¢n acompa?ados las 24 horas. Dos de los cuidadores son contratados, el resto, unas 20 personas, voluntarios que se turnan para cubrir todo el d¨ªa. Adem¨¢s de estar en casa, los acompa?an en la calle. "Van con nosotros y nos dan tranquilidad, nos quitan la tentaci¨®n de doblar la esquina y desaparecer". Tambi¨¦n controlan que las normas se cumplan. "Si no estuvieran, esto ser¨ªa un l¨ªo". Proyecto Hombre tiene 2.000 voluntarios en toda Espa?a.
A ¨²ltima hora de la tarde, mientras P.G.S. vuelve a casa tras su terapia, una decena de inmigrantes acude a clases de espa?ol en el local de la asociaci¨®n Nueva Huella . Las letras del abecedario rodean la pizarra y una de las 10 voluntarias explica qu¨¦ significan algunas palabras. Nueva Huella fue creada por voluntarios y se mantiene gracias a ellos. Adem¨¢s de las clases, presta servicios de formaci¨®n, asesor¨ªa jur¨ªdica y acompa?amiento a 35 inmigrantes actualmente. "Estamos para lo que les haga falta", dicen sus responsables. Nuria Raigal, una de sus fundadoras, va m¨¢s all¨¢: "Si los voluntarios desaparecen, la asociaci¨®n tambi¨¦n". Nueva Huella forma parte del 24,5% de entidades que solo se nutre de voluntarios.
Acaban las clases y a las nueve de la noche Mar, Ana, Mar¨ªa y El¨ªas comienzan su ruta en busca de personas que duermen en la calle. Estos voluntarios de la ONG Solidarios visitan a los sin hogar de su zona asignada. Madrid est¨¢ dividida en 12 ¨¢reas y cada grupo recorre una. Los voluntarios conocen cada puente, cada calle con soportales, cada esquina resguardada del fr¨ªo, equipados con chocolatinas y termos con caldo o caf¨¦. Atienden a 300 personas, la mitad de los sin hogar de Madrid. En su encuentro, Crist¨®bal les cuenta lo harto que est¨¢ de no tener un albergue para dormir y Mar¨ªa les habla del miedo que siente porque su pareja la maltrata; tiene el dedo roto y los voluntarios intentan convencerla de que vaya al hospital. Si esta ONG no existiera, explica su coordinador, Jes¨²s Sand¨ªn, se romper¨ªa el puente entre la persona sin hogar y las administraciones. "Les explicamos los recursos disponibles y hacemos un seguimiento de cada caso", explica.
En C¨¢ritas alegan que sin voluntariado "mucha gente estar¨ªa en una situaci¨®n de total abandono y la atenci¨®n perder¨ªa la calidez del trato hacia el necesitado". Con todo, Espa?a con un 12% de poblaci¨®n voluntaria, se sit¨²a muy por debajo de otros pa¨ªses europeos como Suecia, con un 31% de voluntarios, o Austria con un 28%. El vicepresidente de Cruz Roja, Fernando del Rosario, lo ve claro: "Un mundo sin voluntarios ser¨ªa la selva".
Discapacitados y ni?os, los m¨¢s atendidos
En Espa?a hay 317.000 organizaciones sin ¨¢nimo de lucro. De ellas 151.000 est¨¢n activas seg¨²n un informe del Centro de Investigaci¨®n e Informaci¨®n sobre la Econom¨ªa P¨²blica, Social y Corporativa (CIRIEC).
El ¨²ltimo informe de la Fundaci¨®n Luis Vives revela que la acci¨®n de los voluntarios se centra en la formaci¨®n, la educaci¨®n y la asistencia psicosocial y beneficia principalmente a discapacitados y ni?os. Con una dedicaci¨®n media de cinco horas a la semana, su trabajo corresponde a 253.599 empleos a tiempo completo, un n¨²mero equivalente al de todos los profesores de educaci¨®n primaria y secundaria, sumado al de todos los polic¨ªas nacionales.
En 2008, el 80% de los impuestos recaudados en la declaraci¨®n de la renta gracias a la casilla de fines solidarios se destin¨® a organizaciones de acci¨®n social en Espa?a. La mayor parte de los 190 millones de euros recaudados fue para las personas mayores (55 millones), discapacitados (45 millones) e infancia (15,5 millones).
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