China vuelve a subirse a la bicicleta
Es el pa¨ªs que m¨¢s contamina y el que m¨¢s autom¨®viles a?ade cada a?o a sus carreteras, pero tambi¨¦n se ha convertido en el mayor mercado de bicis el¨¦ctricas, y quiere inundar con ellas el mundo
Los chinos se han cansado de pedalear. Por lo visto, en vidas pasadas ya lo hicieron como para cubrir varios siglos de ejercicio, y ahora su aspiraci¨®n es subirse a cuatro ruedas propulsadas por el motor m¨¢s potente del mercado. Afortunadamente para el planeta, no todos los 1.350 millones de habitantes pueden adquirir un autom¨®vil. As¨ª que el pa¨ªs de las bicicletas del imaginario colectivo occidental sigue vigente, pero con una importante diferencia: muchas ya no se mueven por el esfuerzo humano, sino gracias a un impulso el¨¦ctrico.
Basta con tratar de cruzar una calle cualquiera en China para darse cuenta, con un sobresalto, de que las bicicletas el¨¦ctricas se han adue?ado del asfalto. R¨¢pidas, silenciosas y baratas, son ya el medio de transporte m¨¢s popular del gigante, donde se estima que circulan unos 130 millones de unidades, 30 millones m¨¢s que autom¨®viles. Y, de acuerdo con un estudio del instituto Pike Research, especializado en tecnolog¨ªas limpias, ese n¨²mero se triplicar¨¢ en cuatro a?os. Entre 2010 y 2016 se vender¨¢n en el mundo 466 millones de veh¨ªculos de dos ruedas propulsados por motores el¨¦ctricos, y el 95% ser¨¢ adquirido por chinos.
Pueden rodar hasta 60 kil¨®metros sin necesidad de ser recargadas
As¨ª, no es de extra?ar que los principales fabricantes se encuentren tambi¨¦n en el pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo. Xinri es, con una capacidad de producci¨®n de cinco millones de unidades al a?o y clientes tan poderosos como la polic¨ªa o el servicio postal, el mayor productor del planeta. Y su ambici¨®n, que se demuestra en el hecho de que Jackie Chan es la imagen de la marca, va m¨¢s all¨¢ de las fronteras chinas.
Desde el a?o pasado exportan a pa¨ªses tan diferentes como Estados Unidos, Jap¨®n o Nigeria. Eso s¨ª, adaptadas a las necesidades de cada mercado. Las que cruzan el Pac¨ªfico o se quedan en Jap¨®n tienen el aspecto de una bicicleta de toda la vida, mientras que las destinadas al continente africano podr¨ªan competir en tama?o con una Harley Davidson. "All¨ª cumplen la funci¨®n de una motocicleta o de un motocarro y, como puede no haber un enchufe en muchos kil¨®metros, las bater¨ªas son m¨¢s potentes". Xinri comercializar¨¢ pronto en los pa¨ªses en desarrollo sus triciclos comerciales el¨¦ctricos, que ya se pudieron ver en los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn y en la Exposici¨®n Universal de Shan?gh¨¢i, y que servicios de limpieza de varias ciudades chinas utilizan actualmente. Mientras tanto, en su espectacular f¨¢brica de Wuxi, cada l¨ªnea de producci¨®n escupe una bicicleta cada 11 minutos.
En China, un territorio perfecto para experimentar con nuevas tecnolog¨ªas, caben todas las formas y colores. Las m¨¢s peque?as, con cesta delante, parrilla detr¨¢s y librea de colores chillones, son las preferidas de las mujeres, que, como apunta Chen Kaiya, uno de los directores t¨¦cnicos, "tambi¨¦n quieren que tengan pedales para evitar quedarse tiradas". Ellos prefieren, como de costumbre, las de mayor tama?o y potencia, "y los hombres se fijan mucho en el dise?o, no como sucede con las bicicletas tradicionales". Con las de Xinri, que muchas veces parecen esc¨²teres, es f¨¢cil superar los 70 kil¨®metros por hora, aunque algunas tienen instalado un seguro que impide pasar de 40, y pueden rodar entre 40 y 60 kil¨®metros con una carga completa.
"El sector vive una ¨¦poca dorada", explica el vicepresidente de la marca, Hu Gang. "La primera bicicleta el¨¦ctrica se produjo en China en 1996, y desde entonces se ha avanzado tanto como la industria de automoci¨®n en medio siglo. Creo que no es exagerado decir que pueden cambiar el mundo del transporte, sobre todo en los pa¨ªses en desarrollo. Es una alternativa excelente a los veh¨ªcu?los de combusti¨®n". Hu echa mano del refranero moderno chino para confirmar su tesis: "La bicicleta es demasiado cansada, el autob¨²s va siempre a rebosar, el coche es muy caro, y la moto, excesivamente peligrosa".
Una de las principales ventajas que se a?aden a los veh¨ªculos el¨¦ctricos en general es su respeto al medio ambiente. No obstante, se trata de una verdad a medias. "No se pueden desligar las bicicletas el¨¦ctricas de la fuente que proporciona la energ¨ªa que las carga", explica Guim Valls, un catal¨¢n que lleva dos a?os recorriendo el planeta subido a una bicicleta el¨¦ctrica.
Comenz¨® en Pek¨ªn con los Juegos de 2008 y espera llegar a Londres para encender el pebetero el a?o que viene. Y quiere demostrar que se pueden recorrer 8.000 kil¨®metros de forma completamente limpia y econ¨®mica. "En tiempos de crisis se deber¨ªa promover este tipo de transporte", dispara. Sus bater¨ªas de litio se cargan con placas solares que viajan en el remolque, as¨ª que la dependencia de la electricidad es m¨ªnima. "En China, no obstante, la mayor¨ªa de las bater¨ªas son de plomo, altamente contaminantes tanto en el proceso de producci¨®n como de reciclado y, si se cargan en la red normal, se est¨¢ quemando carb¨®n". Porque China obtiene de este mineral el 70% de sus necesidades energ¨¦ticas.
En Xinri son conscientes de que el reclamo de lo el¨¦ctrico no es suficiente para a?adir la coletilla "verde" en sus productos, aunque su vicepresidente asegura que los chinos no los adquieren por ecol¨®gicos, sino por baratos. "La tecnolog¨ªa de nuestras bater¨ªas es la m¨¢s avanzada y permite alargar su vida hasta a?o y medio. Pasado ese tiempo, nos encargamos del reciclado y promovemos un plan [Renove] para sustituirlas de forma m¨¢s econ¨®mica. Apostamos por las bater¨ªas de litio en el futuro, pero ahora son caras y la mayor¨ªa de nuestros clientes no quieren pagar m¨¢s de 3.000 yuanes [unos 330 euros] por una bicicleta", argumenta Hu.
Otro de los fantasmas que persigue al sector es el de la seguridad. Seg¨²n el diario The Wall Street Journal, en 2007 murieron en China 2.500 personas en accidentes de tr¨¢fico cuando conduc¨ªan sus bicicletas el¨¦ctricas. Ciudades como Shenzhen, en la provincia sure?a de Cant¨®n, han decidido prohibirlas despu¨¦s de que el a?o pasado estuvieran involucradas en el 15,7% de los accidentes. All¨ª las han bautizado como "las asesinas silenciosas". "Como con cualquier otro producto, lo importante es la responsabilidad del usuario", se defiende Hu. "Es importante que mejore la seguridad vial en China en todos los aspectos". Ya hay voces que piden su regulaci¨®n y que sea necesario un carnet para conducirlas, como cualquier ciclomotor.
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