"En los ochenta ETA nos mataba como a perros"

"ETA ha estado siempre presente en mi trabajo como polic¨ªa. Mi primer servicio, cuando estaba a¨²n en la academia, fue el atentado de Carrero Blanco [20 de diciembre de 1973]. En 1974 me mandaron a Bilbao (Bizkaia) y m¨¢s tarde a Basauri. All¨ª me qued¨¦ hasta 1987, y asist¨ª a un sinf¨ªn de atentados, muchos de ellos a compa?eros, en unos a?os muy complicados. ETA nos mataba como a perros. Los pol¨ªticos, hasta que no empezaron a matarlos a ellos, no hac¨ªan mucho caso a las v¨ªctimas. No ¨¦ramos nada, y nuestros muertos no val¨ªan gran cosa". ?ngel Chaparro, melillense, de 61 a?os, recuerda los a?os de plomo mientras comparte mesa y mantel con su mujer, Jacinta, y una quincena de v¨ªctimas en Almer¨ªa, el pasado 4 de noviembre, en unas jornadas de la asociaci¨®n andaluza de v¨ªctimas del terrorismo. A su lado, otros tantos grupos de comensales tambi¨¦n ponen en com¨²n experiencias.

"Estos d¨ªas nos sirven para afrontar el sufrimiento pasado con un poco m¨¢s de alegr¨ªa", dice Jacinta. "Personas que hemos sufrido algo similar nos damos apoyo". Junto a ella y a su marido come un guardia civil que pas¨® tambi¨¦n por Euskadi en los 80 y que guarda asimismo un infausto recuerdo de los d¨ªas en los que en cualquier momento pod¨ªa morir asesinado.

?ngel ten¨ªa la sensaci¨®n de llevarse bien con los vecinos de Basauri. De ser querido. "Nunca pens¨¦ que fuera a sufrir un atentado", relata. "Pero me equivoqu¨¦". Un d¨ªa se encontr¨® con las siglas SS pintadas en su coche. Otro, vio algo que parec¨ªa una cacerola con explosivo debajo de su veh¨ªculo, pero solo era un aviso. El tercero, not¨® que hab¨ªa una bolsa de basura pegada a la rueda delantera y le extra?¨®. No la toc¨®, pero mir¨® debajo del coche. All¨ª estaba la bomba lapa, lista para matarle. Estaba preparada de tal manera que, si quitaba la bolsa, explotaba. Si arrancaba, tambi¨¦n. El veh¨ªculo estaba en medio del pueblo, al lado de un edificio con ni?os. La polic¨ªa hizo una explosi¨®n controlada ante al ataque de p¨¢nico de su hija y de su mujer, a la que d¨ªas m¨¢s tarde llamaron por tel¨¦fono los terroristas: "Sra. de Chaparro, le comunic¨® que si su marido no se va inmediatamente del Pa¨ªs Vasco, en breve acudir¨¢ a su funeral".

Se marcharon a Sevilla. Acaba de ser reconocido como v¨ªctima del terrorismo. "La vida ya no ha vuelto a ser igual. Pero tengo que dar gracias a Dios de que por lo menos estoy vivo. Ahora solo pido al pr¨®ximo Gobierno que haga que los presos sigan cumpliendo con sus condenas; que no salgan como si nada hubiera pasado".