Una aberraci¨®n con vistas
Ah¨ª est¨¢. Y ah¨ª va a seguir un buen tiempo, blanco sobre la arena negra de la playa de El Algarrobico. Es un recordatorio de los a?os en los que Espa?a so?aba con gigantes de hormig¨®n armado
El sue?o de la promotora Azata del Sol para la playa almeriense de El Algarrobico era un complejo de siete hoteles, viviendas y un campo de golf. Y la punta de lanza de este proyecto inmobiliario para este paraje del municipio de Carboneras era un enorme hotel que empez¨® a levantarse en 2003 sobre una parcela de 32.660 metros cuadrados que la empresa adquiri¨® por algo m¨¢s de diez millones de euros.
Cuatro estrellas y 411 habitaciones, todas con terraza y vistas. El hotel se hizo literalmente a pie de playa. Tan en primera l¨ªnea, que incumple los 100 metros de reserva que se fijaban como dominio p¨²blico en la Ley de Costas de 1988. El Algarrobico, con sus locales comerciales y su helipuerto, era un sue?o de hormig¨®n pensado para un hermoso paraje. Tan hermoso, que se levant¨® dentro del Parque Natural de Cabo de Gata-N¨ªjar.
La empresa cifra el coste de construcci¨®n del hotel en 34,2 millones de euros
INC?MODA ESPINA
El Algarrobico es hoy el s¨ªmbolo m¨¢s recurrente de la destrucci¨®n del litoral durante los a?os de la fiesta nacional del ladrillo. Tambi¨¦n es una inc¨®moda espina que tienen clavada la Junta de Andaluc¨ªa y el Gobierno central, a los que los grupos ecologistas apremian para que dinamiten de una vez este proyecto.
El Algarrobico se qued¨® varado el 21 de febrero de 2006. Ese d¨ªa el magistrado Jes¨²s Rivera Fern¨¢ndez, titular entonces del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo n¨²mero 2 de Almer¨ªa, orden¨® la paralizaci¨®n cautelar de las obras, que se mantiene todav¨ªa hoy y que parece complicado que se pueda revertir.
El juez orden¨® parar cuando las obras estaban al 94,41%. La estructura del edificio de 20 plantas estaba rematada y se iban a empezar a amueblar las habitaciones. Cinco a?os despu¨¦s, las gr¨²as amarillas todav¨ªa siguen instaladas.
El retorno parece ya imposible con las sentencias y autos que han ido dictado los tribunales de primera instancia, el Superior de Justicia de Andaluc¨ªa, la Audiencia Nacional y el Supremo. Hasta 16 fallos en contra del hotel tiene contabilizados Greenpeace. Pero, durante los ¨²ltimos a?os, se ha ido engordando una complicada madeja de recursos judiciales.
?Se derribar¨¢ alg¨²n d¨ªa El Algarrobico? "S¨ª, no hay otra salida, y cada vez menos", responde Jos¨¦ Ignacio Dom¨ªnguez, el abogado de Salvemos Moj¨¢car, la asociaci¨®n que ha encabezado la lucha contra el hotel. Tambi¨¦n dicen tenerlo claro el Gobierno y la Junta. Este proyecto fue apadrinado por el anterior alcalde socialista de Carboneras y respaldado al principio por la Junta.
El problema ahora no es tanto si el hotel acabar¨¢ desapareciendo, sino cu¨¢ndo se podr¨¢ derribar. Teresa Ribera, secretaria de Estado de Cambio Clim¨¢tico del Ministerio de Medio Ambiente, reconoce que los "enmara?ados procesos judiciales" retrasan la salida debido a que la promotora est¨¢ utilizando todas las "herramientas jur¨ªdicas posibles". Es una carrera de fondo. Ribero, pensando ya en el siguiente Gobierno, pide a las Administraciones y a los ecologistas que permanezcan firmes en la batalla que queda por delante. La secretaria de Estado pone el ejemplo otro hotel: el Atlanterra, levantado en los a?os setenta en la playa de Zahara de los Atunes (C¨¢diz) y que no se pudo demoler hasta 2002. Jaume Matas, exministro de Medio Ambiente con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, fue el que accion¨® el mecanismo de demolici¨®n que termin¨® con aquel otro s¨ªmbolo del urbanismo descontrolado. Parad¨®jicamente, Matas, tambi¨¦n expresidente balear, hoy se encuentra en libertad bajo fianza por su implicaci¨®n en el caso de corrupci¨®n Palma Arena.
No ser¨¢ Rosa Aguilar, la todav¨ªa ministra de Medio Ambiente, la que accione el bot¨®n de demolici¨®n en El Algarrobico, pese a que cuando tom¨® posesi¨®n de su cargo se mostr¨® esperanzada con que pudiera desaparecer en esta legislatura que termina.
LA FACTURA DE LA DEMOLICI?N
Lo que s¨ª ha dejado redactado Aguilar es un convenio con la Junta para que, cuando sea legalmente posible, las dos Administraciones se hagan cargo de la demolici¨®n, con independencia de que la factura se le pueda pasar luego a los responsables que permitieron que se levantara el hotel. Seg¨²n el convenio, el Gobierno correr¨ªa con los costes de derribo y la Junta con el desescombro y de la restauraci¨®n de la zona.
Pero, ?cu¨¢ndo se podr¨¢ aplicar este convenio? Los grupos ecologistas han pedido que se haga ya. Sin embargo, los procesos abiertos en los tribunales eternizan la soluci¨®n.
