"La noche antes de su asesinato, Juan Mari so?o que lo mataban"
El cese de la violencia te deja una sensaci¨®n agridulce, rara. Por un lado, de alegr¨ªa porque ya no vaya a haber m¨¢s muertos, extorsiones ni secuestros. Por otro, te das cuenta de que llega tarde para ti y para todas las dem¨¢s v¨ªctimas". Maixabel Lasa es la viuda de Juan Mari J¨¢uregui, ex gobernador civil de Gipuzkoa entre 1994 y 1996, asesinado el 29 de julio de 2000 en Tolosa. Estaba en Euskadi de vacaciones porque, en ese momento, ¨¦l trabajaba en Chile para la empresa Aldeasa. Sab¨ªa que era objetivo de la banda, y por eso se march¨® de Euskadi.
La noche anterior a su asesinato, seg¨²n le cont¨® a su mujer, hab¨ªa so?ado que le mataban. "No hablaba demasiado de esas cosas, pero ese d¨ªa me lo confes¨®. ?l hab¨ªa quedado en Tolosa y yo no pude acompa?arle de pura casualidad, porque ten¨ªa que preparar la cena que hab¨ªamos organizado esa noche. Le acompa?¨¦ al garaje y me solt¨®: '?Sabes una cosa? He so?ado que me mataban'. No s¨¦ ni por qu¨¦ me lo dijo. Supongo que habr¨ªa visto algo, habr¨ªa sospechado, algo... Horas despu¨¦s, me estaba secando el pelo cuando llamaron a la puerta. Fue como un resorte. Pens¨¦: 'Ya est¨¢'. Lo supe. Fui a Tolosa y luego ni me acuerdo de muchas cosas", relata emocionada.
Maixabel, de 60 a?os, es directora de la Oficina de Atenci¨®n a V¨ªctimas del Terrorismo del Gobierno vasco, pero en este reportaje habla como una afectada m¨¢s por la lacra terrorista."La desconfianza de las v¨ªctimas hacia lo que dice ETA, aunque ahora prometa que no va a matar m¨¢s, es normal. Varias veces hemos tenido la esperanza de que esto se acabara y al final ha acabado siendo todo un fraude. Por eso, las v¨ªctimas necesitan m¨¢s tiempo, porque su implicaci¨®n emocional con este asunto es tambi¨¦n distinta, y m¨¢s intensa, que para el resto de la sociedad".
Maixabel, de 60 a?os, milit¨® en grupos culturales cercanos a ETA cuando era joven, durante el franquismo. "A nosotros nos toca tambi¨¦n hacer una autocr¨ªtica por haber idealizado a la banda en sus comienzos. En mi caso, fue as¨ª, lo reconozco, y me arrepiento de algunas cosas. Aunque tambi¨¦n desde muy jovencita, y cuando ¨¦ramos cuatro gatos, militando en el Partido Comunista de Euskadi, he salido a condenar la violencia. De eso me siento satisfecha".
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