16 volcanes activos en el mundo
Cada a?o emergen del interior del planeta cuatro kil¨®metros c¨²bicos de lava
No servir¨¢ de consuelo, pero el volc¨¢n de El Hierro no es ni mucho menos el ¨²nico que ahora mismo construye el suelo que tal vez pisar¨¢n los humanos del futuro. El Programa de Volcanismo Global de la Smithsonian Institution informa esta semana de 16 volcanes en erupci¨®n en el mundo: en Chile, Indonesia, Rusia, Guatemala, Hawai... Cada uno es distinto, y los vulcan¨®logos saben, en t¨¦rminos generales, por qu¨¦. Pero su conocimiento tiene un poder predictivo a¨²n relativo: lo mismo que nadie predijo que el Eyjafjalla island¨¦s despertar¨ªa tras dos siglos de calma y paralizar¨ªa con sus cenizas el tr¨¢fico a¨¦reo, tampoco es posible decir cu¨¢ndo se activar¨¢ el Teide, en Tenerife, o cu¨¢nto durar¨¢ la erupci¨®n herre?a. La investigaci¨®n en volcanes es trabajo en curso.
En realidad son, con toda probabilidad, muchos m¨¢s de 16 los volcanes actualmente en erupci¨®n. Cada a?o emergen a la superficie del planeta unos cuatro kil¨®metros c¨²bicos de lava, y los vulcan¨®logos estiman que solo una cuarta parte de esa cantidad est¨¢ en tierra emergida. Nos enteramos solo de estas erupciones a la vista -o de las que est¨¢n cerca de la costa, como en El Hierro-; el resto transcurre en la oscuridad de los fondos marinos. Sin embargo, gracias sobre todo a las erupciones submarinas la corteza terrestre est¨¢ en permanente reciclaje. La lava nueva hace que los continentes se separen -dos cent¨ªmetros al a?o en el Atl¨¢ntico, 18 cent¨ªmetros en el Pac¨ªfico-, mientras en otras zonas los bordes de las placas tect¨®nicas se superponen y la roca vuelve al interior terrestre.
En cualquier caso, a efectos de convivir con los volcanes tiene sentido que interesen m¨¢s los visibles. En los ¨²ltimos 10.000 millones de a?os, el Holoceno, ha habido unas 1.500 erupciones emergidas. Y su influencia en la vida de los humanos ha sido importante.
Joan Mart¨ª, vulcan¨®logo del Instituto Jaume Almera del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), en Barcelona, recoge en su libro Los Volcanes que "las v¨ªctimas de erupciones volc¨¢nicas desde finales del siglo XVIII son m¨¢s de 220.000 (...). La mayor¨ªa fueron el resultado de la hambruna despu¨¦s de la erupci¨®n y las epidemias (30%), los flujos y oleadas pirocl¨¢sticas (27%), flujos de lodo o lahares (17%) y los sunamis volcanog¨¦nicos (17%)". Adem¨¢s, la importancia de los volcanes para la poblaci¨®n crece a medida que esta aumenta: hoy viven m¨¢s de 500 millones de personas en zonas de actividad volc¨¢nica, y 25 de las mayores ciudades del mundo "est¨¢n dentro del radio destructivo de los volcanes".
El volc¨¢n Cerro Hudson, el m¨¢s meridional de Chile, uno de los que est¨¢n ahora en erupci¨®n, es bastante solitario. El Hudson, con un cr¨¢ter de medio kil¨®metro de di¨¢metro cubierto de nieve, est¨¢ en alerta roja desde el 26 de octubre pasado y la mayor¨ªa del centenar de habitantes en un radio de 40 kil¨®metros han sido evacuados. Por ahora el Cerro Hudson solo ha formado una nube de cinco kil¨®metros de humo y ceniza, pero su erupci¨®n de 1991, una de las m¨¢s violentas de Chile, cambi¨® el territorio a decenas de kil¨®metros a la redonda.
