Levantamiento parcial del desalojo de La Restinga
Los habitantes podr¨¢n pasar el d¨ªa en el pueblo del sur de El Hierro.- Se mantienen los cortes de carreteras en el norte
Los habitantes de La Restinga (unos 500) que lo deseen podr¨¢n pasar el d¨ªa en el pueblo del sur de El Hierro. El permiso se dar¨¢ "del orto al ocaso", ha dicho al mediod¨ªa el director de Seguridad del Gobierno canario, Juan Manuel Santana despu¨¦s de las reuniones que el comit¨¦ cient¨ªfico y el del Plan de Protecci¨®n Civil por Riesgo Volc¨¢nico de Canarias (Pevolca) han mantenido en Valverde, la capital de la isla.
La decisi¨®n es un paso hacia la normalizaci¨®n de la situaci¨®n en el sur de la isla despu¨¦s del desalojo ordenado el s¨¢bado por la tarde cuando un par de burbujas emergieron de la zona donde est¨¢ la boca volc¨¢nica. La directora del Instituto Geogr¨¢fico Nacional (IGN) en Canarias, Mar¨ªa Jos¨¦ Blanco, ha dicho que estas fueron de 20-25 metros la primera y de tres o cuatro la segunda.
De hecho, que el permiso para volver sea durante el d¨ªa solo obedece a que se pueden vigilar mejor estos fen¨®menos. Aunque su existencia no implica que el foco de las emisiones magm¨¢ticas se est¨¦n acercando a la superficie, seg¨²n Blanco, su existencia es un riesgo a?adido ya que es m¨¢s f¨¢cil que liberen cenizas o gases al aire, lo que podr¨ªa ser un peligro para la salud de los habitantes.
En cambio, y dado que el norte de la isla sigue sufriendo continuas sacudidas (una veintena solo por la ma?ana, aunque de menos de 3 de magnitud, seg¨²n el IGN), no se reabrir¨¢n de momento las carreteras cortadas ni el t¨²nel de Los Roquillos que une Valverde y La Frontera, la segunda ciudad de la isla.
Como ya pasara durante la anterior evacuaci¨®n de la poblaci¨®n, un autob¨²s trasladar¨¢ a los habitantes que no tengan veh¨ªculo propio, dijo Santana.
Blanco aprovech¨® la comparecencia para incidir en lo que se sabe cient¨ªficamente del proceso. O de los dos que se est¨¢n sufriendo a la vez: el burbujeo del agua al sur y los temblores al norte. Con la prudencia propia de una cient¨ªfica, no dio por zanjado que ambos estuvieron relacionados, aunque parece que es as¨ª (de hecho, las burbujas del sur fueron despu¨¦s del mayor temblor del norte).
La directora del IGN, que dijo que llevaba de reuniones desde las 9.30, no ten¨ªa conocimiento del aumento del burbujeo que se hab¨ªa detectado en el sur por la ma?ana -algunos testigos hablan de la emisi¨®n visible desde la ladera de la monta?a de un piroclasto de grandes proporciones- , pero eso no hizo dudar a los reunidos sobre la medida tomada de permitir el paso.
Tambi¨¦n insisti¨® en que hab¨ªa una peque?a probabilidad de que el frente magm¨¢tico abriera una boca al norte, frente a El Golfo, y una, menor a¨²n, de que lo hiciera en tierra. Sobre el primero, con el que se ven¨ªa especulando, neg¨® que se haya producido ya que los aparatos que miden el tremor (el temblor asociado a la salida de magma, como un grifo cuando deja pasar agua a presi¨®n) era inequ¨ªvocamente de un solo foco, el que est¨¢ frente a La Restinga.
Con cara visiblemente cansada, insisti¨® en que no se pod¨ªa predecir la evoluci¨®n del proceso. El buque Ram¨®n Margalef realizar¨¢ la semana que viene otra batimetr¨ªa para medir la evoluci¨®n del posible edificio volc¨¢nico submarino, dijo.
Esta vez, a la reuni¨®n asisti¨® el vicepresidente del Gobierno de Canarias, Jos¨¦ Miguel P¨¦rez. Aparte de las manifestaciones de apoyo a la poblaci¨®n, las autoridades y cient¨ªficos, indic¨® que se estudiar¨ªan todas las medidas posibles, generales e individuales, de ayuda a los afectados por el fen¨®meno (mayoritariamente pescadores y otros negocios de La Restinga).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.