Un mapa contra la violencia sexual en Egipto
La web 'harassmap' registra las agresiones como m¨¦todo de lucha
Pertenecer a las hijas de Eva y vivir en un pa¨ªs ¨¢rabe supone haber sido, ser o estar a punto de ser v¨ªctima de alg¨²n tipo de abuso sexual f¨ªsico o verbal. La calle, los mercados, los medios de transporte... cualquier lugar es id¨®neo para un roce leve, un apret¨®n, un pellizco o un toqueteo en toda regla. Los m¨¢s sofisticados buscan con el codo los senos al cruzarse con una mujer en la acera, los menos educados susurran frases obscenas o deslizan sus manos a nalgas y pubis. Y no se trata de la excepci¨®n, sino de la regla.
A pesar de que no existen estad¨ªsticas contundentes al respecto, una serie de estudios realizados por organizaciones locales en los ¨²ltimos a?os muestran que son muchos (y cada vez m¨¢s), los actos de violencia sexual cometidos contra mujeres en su vida diaria. En Egipto, seg¨²n el estudio llevado a cabo por el Centro Egipcio para los Derechos de las Mujeres (ECWR, en sus siglas en ingl¨¦s), han sido hostigadas alguna vez el 83% de las egipcias y el 98% de las extranjeras, y hay un incidente de acoso sexual o violaci¨®n cada 30 minutos y 20.000 v¨ªctimas al a?o, seg¨²n el Centro Nacional de Estudios Sociales y Criminol¨®gicos.
Con estas cifras los proyectos para combatir el acoso se hacen indispensables. Uno de los m¨¢s exitosos es harassmap. Este proyecto busca desde hace dos meses y medio implementar un nuevo sistema de notificaci¨®n de casos de violencia sexual, a trav¨¦s de mensajes de texto en Egipto. Una de sus fundadoras, Rebecca Chaio, explica que buscaban medios confidenciales para informar de los casos tan pronto como se produzcan. "De ese modo garantiz¨¢bamos la privacidad de la mujer ", detalla. Las denuncias llegan tambi¨¦n a trav¨¦s de internet. Facebook y Twitter, dos de los medios m¨¢s utilizados. Toda esta informaci¨®n se plasma en un mapa que sirve como "promoci¨®n, prevenci¨®n, y herramienta de comunicaci¨®n", se?ala Chiao. Adem¨¢s de poner de relieve la gravedad y la prevalencia de este problema.
Los ni?os pueden llegar a convertirse en enjambres de moscones repugnantes que cuelan sus manitas por cualquier lugar antes de echar a correr. Suzy, una cristiana copta de 28 a?os trabaja como profesora de ingl¨¦s en Shobra, un barrio perif¨¦rico de El Cairo. Camina siempre con la mirada fija frente a ella o en el suelo: "Tengo miedo a preguntar por una direcci¨®n o a cruzarme con un grupo de chavales", afirma. La media de edad de los acosadores en Egipto, seg¨²n el ECWR, se sit¨²a, de m¨¢s a menos, en los varones de entre 19 y 24 a?os, 25 y 40, menores de 18 y mayores de 41. Y el 61% de los hombres reconoce haberlo sido en alguna ocasi¨®n. "Unos me dicen que vaya a su casa y lo que van a hacerme, otros insisten en pedir mi n¨²mero de tel¨¦fono", lamenta Suzy que est¨¢ casada y tiene una hija de tres a?os. Su marido, tambi¨¦n profesor, la insta a no llegar tarde a casa, para evitar encuentros indeseados y ella acostumbra a "pedirle permiso", si debe ausentarse.
Los principios del proyecto fueron muy duros, seg¨²n cuenta Rebecca Chiao, pero compensa ver que con el paso del tiempo cada vez reciben m¨¢s y m¨¢s denuncias. Hasta 350 de 150 mujeres diferentes. Sin olvidar que casi siempre son las m¨¢s j¨®venes las que acceden a este tipo de recursos. Por eso se han lanzado a la calle para formar y concienciar de que el acoso es un problema real al que hay que enfrentarse. "No es que el problema aqu¨ª sea mayor que en otros pa¨ªses ¨¢rabes, pero existe y hay que denunciarlo", explica Chiao.
En la web se pueden consultar denuncias, puntos calientes donde se producen los acosos y, adem¨¢s, leer un argumentario sobre los peligros de normalizar las actitudes violentas contra las mujeres. Cualquiera puede hacerse eco. Para Rebecca Chiao este es solo el primer paso.
"Nos enfrentamos a un fen¨®meno que est¨¢ limitando el derecho de la mujer a moverse y pone en peligro su participaci¨®n en todos los ¨¢mbitos de la vida", explica Nehad Abul Komsan, abogada y consejera del ECWR. En Bahrein o en Yemen, donde las mujeres se cubren por completo, o en Siria, ya son los hombres los que acuden a mercados y tiendas para evitar a sus esposas el bochorno de estas situaciones.
El acoso ha sido siempre un problema en las naciones de Oriente Medio , pero no hab¨ªa sido apenas discutido hasta que hace tres a?os empezaron a aparecer en blogs v¨ªdeos de una multitud de hombres atacando a mujeres en el centro de El Cairo durante el Eid al-Fitr, una importante festividad musulmana. Las cosas han mejorado en el ¨²ltimo a?o y la sociedad y las autoridades est¨¢n m¨¢s concienciadas y las mujeres hablan con mayor libertad sobre este tema, incluso han empezado a denunciar las agresiones. Pero el hostigamiento persiste porque las leyes no lo castigan y no existe una verdadera conciencia del problema. Algo, que tambi¨¦n avanza aunque lentamente gracias, en parte a proyectos como harassmap que no solo denuncian sino que mueven conciencias.
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