La explosi¨®n de cuidados que viene
La necesidad de cuidados aumentar¨¢ un 50% hasta 2050 El trabajo no remunerado equivale al 53% del PIB, seg¨²n un estudio del CSIC
?Qui¨¦n cuidar¨¢ en el futuro? Porque todo indica que el modelo actual, que gravita especialmente sobre las mujeres, dejar¨¢ de servir ante el panorama que se dibuja: en Espa?a, la demanda de cuidados crecer¨¢ un 50% hasta 2050. Entonces las personas mayores necesitar¨¢n casi la mitad de las atenciones (el 46%, frente al 27,5% que requieren ahora). Son los c¨¢lculos del estudio El trabajo no remunerado en la econom¨ªa global, dirigido por la catedr¨¢tica de sociolog¨ªa econ¨®mica y profesora del CSIC Mar¨ªa ?ngeles Dur¨¢n con el apoyo de la Fundaci¨®n BBVA. Se present¨® ayer, tras cinco a?os de investigaci¨®n, y contiene otra novedad: cuantifica el trabajo no remunerado, que incluye el cuidado personal, y, sobre todo, el de ni?os y mayores. Equivale al 53% del PIB -la riqueza que se genera, en torno a un bill¨®n de euros-, pero no se incluye en la contabilidad nacional.
La respuesta que se dibuja a la pregunta es un fuenteovejuna en el que deber¨¢n intervenir las familias -como ahora, aunque con un reparto m¨¢s equitativo entre sus miembros-, el Estado, el mercado y, probablemente, el voluntariado. Seg¨²n Dur¨¢n, la Ley de Dependencia no ha dado los frutos esperados -"no se calcul¨® bien cu¨¢nto cuesta cuidar y se ha ejecutado una parte muy modesta"-. Adem¨¢s, su aplicaci¨®n est¨¢ amenazada por la crisis econ¨®mica. Supone cerca de 6.000 millones de euros al a?o.
Las mujeres son responsables de la mayor¨ªa de los cuidados a ni?os, enfermos y mayores de la familia -del 80% que requieren los grandes dependientes, por ejemplo, se encargan las ciudadanas, sobre todo mayores-. Pero est¨¢n cada vez menos por la labor: su incorporaci¨®n al mercado laboral les resta tiempo para el trabajo no remunerado, ese "gigante escondido" de la econom¨ªa que no se remunera y tampoco se computa, pero que equivale a m¨¢s de medio bill¨®n de euros (el estudio calcula un precio de ocho euros por cada hora de cuidado). Aunque en los tiempos de bonanza se ha registrado un cierto trasvase de cuidados al Estado (atenci¨®n p¨²blica de ni?os y mayores) y al mercado (contrataci¨®n de cuidadores, guarder¨ªas, geri¨¢tricos...), esta situaci¨®n "se revierte con la crisis", seg¨²n explic¨® Dur¨¢n.
As¨ª las cosas, el estudio busca anticiparse a los problemas de atenci¨®n que se avecinan tanto en Espa?a -donde recae sobre todo en las familias, frente a otros modelos en los que priman los servicios sociales, por ejemplo- como en el resto de un mundo cada vez m¨¢s envejecido, tal como prev¨¦n las proyecciones de poblaci¨®n de Naciones Unidas. "Cambiar¨¢ la cantidad y el tipo de cuidados que habr¨¢ que ofrecer. Se impone un modelo de reparto m¨¢s igualitario", se?al¨® Dur¨¢n, que centr¨® su intervenci¨®n en la situaci¨®n espa?ola.
"No se calcul¨® bien el coste de la Ley de Dependencia"
Dado que en los pr¨®ximos a?os habr¨¢ muchas menos ciudadanas disponibles para hacerse cargo de los cuidados, ser¨¢n precisos cambios en el tipo de atenciones que se deben ofrecer, as¨ª como de la oferta de atenci¨®n del mercado y de los servicios p¨²blicos, seg¨²n la catedr¨¢tica. Pero el posible aumento de los ¨²ltimos saca a la palestra los impuestos: entra?ar¨ªa una eventual "reestructuraci¨®n fiscal". Tambi¨¦n queda abierta la v¨ªa de tirar del "ahorro de toda la vida", es decir, la vivienda, para sufragar los cuidados, y la de importar mano de obra para hacerse cargo de estas tareas. Pero son caminos que se agotan, seg¨²n Dur¨¢n.
Otra hip¨®tesis que se abre para solventar la situaci¨®n, alentada por la creciente longevidad, es rebajar la cantidad o la calidad del cuidado (un "harakiri demogr¨¢fico", ya que pasa por reducir la natalidad, tal como se ha venido haciendo). Cuestiones no deseables, en suma, seg¨²n Dur¨¢n. De ah¨ª que la experta apueste por un "reparto m¨¢s equitativo" de las tareas de cuidado, que deben incluir en mayor medida a los j¨®venes y, sobre todo, a los hombres. "El gran reto est¨¢ en la participaci¨®n de los varones, porque el reparto del trabajo no remunerado es extraordinariamente desigual", se?al¨®. Las mujeres destinan de media dos horas m¨¢s a los cuidados que los hombres, aunque la participaci¨®n masculina en estas tareas se incrementa lentamente. El 91,9% de las mujeres hace tareas no remuneradas frente al 74,7% de los hombres.
"Tenemos por delante un desaf¨ªo tan grande que hay que intentar todas las soluciones", plante¨® la catedr¨¢tica y profesora del CSIC. "Hay que concienciarse de que necesitaremos muchos m¨¢s cuidados y de que buena parte del ahorro se gastar¨¢ en ello", dijo. El mercado, por su parte, deber¨¢ ofrecer servicios "m¨¢s eficaces y m¨¢s baratos" para que sean accesibles a la mayor¨ªa de la poblaci¨®n -en general requieren m¨¢s atenciones quienes menos pueden pagarlas, se?al¨®-. Con todo ello y con la redistribuci¨®n en el seno de la familia habr¨¢ que hacer frente "a un problema grave que todav¨ªa se har¨¢ m¨¢s grave".
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