Los r¨ªos de la Pen¨ªnsula pierden agua

En medio de la eterna discusi¨®n, trasvases s¨ª, trasvases no, animada por la comparecencia del ministro de Agricultura y Medio Ambiente, Miguel Arias Ca?ete, la semana pasada en la que defendi¨® este tipo de infraestructuras, el Centro Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) publica un informe en la revista Journal of Hidrology que muestra que los r¨ªos ib¨¦ricos transportan cada vez menos agua. Los cient¨ªficos han llegado a esta conclusi¨®n tras dos a?os estudiando la evoluci¨®n del caudal de las 187 cuencas fluviales de la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica entre 1945 y 2005. Una tendencia a la baja que tiene visos de mantenerse en el tiempo por las condiciones climatol¨®gicas y de uso de agua que nos rodean.

"La ca¨ªda es generalizada tanto en los r¨ªos regulados con presas y embalses, como en los que no lo est¨¢n, aunque en los primeros los descensos son m¨¢s marcados. Adem¨¢s, hemos observado la existencia de un gradiente sur-norte con principales descensos en la zona sur", explica Sergio Vicente, investigador del organismo p¨²blico y del Instituto Pirenaico de Ecolog¨ªa. Detr¨¢s de la situaci¨®n, se vislumbra el cambio clim¨¢tico (disminuci¨®n de lluvias y aumento t¨¦rmico) y factores como el abandono de la agricultura en zonas de monta?a, la expansi¨®n de las superficies irrigadas y el aumento de la demanda de agua para el abastecimiento de poblaciones, industrias y actividades tur¨ªsticas.?"En definitiva, clima y c¨®mo se gestionan los recursos h¨ªdricos y del territorio", puntualiza Vicente.

La disminuci¨®n se puede asociar al descenso de las lluvias y al aumento t¨¦rmico

Aunque la bajada es generalizada, no afecta a todos los r¨ªos por igual. La cuenca del Segura y un tramo de la del Guadiana se llevan la peor parte: el descenso ha sido superior al 3% anual con respecto a la media de la segunda mitad del siglo XX. El resto del Guadiana, el J¨²car y la primera mitad del Tajo, disminuye entre el 1% y el 3%.

"Un aspecto llamativo es que existe un patr¨®n estacional claro", explica el investigador. En primavera cerca de la mitad de la cuenca del Guadalquivir y m¨¢s de un cuarto de la del Guadiana sufren un descenso del 3% anual. Sin embargo, en oto?o e invierno Galicia, Norte de Castilla y Le¨®n, baja cuenca del Tajo, este de Andaluc¨ªa y nordeste de Madrid, aumentaron la cantidad de agua entre el 1 y el 3%, respecto a la media.

"?Qu¨¦ se puede hacer? Es complicado, pero yo apuesto por las medidas de adaptaci¨®n de cada territorio. En cuanto a los trasvases, a todo el mundo se lo olvida que, independientemente del cambio clim¨¢tico, nuestro clima es variable", explica. Como prueba, recuerda que el invierno de 2010 fue el m¨¢s lluvioso desde que existen registros y que este a?o no ha habido lluvias. Es en esos momentos, contin¨²a, cuando empiezan los problemas entre territorios, porque no se puede predecir cuando va a haber m¨¢s o menos agua. "Todo recurso externo puede aliviar una situaci¨®n puntual, pero no se puede plantear un desarrollo confiando en un recurso externo, que lo que fomenta es la dependencia y eso no es adaptaci¨®n. Es aplicar el sentido com¨²n, ni siquiera criterios cient¨ªficos", concluye.