Las escrituras de la casa, el marcapasos y la Virgen de los Reyes
Los habitantes de La Restinga cuentan lo que se llevaron de sus casas al ser evacuados el pasado martes
?Qu¨¦ se mete en una maleta si hay que abandonar una casa sin garant¨ªas de volver al menos a corto plazo? La pregunta es m¨¢s dif¨ªcil de contestar de lo que parece, como el ¨²nico deseo que los habitantes de Villar del R¨ªo pod¨ªan pedir a los americanos en Bienvenido Mr. Marshall. Y este martes esa cuesti¨®n dram¨¢tica le ha tocado responderla a los 600 habitantes de La Restinga, el peque?o pueblo del sur de El Hierro evacuado ante el riesgo de erupci¨®n volc¨¢nica.
La mayor¨ªa de ellos hab¨ªa pasado la noche en casa de amigos, en la isla, sobre todo en la localidad de El Pinar, capital del municipio al que pertenece su pueblo. Muchos manten¨ªan el extraordinario buen humor que han exhibido los herre?os estos d¨ªas y comentaban entre bromas la evacuaci¨®n, aunque hab¨ªa casos dram¨¢ticos, como el de Rosi y su pareja Suso, cuya ¨²nica propiedad es su casa y que se encuentran realojados en la residencia de estudiantes de Valverde.
Ellos ten¨ªan la bolsa hecha, con mudas, medicinas y las escrituras de propiedad de sus viviendas, pero otros improvisaron y en esa decisi¨®n tomada en cuesti¨®n de pocos minutos, descubrieron cu¨¢les eran prioridades en una situaci¨®n l¨ªmite. Para algunos era muy importante llevarse a sus animales dom¨¦sticos, como para la alemana Gabriele Kruger, cuyas fotos acudiendo al punto de encuentro con sus perros fue portada de varios medios. Kruger, por cierto, fue la ¨²ltima vecina en ser desalojada, pues se neg¨® hasta esta ma?ana a abandonar el pueblo aunque era obligatorio hacerlo.
Samara, madre de un ni?o de 21 meses, solo pens¨® en su hijo Israel: "Sus pa?ales, sus cereales, su biber¨®n, en ese momento no hab¨ªa otra cosa para m¨ª". Reyes, que charla con todo el que pasa por fuera del bar Los Mentideros ataviada con un sombrero de cow boy, presume de haberse marchado ligera de equipaje: "Solo una muda, ni el DNI. Dando a una tecla del ordenador si quieren me encuentran".
El que no pudo cumplir su deseo completamente fue Fernando Guti¨¦rrez, presidente de la cofrad¨ªa de pescadores. A ¨¦l le hubiera gustado llevarse su barco para poder faenar en otra parte de la isla, pero las autoridades, que hoy se mostraban dispuestas a permitirlo, se echaron para atr¨¢s en cuanto se conoci¨® que se confirmaban dos erupciones m¨¢s cerca de la costa de lo previsto.
Lilia Gonz¨¢lez Quintero, de 83 a?os, tuvo en cambio dos oportunidades. Cuenta con gran pesar el desalojo de su casa, de la que apenas sal¨ªa nunca, porque es lo ¨²nico que tiene y porque como est¨¢ "mal construida, relleno de arena lo que deb¨ªa ser un s¨®tano" y ya con grietas, teme no volver a encontrarla. "El d¨ªa de la evacuaci¨®n saqu¨¦ la medicaci¨®n y los cacharros del marcapasos", cuenta comiendo un racimo de uvas desde una casa de la familia en El Pinar. "Y hoy [se ha permitido a algunos vecinos volver unos minutos] mi nieto me ha tra¨ªdo dos cosas muy queridas, la foto de mi marido Chano y la imagen de la virgen de los Reyes".
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