La cumbre del clima intenta evitar el descalabro de la lucha contra el calentamiento
Los pa¨ªses se dan un d¨ªa m¨¢s para intentar salvar Durban con un texto de m¨ªnimos y seguir negociando hasta 2015
Hay quien dice que la negociaci¨®n del clima es como una bicicleta. Que mientras pedaleas -negocias- al menos no te caes. As¨ª van pasando cumbres, la de Durban es la decimos¨¦ptima, y los avances llegan con cuentagotas. Tanto, que la bicicleta parece est¨¢tica. Consume esfuerzos y cansa, pero no avanza. Con ese esp¨ªritu, a medianoche los negociadores de m¨¢s de 190 pa¨ªses decidieron darse un d¨ªa m¨¢s y seguir debatiendo hoy un pacto que, al menos, permita salvar la cara y seguir pedaleando en Catar en 2012. En el mejor de los casos, el acuerdo solo servir¨ªa para tener un pacto en 2015 que entrara en vigor en 2020, con lo que las posibilidades de descarrilar son a¨²n infinitas.
La presidenta de la conferencia, la sudafricana Maite Nkoana-Mashabane, ministra de Exteriores del pa¨ªs, present¨® a medianoche dos borradores de acuerdo que no entraban en ninguna de las dos cuestiones fundamentales: si los pa¨ªses acordaban pactar un nuevo protocolo y en qu¨¦ fecha deb¨ªa entrar en vigor. Despu¨¦s de dos semanas de negociaciones, el texto, de dos folios, era, como m¨ªnimo, vago.
La cumbre manejaba dos textos porque como EE UU nunca ratific¨® el Protocolo de Kioto, cuyo primer periodo expira en 2012, hay dos v¨ªas paralelas: una para la Convenci¨®n de Naciones Unidas contra el Cambio Clim¨¢tico y otra para Kioto, una anomal¨ªa m¨¢s en una enrevesada negociaci¨®n llena de grupos y subgrupos y que ha convertido las cumbres del clima en reuniones de miles de personas (15.000 en Sud¨¢frica).
Seg¨²n el texto que negociaban, todos los pa¨ªses "deciden lanzar un proceso para desarrollar un protocolo u otro marco legal aplicable a todos bajo la Convenci¨®n de Naciones Unidas de Cambio Clim¨¢tico". Es la forma de la cumbre de no decir nada. La UE quer¨ªa un protocolo y EEUU y China un marco legal (que es mucho menos concreto). La presidencia sudafricana pretend¨ªa dejarlo abierto para que el a?o que viene siga la discusi¨®n, un cl¨¢sico de la negociaci¨®n clim¨¢tica: arrastrar el escollo hasta el a?o que siguiente y avanzar aunque sea un poco en lo que hay acuerdo.
El primer borrador, el de la tarde, anunciaba que el futuro pacto clim¨¢tico entrar¨ªa en vigor "despu¨¦s de 2020", pero esa fecha incluso se cay¨® porque para la UE era peor que no poner nada. Europa consideraba que ese era el a?o tope en el que debe entrar en vigor el nuevo tratado. La fecha posterior a 2020 es una victoria de EE UU y China y lo dejaba vac¨ªo de contenido. Cualquier a?o valdr¨ªa y no ser¨ªa antes de una d¨¦cada. De nuevo, ante la discrepancia, se quit¨® la fecha y todos a seguir negociando, aunque s¨ª queda que el instrumento que se acuerde debe estar listo en 2015.
La secretaria de Estado de Cambio Clim¨¢tico en funciones, Teresa Ribera, calific¨® el sentido de los borradores como "enormemente descompensados. La presidencia dice que es el m¨¢ximo esfuerzo que pueden aceptar EE UU, China e India". Seg¨²n Ribera, inclu¨ªa "vaguedades relacionadas con el hecho de que se habla de un marco jur¨ªdico", no un tratado. A puerta cerrada, dijo: "Ha habido una reacci¨®n airada de todos los grupos".
Los pa¨ªses en desarrollo pretend¨ªan prorrogar Kioto hasta 2020, porque no quieren perder el ¨²nico acuerdo vinculante que existe y que les ha hecho llegar inversiones. Tienen el apoyo de las ONG, que ayer montaron la primera gran protesta en la cumbre, con gritos y abucheos a la puerta de uno de los plenarios. Tras la negativa rotunda de Canad¨¢ y Jap¨®n, esa llave quedaba en manos de la UE. Europa aceptaba repetir compromiso a cambio de lograr un tratado en 2015 en el que s¨ª estar¨ªan EE UU, China, India y Brasil. El trabajo para alcanzar ese marco legal -el borrador no dice que vaya a ser un tratado- "deber¨¢ empezar inmediatamente" para estar terminado en 2015 y adoptado ese a?o, como quer¨ªa la UE. En la negociaci¨®n, Europa logra el compromiso de que habr¨¢ un acuerdo en 2015, pero no consigue que entre en vigor en 2020 ni fijar c¨®mo se aplicara, ni a qui¨¦n. La negociaci¨®n para recortar la cifra de emisiones por Estados parece como escalar el Everest.
Un grupo de 27 pa¨ªses representativos debat¨ªa anoche el borrador antes de ser llevado al plenario. En estas cumbres las decisiones se toman por consenso -aunque en Canc¨²n fue por aclamaci¨®n ante la oposici¨®n de Bolivia-, as¨ª que era posible un bloqueo y el futuro de la cumbre era una inc¨®gnita. Si el texto era rechazado, eso podr¨ªa implicar volar por los aires todo el sistema de negociaci¨®n internacional, algo con lo que ning¨²n pa¨ªs parece querer cargar. En caso de ser aceptado, solo significar¨ªa seguir hablando hasta 2015.
Los pa¨ªses en desarrollo no estaban tampoco satisfechos. "Es menos que nada. Es un acuerdo para los contaminadores. La fecha que dice es 20-never [20-nunca]", declar¨® una ministra. A puerta cerrada, EE UU declar¨® algo as¨ª como que el borrador ten¨ªa un lenguaje en el que se pod¨ªan sentir c¨®modos, un respaldo en toda regla dentro del lenguaje diplom¨¢tico de estas citas. La UE ten¨ªa de su lado a los pa¨ªses menos desarrollados y a los peque?os Estados-isla, con lo que rompi¨® el discurso de China e India de que hablaban en su nombre cuando se negaban a recortar sus emisiones.
En el mejor de los casos, la cumbre podr¨ªa acordar prorrogar Kioto hasta 2020 y tener un calendario para acordar entonces otro pacto m¨¢s amplio. Ser¨ªa una victoria simb¨®lica m¨¢s que pr¨¢ctica, ya que solo con la UE, Suiza, Noruega, Australia y Nueva Zelanda, el tratado solo cubrir¨ªa un 15% de las emisiones mundiales. Preguntada por los periodistas por los escasos avances en a?os, la presidenta de la cumbre se hizo la enojada: "Envidio su profesi¨®n. Pueden ver a gente trabajando muy duro durante 12 meses, incluso 17 a?os, y decir que no hemos conseguido nada".
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