Tras el anuncio de la elaboraci¨®n del convenio de demolici¨®n, Salvemos Moj¨¢car y Ecologistas en Acci¨®n presentaron el 14 de septiembre pasado un escrito en el que ped¨ªan la ejecuci¨®n de la sentencia de 5 septiembre de 2008 que anul¨®, de facto, la licencia de obras de El Algarrobico. Seg¨²n detalla el abogado Jos¨¦ Ignacio Dom¨ªnguez, la licencia es el ¨²nico soporte legal que tiene el hotel para seguir en pie. El mismo magistrado del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo n¨²mero 2 de Almer¨ªa que orden¨® en 2006 paralizar las obras fue el que en 2008 anul¨® la tramitaci¨®n que hizo el Ayuntamiento de Carboneras de la licencia para la construcci¨®n del complejo. Jes¨²s Rivera Fern¨¢ndez sentenci¨® que el hotel invad¨ªa la zona de reserva de 100 metros fijada en la Ley de Costas y que, adem¨¢s, se levant¨® en suelo de especial protecci¨®n, como se reflejaba en el Plan de Ordenaci¨®n de los Recursos Naturales del parque de Cabo de Gata-N¨ªjar de 1994, que sigue vigente seg¨²n el Tribunal Supremo.
EJECUCI?N DE LA SENTENCIA
Este fallo de septiembre de 2008 est¨¢ recurrido por la promotora ante el Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa (TSJA) y, seg¨²n el letrado de Salvemos Moj¨¢car, se espera una respuesta en breve. Sin embargo, los ecologistas han querido forzar la demolici¨®n. Por eso reclamaron la ejecuci¨®n de la sentencia de 2008 el pasado mes de septiembre. El nuevo titular del Juzgado n¨²mero 2 de lo Contencioso Administrativo, Ra¨²l Hugo Mu?oz, ha rechazado decretar la ejecuci¨®n provisional al entender que supondr¨ªa "perjuicios ciertamente irreparables o irreversibles" para la promotora cuando a¨²n se est¨¢ a la espera del pronunciamiento del TSJA. El fallo que salga del alto tribunal andaluz, a su vez, podr¨ªa ser recurrido ante el Supremo, lo que supondr¨ªa otros cinco a?os m¨¢s, calcula Dom¨ªnguez.
Los grupos ecologistas han reclamado a la Junta y al Estado que presenten en el juzgado un millonario aval, que permitir¨ªa, seg¨²n su interpretaci¨®n, ejecutar la demolici¨®n. La empresa, como respuesta al ¨²ltimo escrito de los ecologistas, se?alaba que, de aceptarse sus pretensiones, "implicar¨ªa tener que destruir algo, con la posibilidad de que luego se declare la legalidad de lo construido, cuyo coste de construcci¨®n asciende a 34.282.222,5 euros", seg¨²n un informe realizado en 2007 por Tasaciones Inmobiliarias.
Teresa Ribera descarta que el Gobierno ponga un solo euro de aval. "Ser¨ªa un ejemplo mal¨ªsimo, adem¨¢s, con dinero del contribuyente". La secretaria de Estado remarca que el ministerio puso reparos al proyecto desde 1988, cuando el Ayuntamiento, con el benepl¨¢cito de la Junta, aprob¨® el plan parcial que daba cobertura legal al macroproyecto. Adem¨¢s, recuerda que el ministerio inici¨® un proceso de expropiaci¨®n, que se ha dejado en suspenso hasta que haya un pronunciamiento firme sobre la licencia de obras.
Al margen del litigio abierto por la licencia, hay una ristra de recursos y sentencias. Los m¨¢s importantes son los que se refieren al plan urban¨ªstico de finales de los ochenta y al Plan de Ordenaci¨®n de los Recursos Naturales del parque natural. Estos dos asuntos podr¨ªan retrasar a¨²n m¨¢s la salida. "Es un lento proceso judicial", reconoce Ribera, "pero hay que ser firmes y pacientes, el momento llegar¨¢".
El empleo como excusa
El Algarrobico no fue visto con malos ojos por muchos habitantes de Carboneras, que esperaban una oportunidad de empleo. La Asociaci¨®n de Empresarios de Hosteler¨ªa y Turismo de esta localidad ha vuelto a defender recientemente el hotel, al considerarlo una "oportunidad de desarrollo econ¨®mico y tur¨ªstico".
El actual alcalde de la localidad, Salvador Hern¨¢ndez, del Grupo Independiente por Carboneras (Gicar), intenta mantenerse al margen de un proyecto del anterior equipo: "Abogo por una salida negociada entre la empresa, las Administraciones y los ecologistas". Aunque sostiene que el hotel "tiene todos los permisos del Ayuntamiento y de la Junta". Lamenta que "siga ah¨ª sin dar frutos" y recurre al empleo que podr¨ªa generar: "No estar¨ªa mal que se abriera".
El empleo siempre ha sido una de las bazas de los defensores del proyecto. Y, en tiempos de crisis, m¨¢s. La promotora, en el escrito que present¨® para que no se ejecutara la sentencia de 2008, defend¨ªa que la demolici¨®n del edificio va "en contra del inter¨¦s general". Y adjuntaba parte de la encuesta del CIS de julio, en la que el paro (81,1%) y la econom¨ªa (49,5%) son las principales preocupaciones de los encuestados. Y los problemas medioambientales solo para el 0,6%.
Teresa Ribera intenta romper con esta argumentaci¨®n: "Eso no va a ning¨²n lado, el empleo que se plantea es no sostenible en el tiempo". Y a?ade: "Es m¨¢s f¨¢cil construir capital financiero que capital natural".
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