Dos de cada cinco hogares tiene a una mujer como cabeza de familia

La mujer va poco a poco rompiendo las barreras que la alejan de la igualdad con el hombre. Su presencia en el mercado laboral ya es mayoritaria. Su representaci¨®n en los puestos directivos en la administraci¨®n ya no es residual; y el n¨²mero de mujeres j¨®venes con estudios superiores supera ya al de hombres j¨®venes (45,9 frente a 35,7). Sin embargo, estos avances no han logrado derribar otras diferencias graves. Las tareas dom¨¦sticas siguen siendo una cuesti¨®n de ellas, tambi¨¦n son quienes m¨¢s se acogen a las jornadas laborales reducidas. Adem¨¢s, las mujeres cobran menos que los hombres (tambi¨¦n menos paro y pensiones) y tardan m¨¢s en conseguir su primer empleo. As¨ª se desprende de un an¨¢lisis del Consejo Econ¨®mico y Social (CES) hecho p¨²blico hoy, que alerta tambi¨¦n de que estas situaciones suponen un "derroche" de la fuerza laboral.

En su tercer informe sobre la situaci¨®n de la mujer en la realidad sociolaboral en Espa?a, el CES hace una radiograf¨ªa de todo lo ocurrido desde 2003 hasta ahora. La fotograf¨ªa muestra avances y cambios importantes, como que actualmente dos de cada cinco hogares tiene a una mujer como cabeza de familia. Sin embargo, revela tambi¨¦n que circunstancias como la dedicaci¨®n al hogar y la conciliaci¨®n siguen siendo pr¨¢cticamente cuesti¨®n de ellas. El CES advierte adem¨¢s de que la crisis puede tener un efecto enormemente negativo en las pol¨ªticas de igualdad de g¨¦nero y asegura que las exigencias de austeridad presupuestaria plantean "serios interrogantes" sobre el futuro de estas pol¨ªticas.

El cambio social es innegable. Al mismo ritmo la situaci¨®n de la mujer ha ido evolucionando, cuenta el CES. Este ¨®rgano consultivo del gobierno -en el que est¨¢n representados sindicatos, empresarios y organizaciones ciudadanas- expone, sin embargo, que uno de los mejores mecanismos para fomentar la equidad entre los sexos, la ley de igualdad (de 2007), choca con la falta de un marco presupuestario para su realizaci¨®n.

En el escenario que enfoca el CES algunas realidades se han estancado desde su anterior informe (de 2003). Siete a?os despu¨¦s la conciliaci¨®n sigue siendo una cuesti¨®n puramente femenina. Un ejemplo de ello es el tiempo que dedican hombres y mujeres al cuidado del hogar y la familia. En 2002, las mujeres dedicaban, de media, 4,5 horas al d¨ªa al hogar y los hombres 2,06 horas. En 2010, pese a su impulso en el mercado laboral, la mujer dedicaba 4,25 horas frente a las 2,28 minutos del hombre, seg¨²n datos del INE recogidos por el CES. "Las mujeres contribuyen en mayor medida al sost¨¦n econ¨®mico de los hogares, pero los hombres no terminan de asumir su responsabilidad en el ¨¢mbito privado, lo que supone una carga de responsabilidades superior en muchas mujeres y una evidente desigualdad de g¨¦nero en t¨¦rminos de calidad de vida", alerta este organismo.

Pero no solo en usos del tiempo se percibe esta desigualdad, seg¨²n este organismo.

A pesar del irreversible proceso de incorporaci¨®n y permanencia de las mujeres en el mercado de trabajo en torno al 48% de las mujeres no trabajan o no buscan empleo por estar al cuidado de ni?os o adultos dependientes o por dedicarse a otras obligaciones familiares. En los hombres, ese porcentaje es del 3,8%. Adem¨¢s, esta prevalencia de la desigualdad conduce a que en los hogares, en el caso de tener que optar por renunciar a los ingresos de alguno de sus miembros, se prime la continuidad de los hombres en el empleo.

La inequidad en la tasa de paro se ha reducido, sobre todo desde que empez¨® la crisis econ¨®mica. Sin embargo, ese cambio no responde a una mejora de la situaci¨®n del empleo de las mujeres, sino a un empeoramiento de la situaci¨®n de los hombres, alerta el CES. Adem¨¢s, las mujeres que se han quedado en paro cobran una prestaci¨®n por desempleo inferior a la de los hombres -unos 4,5 euros menos al d¨ªa-. La diferencia es todav¨ªa mayor -ellas cobran 6,6 euros diarios menos- , en el caso de los beneficiarios de la prestaci¨®n por desempleo que tienen 55 y m¨¢s a?os de edad. As¨ª, seg¨²n datos de 2010, una mujer pensionista percib¨ªa al mes una media de 597,21 euros, mientras que la pensi¨®n media de un var¨®n era de 971,92. "La segregaci¨®n laboral por raz¨®n de g¨¦nero implica, en el caso de las mujeres, menores salarios y, en consecuencia, menores bases de cotizaci¨®n y menores pensiones futuras de jubilaci¨®n", concluye el informe.