El sur de Enc¨¦lado emite tanto calor como 20 centrales el¨¦ctricas
Los datos de la nave 'Cassini' muestran en el sat¨¦lite de Saturno una emisi¨®n de energ¨ªa interna que los cient¨ªficos no saben explicar
La zona Sur de Enc¨¦dalo, una de las lunas de Saturno, concentra peculiaridades suficientes como para llamar especialmente la atenci¨®n de los cient¨ªficos. Es un ¨¢rea geol¨®gicamente activa, y dicha actividad se centra en cuatro grandes fisuras lineales de 130 kil¨®metros de largo cada una y un par de kil¨®metros de ancho. Se las llama las rayas de tigre y pro ellas emergen constantemente chorros de part¨ªculas de hielo y vapor de agua a temperaturas elevadas debido al calor interno de Enc¨¦dalo. Esta actividad se conoce desde 2005. Ahora, los investigadores de Cassini, la nave espacial de la NASA y la Agencia Europea del Espacio (ESA) que est¨¢ observando el planeta de los anillos y su entorno, han medido la energ¨ªa cal¨®rica en la zona polar sur de Enc¨¦lado: 15,8 gigavatios, lo que equivale a unas 20 centrales el¨¦ctricas de carb¨®n. Esto significa m¨¢s de un orden de magnitud superior a lo que hab¨ªan calculado los cient¨ªficos.
"El mecanismo capaz de producir la alta energ¨ªa interna observada es un misterio y un reto para los modelos actuales de producci¨®n cal¨®rica prolongada", afirma Carly Howett, l¨ªder de la investigaci¨®n, que se publica en el Journal of Geophysical research. Un estudio previo, de 2007, hab¨ªa planteado que el calor interno de Enc¨¦dalo podr¨ªa generarse por las fuerzas de marea provocadas por la resonancia orbital entre esta luna y otra, Dione, pero no ser¨ªa superior a 1,1 gigavatios. El calor de la radiactividad natural del interior de Enc¨¦dalo podr¨ªa aportar 0,3 gigavatios m¨¢s, informa en un comunicado el Jet Populsion Laboratory (JPL), responsable de la misi¨®n Cassini.
Howett (Southwest Research Institute in Boulder, Colorado), junto con John Spencer (del mismo instituto) y John Pearl (Goddard Space Flight Center, de la NASA) han utilizado medidas de espectrometr¨ªa tomadas por la Cassini en 2008 que abarcan toda la regi¨®n polar sur de esa luna de Saturno.
Una posible explicaci¨®n del alto nivel de calor observado es que la relaci¨®n orbital de Enc¨¦dalo con Saturno y con Dione cambia con el tiempo, explica el JPL. As¨ª habr¨ªa fases de mayor y menor intensidad del calor inducido por las fuerzas de marea y la Cassini habr¨ªa tenido la suerte de presenciar una de las fases de mayor actividad.
El mayor flujo de calor mayor de lo previsto ahora medido confiere m¨¢s fuerza a la hip¨®tesis de la existencia de un oc¨¦ano bajo la superficie de Enc¨¦dalo, dice Howett. Los an¨¢lisis de las part¨ªculas de hielo de las plumas que salen de las rayas de tigre desvelan que algunas de ellas son ricas en sales, lo que sugiere que pueden ser gotas heladas de un oc¨¦ano salado en contado con el centro rocoso rico en minerales de esa luna. La presencia de un oc¨¦ano bajo la superficie de Enc¨¦dalo, o quiz¨¢s un mar polar entre la capa helada superficial y el interior rocoso incrementar¨ªa el efecto del calentamiento inducido por las fuerzas de marea al permitir una mayor distorsi¨®n de la capa helada, concluyen los expertos de JPL.
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