Tampoco hay mucha poblaci¨®n en torno a los cinco volcanes de la pen¨ªnsula de Kamchatka, en Siberia, ahora en actividad: el Bezymianny, el Gorely, el Karymsky, el Kizimen y el Shiveluch. El Bezymianny, un volc¨¢n de 2.800 metros de altura, estaba considerado extinto hasta que una potente erupci¨®n en 1955 desintegr¨® su cumbre y provoc¨® un deslizamiento masivo del terreno, similar al de 1980 en el Monte Santa Helena, en Washington, en el que se derrumb¨® instant¨¢neamente toda una ladera de la monta?a.
Y en las Hawai, un archipi¨¦lago que comparte algunas caracter¨ªsticas con Canarias, est¨¢ el Kilahuea, uno de los volcanes m¨¢s activos del planeta. Sus erupciones, sin embargo, se parecen poco a las canarias. En el Kilahuea la lava lleva d¨¦cadas pr¨¢cticamente sin dejar de fluir; ha cubierto m¨¢s de cien kil¨®metros cuadrados, destrozado centenares de casas y alejado la l¨ªnea de costa.
?Por qu¨¦ son todos tan distintos? Hay muchas variables. Entre las m¨¢s importantes est¨¢ el tipo de magma en cada zona, que puede ser lo que los vulcan¨®logos llaman "m¨¢s o menos evolucionado". El grado de evoluci¨®n hace referencia a la transformaci¨®n que sufre el magma mientras sube a la superficie: si se ha enriquecido en gases a lo largo de un ascenso m¨¢s trabajoso y lento, por ejemplo, ser¨¢ un magma m¨¢s explosivo, "como cuando abres de golpe una botella de cava", explica Mart¨ª. Cuando el magma se enfr¨ªa, al subir, cristaliza, y sus gases quedan atrapados entre los cristales; cuanto m¨¢s lento el ascenso m¨¢s tiempo para este proceso, y m¨¢s gases. En Canarias el magma tiende a tener pocos gases y ser poco explosivo.
Es importante tambi¨¦n la procedencia de ese magma. Los magmas se forman en la parte superior del manto terrestre o en la base de la corteza, cuyo espesor var¨ªa de los 15 kil¨®metros en los oc¨¦anos a unos 65 kil¨®metros de m¨¢ximo en los continentes. Y el magma en las dorsales oce¨¢nicas, donde las placas tect¨®nicas se est¨¢n separando, es distinto del de las zonas donde una placa se mete debajo de otra -que es lo que pasa por ejemplo en el volc¨¢n Cerro Hudson, relacionado con la intrusi¨®n de la placa Nazca bajo la Sudamericana-.
Luego hay factores externos. El Eyjafjalla island¨¦s no tiene un tipo de magma muy explosivo, pero el glaciar que cubr¨ªa el volc¨¢n se mezcl¨® con la lava y el resultado fue una enorme cantidad de cenizas.
Predicci¨®n compleja
Lo cierto es que de muy pocos volcanes vigilados desde hace mucho y con erupciones muy frecuentes pueden elaborarse modelos matem¨¢ticos capaces de predecir el comportamiento. El volc¨¢n ideal desde ese punto de vista es el Pit¨®n de la Fournaise, en las islas Reuni¨®n, que ha tenido m¨¢s de 150 erupciones desde el siglo XVII y es un viejo conocido para los vulcan¨®logos. Pero de los volcanes como el Teide, que tienen erupciones cada muchos siglos, simplemente no hay estad¨ªstica para construir buenos modelos.
"El problema es que los volcanes son sistemas muy complejos que pueden generar demasiadas se?ales ambiguas dif¨ªciles de interpretar correctamente", escribe Mart¨ª. "En la mayor¨ªa de los casos no es posible predecir con exactitud el momento y el tama?o de una erupci¨®n, sobre todo si esta informaci¨®n es requerida con mucho tiempo de antelaci¨®n. La incertidumbre en la informaci¨®n que nos proporcionan los sistemas de vigilancia y en el propio conocimiento de los volcanes no permite tener una seguridad absoluta sobre lo que va a ocurrir en un volc¨¢n determinado".
As¨ª que el ¨²nico remedio ante la incertidumbre es estar al tanto y vigilar cuando hay indicios de que algo se mueve. Porque, como repiten una y otra vez los vulcan¨®logos, lo bueno con los volcanes es que avisan.
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