Espa?a bate su r¨¦cord de trasplantes
La tasa de donantes sube a 35,3 por mill¨®n de habitantes
Espa?a, l¨ªder mundial en trasplantes, super¨® en 2011 todos sus registros. El m¨¢s indicativo, la tasa de donantes, lleg¨® a 35,3 personas por mill¨®n de habitantes. Esto supone que se ha roto la tendencia a la baja de los ¨²ltimos a?os (en 2010 la tasa fue de 32, y en 2009 de 34,4). Solo una vez, en 2005, se hab¨ªa pasado de 35 (ese a?o fue de 35,1).
En n¨²meros absolutos tambi¨¦n se ha batido el r¨¦cord de donantes: fueron 1.667, frente a los 1.502 y 1.606 de los dos a?os previos. De acuerdo con los datos que ha presentado la ministra de Sanidad, Ana Mato, en una comparecencia sin preguntas, se han superado por primera vez los 4.200 trasplantes, con un incremento del 11,8% y casi 500 intervenciones m¨¢s respecto al a?o anterior. Tambi¨¦n se han alcanzado m¨¢ximos hist¨®ricos en trasplante renal, hep¨¢tico y de p¨¢ncreas. Han bajado los de pulm¨®n y los de coraz¨®n.
Uno de los aspectos donde m¨¢s se ha mejorado ha sido en los trasplantes de donante vivo, con un incremento del 30% hasta llegar a los 312. Esta es una de las v¨ªas que la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes (ONT) que dirige Rafael Matesanz est¨¢ promocionando como una medida de acabar con el estancamiento en la actividad de los ¨²ltimos a?os, debida, sobre todo, a la disminuci¨®n de los accidentes de tr¨¢fico, que al inicio de la actividad de la ONT eran la fuente principal de donantes. Esto ha supuesto un envejecimiento paulatino de la edad media de los donantes. Si en 1992 era de 34,5 a?os, ya est¨¢ en 58,2. Por primera vez m¨¢s de la mitad de las donaciones (53,7%) eran de personas mayores de 60 a?os. Mientras que descendi¨® el n¨²mero de donantes menores de 30, un 5,7% del total. Para Matesanz este es el patr¨®n ¡°de un pa¨ªs muy desarrollado¡±.
El aumento de la seguridad vial ha supuesto un envejecimiento paulatino de la edad media de los donantes. Si en 1992 era de 34,5 a?os, ya est¨¢ en 58,2. Por primera vez, m¨¢s de la mitad de las donaciones (53,7%) eran de personas mayores de 60 a?os. En paralelo ha descendido el n¨²mero de donantes menores de 30, un 5,7% del total. Para Matesanz, este patr¨®n de edades es propio ¡°de un pa¨ªs muy desarrollado¡±. Otro aspecto que influye en el aumento de las donaciones es la disminuci¨®n de las negativas familiares. Esta es otra de las cuestiones en las que m¨¢s se trabaja, por ejemplo formando a los coordinadores y al personal de enfermer¨ªa para que sepan aproximarse a personas de otras culturas y religiones. Aun as¨ª, la tasa de negativas est¨¢ en el 15,3%. En 2010 era del 19%. Ana Mato atribuy¨® los buenos datos a los espa?oles que ¡°en esta ¨¦poca de crisis econ¨®mica y social han dado un ejemplo de solidaridad¡±.
La edad media de quienes ceden un ¨®rgano es de 52,8 a?os
En t¨¦rminos absolutos, las autonom¨ªas en las que m¨¢s donaciones se han producido en 2011 han sido Andaluc¨ªa (308) y Catalu?a (238) ¡ªalgo l¨®gico porque son las m¨¢s pobladas¡ª. En t¨¦rminos relativos a su poblaci¨®n encabezan la lista Cantabria, con 67,8 donantes por cada mill¨®n de habitantes; La Rioja (62,5) y Asturias (46,3).
Precisamente el Hospital Central Universitario de Oviedo es el primero entre la lista de los centros que m¨¢s donantes por muerte encef¨¢lica han conseguido el ¨²ltimo a?o: alrededor de 50, seg¨²n la coordinadora de trasplantes del centro, Dolores Escudero. ¡°Este tipo de fallecimiento es m¨¢s conocido como muerte cerebral¡±, y tiene la ¡°ventaja¡± de que es m¨¢s ¡°predecible¡±: normalmente los pacientes est¨¢n en las unidades de cuidados intensivos (UCI), por lo que solo hay que determinar el momento de retirarle la respiraci¨®n asistida, y el equipo puede estar mejor preparado para mantener los ¨®rganos hasta el momento de su extracci¨®n. Por eso, tradicionalmente, este tipo de fallecimientos ha sido ¡°la clave de todo sistema de trasplantes¡±.
