La NASA retrasa de nuevo su predicci¨®n de ca¨ªda del sat¨¦lite
Los expertos creen que se precipitar¨¢ en el Pac¨ªfico entre las cinco de la madrugada y las nueve de la ma?ana.- En el rango de horas que contempla el margen de error, el 'UARS' pasar¨ªa dos veces sobre Espa?a
El satelite UARS est¨¢ ya en ¨®rbita a 160 por 170 kil¨®metros, y en el ¨²ltimo parte de la NASA, facilitado a la una y media de la madrugada, se ha retrsado de nuevo su impacto con la Tierra. Si en un principio su ca¨ªda estaba prevista a las tres de la madrugada, los expertos creen ahora que el sat¨¦lite podr¨ªa caer entre las cinco de la madrugada y las nueve de la ma?ana (hora espa?ola). Cuatro horas en las
que se prev¨¦ la ca¨ªda, el sat¨¦lite "estar¨¢ pasando sobre Canad¨¢, Africa y Australia, as¨ª como sobre vastas ¨¢reas de los oc¨¦anos Pac¨ªfico, Atl¨¢ntico e Indico", seg¨²n el comunicado de la NASA.
La actividad solar ha dejado de ser el factor principal en la tasa de descenso del artefacto, se?ala la NASA. Pero la orientaci¨®n del UARS parece que ha cambiado y ahora desciende m¨¢s despacio. Adem¨¢s, la NASA matiza que aunque es muy baja la probabilidad de que alg¨²n fragmento no se queme al entrar en la atm¨®sfera, no se puede descartar completamente.
Si aumenta la actividad solar se adelanta el impacto del aparato
La probabilidad de que alguien resulte herido es insignificante
Mientras tanto los expertos espaciales de todo el mundo realizan sus propios c¨¢lculos para intentar precisar la ca¨ªda del Upper Atmosphere Research Satellite (UARS). Uno de esos expertos internacionales en din¨¢mica orbital, Miguel Bell¨®-Mora, ingeniero aeron¨¢utico y director de la empresa Elecnor-Deimos ha informado a EL PA?S sobre los resultados de sus c¨¢lculos. La mayor probabilidad de ca¨ªda del sat¨¦lite la situar¨ªa en torno a las tres de la madrugada de ma?ana (hora peninsular) y lo har¨ªa sobre el Pacifico, pero advierte Bell¨®-Mora que sus proyecciones de ¨®rbita contemplan un error de m¨¢s o menos seis horas, y que est¨¢n realizadas con valores medios de la actividad solar, mientras que el valor puntual es un factor determinante del proceso de entrada en la atmosfera del sat¨¦lite.
En los c¨¢lculos de este ingeniero se observan tambi¨¦n las ¨®rbitas del UARS sobrevolando Espa?a en el plazo de doce horas (seis antes y seis despu¨¦s de las tres de la madrugada). En la primera ¨®rbita de sobrevuelo de la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica, en torno a las 21.30 esta noche, el sat¨¦lite entrar¨ªa por Almer¨ªa (sobre El Ejido, Roquetas) para avanzar hacia Lorca (Murcia) y salir por Gand¨ªa). En la segunda ¨®rbita de sobrevuelo de Espa?a, sobre las cinco de la madrugada, el UARS entrar¨ªa por Asturias (Avil¨¦s), pasar¨ªa sobre Burgos y saldr¨ªa por Valencia. En ambos casos, se?ala Bell¨®-Mora el sobrevuelo orbital ser¨ªa de pocos minutos y la probabilidad de impacto "es muy remota".
Norteam¨¦rica, descartada
Una ca¨ªda en territorio de Norteam¨¦rica qued¨® el jueves descartada en el parte diario de la NASA. A medida que se acerque el momento cr¨ªtico, la agencia espacial podr¨¢ indicar con mayor precisi¨®n los datos de hora y lugar. De momento, ha se?alado que la probabilidad de que el UARS produzca alg¨²n da?o a una persona es muy escasa (una entre 3.200) y lo m¨¢s seguro es que caiga en el oc¨¦ano, dado que la mayor parte de la superficie de la Tierra es agua. Al entrar en la atm¨®sfera, el UARS se destruir¨¢ y quemar¨¢ en su mayor parte, dadas las altas temperaturas que se generan por el rozamiento, pero algunas piezas pueden sobrevivir, 26 han calculado los ingenieros, sobre todo las de titanio y acero, y esas llegar¨ªan al suelo. La NASA ha declarado su inter¨¦s en recuperar cualquier pieza de su sat¨¦lite y pide, para ello, la colaboraci¨®n de ciudadanos y autoridades de los pa¨ªses en los que potencialmente pueden caer.
Como el UARS se puso en ¨®rbita con una inclinaci¨®n de 57 grados sobre el Ecuador, va barriendo toda la Tierra entre 57 grados de latitud Norte y 57 de latitud Sur, de manera que no puede entrar en la atm¨®sfera fuera de esta amplia franja.
El sat¨¦lite, que cost¨® 750 millones de d¨®lares (unos 540 millones de euros al cambio actual), se lanz¨® al espacio en 1991 con la misi¨®n de observar la capa de ozono del planeta, la composici¨®n qu¨ªmica de la alta atm¨®sfera, los vientos y las temperaturas. Fue un ¨¦xito y estuvo operativo, en ¨®rbita a 580 kil¨®metros de altura, m¨¢s tiempo de lo previsto, hasta 2005, cuando dej¨® de funcionar.
Ah¨ª se origin¨® el problema. Seg¨²n Bell¨®-Mora, "no se debe apurar hasta el ¨²ltimo momento la utilizaci¨®n de un sat¨¦lite, sino que hay que conservar algo de combustible y capacidad de control para planificar y dirigir su reentrada en la atm¨®sfera". Si se hace correctamente, como en el caso de la estaci¨®n Mir, en 2008, los controladores de un equipo en ¨®rbita que se deja de utilizar lo dirigen hacia el oc¨¦ano, normalmente el Pac¨ªfico (por su extensi¨®n), evitando as¨ª que puedan caer sus fragmentos en zonas habitadas.
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