Solo un 20% de los casos de abuso infantil se denuncian
Los expertos alertan de que hay muchas formas de maltrato sexual.- El 85% de los agresores pertenecen al entorno m¨¢s pr¨®ximo al menor.- La mayor¨ªa de las v¨ªctimas son ni?as
Para prevenir hay que terminar con el secretismo. La lucha contra el maltrato infantil y la violencia sexual pasa por la educaci¨®n, la informaci¨®n y la concienciaci¨®n. En la escuela y en la propia familia. As¨ª lo han explicado hoy los responsables de la Federaci¨®n de Asociaciones para la Prevenci¨®n del Maltrato Infantil (FAPMI). Hasta ahora, calculan, solo se denuncia el 20% de los casos de abuso sexual a menores. El resto queda oculto dentro de la propia familia o nunca sale a la luz porque el menor no lo revela.
"Los tipos de abuso pueden ser muy amplios. Cuando hablamos de estos delitos se piensa siempre en penetraci¨®n, pero el abuso sexual es muy amplio; puede incluir desde masturbaci¨®n o presiones psicol¨®gicas hasta usar a los menores para la pornograf¨ªa o incluso el exhibicionismo", explica Tom¨¢s Aller, coordinador general de Fapmi, que revela que m¨¢s del 80% de las v¨ªctimas son chicas. Sin embargo, reclama, es dif¨ªcil tener m¨¢s conocimiento sobre este tema. No hay, por ahora, en marcha ning¨²n registro oficial. Asociaciones como Fapmi se mueven con estudios y estimaciones de organismos como la Polic¨ªa o la Fiscal¨ªa General del Estado. Datos en los que muchas veces no est¨¢n reflejadas todas las regiones o todas las franjas de edad.
La gran mayor¨ªa de los agresores pertenecen al entorno m¨¢s cercano del menor. "El 85% de los ni?os son v¨ªctimas de familiares, amigos de sus padres, vecinos...", dice Aller. Fapmi pondr¨¢ en marcha a finales de este mes en colaboraci¨®n con el ministerio de Sanidad y el Consejo de Europa una campa?a para la prevenci¨®n de este tipo de abusos dirigida especialmente a las familias y a las escuelas. Se explica a trav¨¦s de historias que los ni?os pueden comprender muy bien qu¨¦ actitudes y acciones est¨¢n bien y cuales mal. El objetivo es que este sistema ayude a detectar los abusos.
Y es que la estrategia que utilizan los agresores para lograr abusar de un menor es la manipulaci¨®n, el enga?o y la amenaza. En la mayor¨ªa de los casos, ha explicado la psic¨®loga Pepa Horno, no se emplea la fuerza f¨ªsica. Los agresores se ganan la confianza del ni?o y a ser posible su cari?o. "As¨ª se logra una posici¨®n de poder imprescindible para cometer el abuso", dice. Tras esto el abusador suele lograr que el ni?o guarde silencio sobre lo que est¨¢ ocurriendo. "Un silencio que tiene el doble de valor porque hace posible la continuidad del abuso y porque produce al ni?o un sentimiento de culpa", sigue Horno.
El menor se siente culpable y en parte responsable de lo que est¨¢ ocurriendo; por eso es imprescindible, dice la Fapmi, ayudar a los ni?os a identificar esas estrategias de manipulaci¨®n y enga?o.
El abuso sexual infantil, adem¨¢s, puede tener consecuencias muy graves para la salud de los ni?os. Tanto f¨ªsica como psicol¨®gica, ha alertado la Fapmi. Puede provocar desde des¨®rdenes funcionales (como problemas del sue?o o trastornos de la alimentaci¨®n) hasta problemas conductuales.
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