"Her¨ª tanto a mis padres por ser gay que decid¨ª casarme"
"Sobre cada monta?a siempre hay un camino, aunque no se vea desde el valle". Ese es el mensaje que aparece en el interior de una galleta de la suerte cuando el soldado Jonathan Mills, de 27 a?os, la abre al t¨¦rmino de nuestra comida. Es un proverbio que refleja en parte la intensa vida de este joven que se alist¨® en las Fuerzas Armadas en 2004, en parte para apoyar a su pa¨ªs en la guerra de Irak, y por otra para huir de su homosexualidad y de un matrimonio que no funcionaba. En el Ej¨¦rcito se encontr¨® a s¨ª mismo y dej¨® de vivir una mentira.
Llega con puntualidad militar y no se muestra quisquilloso con el restaurante. "Si comes lo que te sirven en el Ej¨¦rcito, puedes comer de todo", bromea. Sugiere que sea tailand¨¦s. "Cualquier cosa menos sushi", a?ade. Acabamos en un local asi¨¢tico, apurados por una temperatura bajo cero. Hoy, Jonathan es un joven a quien se ve orgulloso de su patria y de su sexualidad. Coloc¨® su grano de arena para acabar con una discriminaci¨®n que, seg¨²n ¨¦l explica, perjudicaba al propio Ej¨¦rcito.
Wok and Roll. Washington
- Sopas: 5 d¨®lares.
- Pollo al s¨¦samo: 12,50.
- Pollo kung pao: 11,95.
Total con impuestos: 32,4 d¨®lares (25,45 euros).
"En realidad intent¨¦ salir del armario en el instituto. Se lo dije a mis padres, que son religiosos. Les afect¨® much¨ªsimo. Dijeron que era el resultado de no haber rezado lo suficiente. Me pusieron en terapia para eliminar la homosexualidad. Les vi devastados y decid¨ª casarme con mi novia del instituto. Ella sab¨ªa por qu¨¦ estaba en terapia", explica. Ambos tuvieron una hija. Finalmente, Jonathan decidi¨® alistarse. "Fue una v¨ªa de escape para huir de mi matrimonio, y de una vida que no funcionaba".
Jonathan es ahora t¨¦cnico de comunicaciones de la Fuerza A¨¦rea en la base de Anacostia Bolling, aqu¨ª en Washington. Ve a su hija dos veces al a?o y espera poder llevarla a la marcha del orgullo gay el pr¨®ximo verano. En su tiempo libre, escribe de forma gratuita para la revista OutServe, dedicada al p¨²blico gay militar, y de la que es editor ejecutivo. En ella escribi¨®, firmando solo con una inicial y su apellido, cuando se prohib¨ªa a los gais servir abiertamente.
Fue uno de los primeros soldados de EE UU en revelar su homosexualidad
Extremadamente educado, Jonathan no se las da de h¨¦roe, aunque para muchos lo es por partida doble. Primero porque sirvi¨® en Afganist¨¢n en 2007. Y, segundo, porque el d¨ªa 20, cuando el Pent¨¢gono suprimi¨® formalmente la norma contra los gais, escribi¨® en Facebook: "Soy gay. Eso es todo". Horas despu¨¦s estaba en el Capitolio, rodeado de senadores, para conmemorar formalmente el final de 18 a?os de discriminaci¨®n.
"En principio, esa ley me protegi¨®, porque yo hu¨ªa de mi sexualidad. Me vino bien servir en silencio, dejando de lado mi matrimonio", explica. "Pronto me di cuenta de que lo que estaban haciendo era da?ino para m¨ª, para mi mujer y para mi hija". Hoy se lleva bien con su exesposa, que ha sido tolerante. Sus padres y hermanos a¨²n no le aceptan. Creen que cedi¨® ante la debilidad. "Son muy religiosos. No lo entienden", explica.
En toda la conversaci¨®n, Jonathan solo se detiene ante una pregunta. ?Hay algo de lo que se arrepienta en este largo camino, desde su Misisipi natal a ser la cara de un cambio generacional? "Podr¨ªa decir que me arrepiento de no haber revelado mi sexualidad antes. Pero lo cierto es que lo intent¨¦ en el instituto, al cont¨¢rselo a mi familia. Y en todo este camino, encontr¨¦ algo tan valioso como mi hija". Idealista, ahora se marca un nuevo objetivo: "Que se permita en el futuro a los transexuales ser parte de las Fuerzas Armadas".
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