El Papa recibe a 2.000 gitanos en el Vaticano

Por primera vez en la historia, un Papa ha recibido en audiencia al pueblo gitano en el Vaticano. Engalanados y sonrientes, 2.000 miembros de la comunidad roman¨ª, muchos de ellos residentes en campos n¨®madas de Italia, han acudido al encuentro con Joseph Ratzinger.

En su discurso, el Papa ha recordado el Porraimos (La Gran Destrucci¨®n), el holocausto de los gitanos perpetrado por los nazis en el que se calcula que fueron exterminadas 600.000 personas, y ha llamado a las instituciones a trabajar por la integraci¨®n y a poner fin a "las vejaciones, el rechazo y el desprecio" contra los cal¨¦s.

Varios representantes de la comunidad gitana han tomado la palabra y han contado sus historias. La vida en los campamentos legales o ilegales, la marginaci¨®n, la imposible integraci¨®n de los ni?os que son desalojados de sus chabolas, la mala salud, la xenofobia y el racismo que reciben all¨¢ donde van.

En Hungr¨ªa, en Ruman¨ªa, pero tambi¨¦n en Francia o en Italia, la persecuci¨®n de los roman¨ªes sigue siendo una constante. Hace solo unos d¨ªas, el Gobierno de Silvio Berlusconi y la Liga del Norte trat¨® de poner a los gitanos en el centro de la campa?a electoral de las municipales diciendo que Mil¨¢n se convertir¨ªa en una "gitan¨®polis" si ganaba la izquierda.

En su discurso, Benedicto XVI ha replicado a esas voces citando a Pablo VI, que en 1965 dijo que los gitanos estaban en el coraz¨®n de la Iglesia. "Tambi¨¦n yo repito con afecto: vosotros est¨¢is en la Iglesia, sois una amada porci¨®n del pueblo de Dios peregrino y nos record¨¢is que aqu¨ª abajo no tenemos una ciudad estable, sino que estamos buscando la ciudad del futuro", ha dicho.

La cita ha festejado el 75¡ã aniversario del martirio y los 150 a?os del nacimiento del gitano espa?ol Ceferino Gim¨¦nez Malla, un franciscano que fue fusilado en Barbastro (Huesca) en 1936 por las milicias republicanas. Gim¨¦nez fue beatificado por Juan Pablo II en 1997.

El Papa ha aconsejado a los gitanos que busquen "siempre la justicia, la legalidad y la reconciliaci¨®n", y les ha animado a esforzarse "por no ser nunca causa del sufrimiento de los dem¨¢s".

La historia de los roman¨ªes, ha dicho Ratzinger, "es una historia compleja y en algunos per¨ªodos dolorosa". Los gitanos "no han vivido ideolog¨ªas nacionalistas, no han aspirado a poseer tierras o a dominar a otros pueblos". El drama del exterminio en los campos nazis, ha dicho, no ha sido todav¨ªa suficientemente reconocido. "Pero la conciencia europea no puede olvidar tanto dolor", ha concluido.