Curiosamente, el concepto de muerte encef¨¢lica es algo relativamente nuevo. ¡°Se estableci¨® en 1968¡±, indica Escudero. ¡°Lo tradicional era que una persona muera porque se le para el coraz¨®n; por eso se dice que la muerte encef¨¢lica es un producto moderno de los cuidados intensivos¡±, dice la m¨¦dica.
Cantabria es la comunidad con mayor proporci¨®n de intervenciones
Su peculiaridad hizo que, sobre todo al principio, el proceso de conseguir la donaci¨®n fuera muy dif¨ªcil. Las tasas de negativas del 20% o m¨¢s eran habituales, y a¨²n lo son en muchos pa¨ªses. ¡°Cuando empec¨¦ hab¨ªa muy poca cultura sanitaria. La gente negaba la muerte. ¡®Si est¨¢ caliente, si respira¡±, nos dec¨ªan. ¡°Y hab¨ªa que explicarles que estaba caliente porque lo manten¨ªamos as¨ª artificialmente, que parece que respira porque est¨¢ intubado y ayudado mec¨¢nicamente¡±. Hoy d¨ªa ¡°ya todo el mundo entiende lo que es un electro plano¡±.
El problema al que se enfrentaba la ONT es que este sistema estaba mostrando s¨ªntomas de agotamiento. El modelo espa?ol no crec¨ªa. Y por eso la organizaci¨®n ha buscado otros m¨¦todos para aumentar la tasa, ya que no debe olvidarse que, pese a las prometedoras cifras (o, quiz¨¢ por ellas: en los pa¨ªses donde no hay posibilidad de recibir un ¨®rgano no existen listas de espera al respecto), a finales de 2011 hab¨ªa 5.484 personas esperando un trasplante (en 2010 eran 5.760).
Estos intentos han llevado a fomentar el trasplante de vivo (entre familiares o conocidos), y el del buen samaritano (donante altruista que cede uno de sus ri?ones o parte de su h¨ªgado). Tambi¨¦n a una versi¨®n mezcla de ambas, como los trasplantes en cadena. Pero estos programas, con ser ¨²tiles, tienen un recorrido limitado.
¡°Los espa?oles? dan un ejemplo de solidaridad¡±, dice Ana Mato
Por eso la ¨²ltima apuesta de la ONT son las donaciones con la muerte en asistolia. El centro de referencia en este campo es el Cl¨ªnico de Madrid. El coordinador de trasplantes del hospital, Jos¨¦ Ram¨®n N¨²?ez, explica que es ¡°el concepto de muerte m¨¢s natural: el coraz¨®n que se para¡±. El problema es que es m¨¢s imprevisible, por lo que ¡°todo tiene que hacerse en cuatro horas: certificar la muerte, localizar a la familia, conseguir el permiso y extraer los ¨®rganos¡±.
En cambio, tiene una ventaja: la edad media de los candidatos es muy baja: ¡°Son j¨®venes, mucho de ellos deportistas. Un caso claro hubiera sido el futbolista Jarque, gente que tiene un paro cardiaco a veces incluso haciendo deporte¡±, indica el m¨¦dico.
El Cl¨ªnico realiz¨® el a?o pasado alrededor de 45 o 50 trasplantes con este tipo de donante, y colabora para que haya unidades en otros centros, como el hospital de Granada, el Universitario de Oviedo (donde trabaja Escudero) o el Cl¨ªnic de Barcelona. Adem¨¢s, se ha descubierto una cosa: salvo el coraz¨®n ¡ªque en este tipo de fallecimientos no se puede reutilizar¡ª, por la naturaleza m¨¢s joven y sana de los donantes, los otros ¨®rganos funcionan mejor cuando se trasplantan.
Cuando se trata de parada cardiaca todo debe hacerse en cuatro horas
En lo que Escudero y N¨²?ez coinciden es en la importancia del momento de pedir a la familia los ¨®rganos del fallecido. N¨²?ez cree que en las muertes en asistolia, a pesar de que todo es m¨¢s r¨¢pido ¡ªa veces hay que empezar por localizarlos¡ª es m¨¢s f¨¢cil. ¡°La gente que lleva mucho tiempo en un hospital desarrolla cierto rechazo¡±, dice. Eso s¨ª, afirma Escudero: ¡°A pesar de lo duro que sea a veces, ese momento te pone en contacto con lo mejor del ser humano: un familiar que es capaz de superar su dolor y decir que s¨ª¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.