La escuela 2.0 avanza hacia el futuro a dos velocidades distintas
La Fundaci¨®n Santillana analiza las brechas de la alfabetizaci¨®n digital
La llegada de los ordenadores a las aulas fue recibida con escepticismo por una parte del profesorado, que pens¨® que esta fiebre tecnol¨®gica convertir¨ªa a los alumnos en analfabetos con dominio del teclado. Todav¨ªa quedan resistencias en los claustros, pero nadie puede negar la realidad: el 93% de los alumnos de 15 a?os de los pa¨ªses de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos (OCDE) asiste a una escuela en la que tiene acceso a un ordenador y pr¨¢cticamente el mismo porcentaje (92,6%) dispone de acceso a Internet.
La XXVI Semana Monogr¨¢fica de la Educaci¨®n de Fundaci¨®n Santillana analiz¨® a fondo la semana pasada como est¨¢n digiriendo los centros esta transformaci¨®n del paradigma que les empuja a la escuela 2.0. "Es inevitable a?adir tecnolog¨ªas a las clases, porque as¨ª funciona el mundo que nos rodea. De hecho, la ¨²nica manera de que la velocidad del cambio no nos arrastre es saber manejar las herramientas digitales", apunt¨® el presidente del Grupo Santillana y director de las jornadas, Emiliano Mart¨ªnez.
En efecto, se est¨¢ dotando de muchos medios a colegios e institutos, pero no todos les sacan el mismo rendimiento. "Los alumnos est¨¢n muchas veces m¨¢s formados que sus maestros", reconoci¨® uno de los docentes, quien denunci¨® que los cursos de formaci¨®n se limitan a unas pocas horas. "El sistema educativo est¨¢ demasiado falto de recursos como para que la alfabetizaci¨®n digital funcione. La falta de personal no nos permite tener coordinadores TIC [Tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n y la Comunicaci¨®n] la mayor¨ªa del material llega tarde, es antiguo y no funciona", protest¨® otra profesora del instituto madrile?o Eijo y Garay. Los educadores reclaman soluciones m¨¢s eficientes.
Pragmatismo
Un ejemplo de pragmatismo es el que se lleva a cabo en el colegio p¨²blico Daniel Mart¨ªn de Alcorc¨®n (Madrid). "Nuestros alumnos no ten¨ªan posibilidades para tener un ordenador en casa, as¨ª que les ofrecimos eso", relata Nuria Jurado, jefa de estudios del centro. Ahora tienen tres pizarras digitales y dos aulas de inform¨¢ticas que tienen que compartir todos los alumnos. "La escasez de recursos no puede lastrar el aprendizaje de los chicos. Se puede compensar con una organizaci¨®n esmerada", defiende. "Tampoco hay que plantearse grandes objetivos. Hay que tenderle una mano a todo el mundo. Nosotros hemos conseguido que todos los profesores sepan lo que es un pendrive, que los padres consulten materiales en Internet y que sus hijos hagan intercambio de correos electr¨®nicos con alumnos de otras escuelas europeas", cuenta satisfecha.
En el otro lado de la balanza se encuentran los que van por delante. En Madrid, esa diferencia se nota ya desde la misma dotaci¨®n de infraestructura, pues el Gobierno aut¨®nomo no acept¨® tomar parte en el programa del ministerio Escuela 2.0 y dise?¨® su propia iniciativa que prefiri¨® ir extendiendo poco a poco. Por ejemplo, en Madrid, hay 15 centros de innovaci¨®n tecnol¨®gica que trabajan con un cableado de Red con extensi¨®n a todas las aulas, espacios wifi y clases equipadas con 30 puestos inform¨¢ticos. Tienen unos pupitres que permiten ocultar la pantalla que no se est¨¦ utilizando. Adem¨¢s, el equipo del profesor est¨¢ conectado a dos pantallas, una t¨¢ctil, que le permiten interactuar con las computadoras de los alumnos. El modelo de un ordenador por alumno (que es el adoptado en la mayor parte de Espa?a con Escuela 2.0, que incluye el reparto de miniport¨¢tiles) permite una mayor autonom¨ªa al estudiante en el uso de las TIC y, sin embargo, su acogida es muchas veces m¨¢s bien tibia, seg¨²n el experto de la Unesco y redactor del documento b¨¢sico de las jornadas Francesc Pedr¨®. La inversi¨®n que requiere solo se justificar¨ªa con un uso intensivo que, hoy por hoy, no se exige en la ense?anza primaria y secundaria. Por eso, muchos centros han decidido sustituirlo por patrones colaborativos.
Las conclusiones de los interlocutores de la XXVI Semana Monogr¨¢fica de Educaci¨®n hacen pensar que la alfabetizaci¨®n digital puede democratizar a¨²n m¨¢s la educaci¨®n, pero la sociedad necesita tiempo para asimilarlo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.