Aplazado el desahucio de una mujer enferma y su hijo discapacitado en Malasa?a
Medio centenar de personas se han concentrado, por segunda vez, para impedir el desalojo
La comisi¨®n judicial ha aplazado hasta nueva orden de la juez el desahucio de Antonio Quiroga y su madre, Victoria Sanz. Ella padece c¨¢ncer terminal, diabetes, sobrepeso, no puede moverse y hace m¨¢s de cuatro meses que apenas se levanta del butac¨®n en el que come, duerme y vive. ?l presenta un 41% de discapacidad y se gana la vida vendiendo cupones de la ONCE en el barrio de Quintana.
Adeudan 20 meses de alquiler, unos 5.000 euros, a la inmobiliaria Prado Norte por un piso de renta antigua que habitan desde 1945. Aseguran que han intentado ponerse al corriente de los pagos pero que la promotora quiere echarlos para poder subir las mensualidades de arrendamiento que ahora son de 250 euros.
Medio centenar de personas vinculadas a la Plataforma de Afectados a la Hipoteca (PAH) y a las asambleas del 15-M se han concentrado a las puertas del domicilio, en la calle del Norte n¨²mero 23, durante m¨¢s de seis horas para impedir el desalojo pero Antonio estaba resignado. Desde las ocho de la ma?ana dos personas del servicio de mudanzas embalaban todo lo que hab¨ªa en la vivienda, desde cepillos de dientes hasta cortinas. "Para no perder lo poco que tenemos cuando venga a echarnos, hemos decidido empaquetarlo ya", explicaba Antonio. Sus abogados tampoco tra¨ªan buenas noticias:"No hay ninguna resoluci¨®n judicial todav¨ªa", en referencia a los recursos que han interpuesto para que se declare nulo el juicio y se paralice el desahucio. "La ¨²nica v¨ªa que nos queda es que la comisi¨®n judicial paralice el procedimiento", se?alaban los letrados Alberto Mart¨ªn y Guadalupe Bustos.
Mientras uno de los abogados hablaba con la prensa los cerrajeros se han colado en el portal pero pronto los manifestantes les han cortado el paso y han salido voluntariamente. Uno de estos encargados de cambiar la cerradura afirmaba que el de hoy era su segundo desahucio y que cumplir con estos casos "es muy dif¨ªcil".
En torno a las once y cuarto de la ma?ana los representantes del juzgado han llegado al piso del barrio de Malasa?a. Tras una ardua y tensa negociaci¨®n, los abogados de la uni¨®n de trabajadores de la ONCE han aceptado la oferta de la secretaria judicial de dejar que la comisi¨®n subiera a la vivienda para dar fe del grave estado de salud de Victoria, siempre que los agentes de la Polic¨ªa Municipal se quedaran en el umbral del portal. La comisi¨®n judicial ha aceptado, los indignados tambi¨¦n, pero entre gritos de "Este piso, no se entrega" y la melod¨ªa de una marcha f¨²nebre interpretada a golpe de tambor.
Las horas pasaban. "Paciencia" ped¨ªa desde las ventanas uno de los portavoces de la PAH, Eloi Morte. Los ¨¢nimos en la calle se fueron relajando, los concentrados, en su mayor¨ªa ya expertos en sopesar el curso de un desahucio, defend¨ªan la tesis de que esperar "es buena se?al".
Pasadas las dos del mediod¨ªa, uno de los abogados daba la noticia: "El desalojo se ha aplazado hasta nueva orden de la jueza por "motivos humanitarios". Antes de fijar una nueva fecha de lanzamiento, un m¨¦dico forense deber¨¢ examinar a la mujer de 84 a?os y un trabajador social deber¨¢ ofrecer una alternativa de vivienda para madre e hijo. El SAMUR social, que hoy se ha acercado al domicilio, solo ha ofrecido tres d¨ªas de albergue en caso de que el desahucio se produjera hoy.
Esta es la segunda vez los indignados prestan su apoyo a esta familia, en julio ya aplazaron su salida por cuestiones de "orden p¨²blico". Tras conocerse la noticia Antonio ha salido a agradecer el apoyo: "Gracias de coraz¨®n", ha dicho Quiroga. Los indignados: "Hasta la pr¨®xima".
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