La ley contra la homosexualidad vuelve al Parlamento ugand¨¦s
La norma contempla en algunos casos la cadena perpetua para los gais
El Parlamento ugand¨¦s va a debatir una ley contra la homosexualidad que, de ser aprobada y en algunos casos, podr¨ªa servir para condenar a cadena perpetua a los gais. El texto fue presentado ayer de nuevo en el Parlamento por su impulsor, el diputado David Bahati, que recibi¨® los aplausos tanto de los miembros de su partido en el Gobierno como de los de la oposici¨®n mientras se o¨ªan cantos de "?Nuestra ley, nuestro hombre, nuestros ni?os!".
Se trata de la misma propuesta de ley que, en un principio, pretend¨ªa introducir la pena de muerte para lo que llamaba casos de "homosexualidad agravada" y que en los ¨²ltimos meses ha provocado numerosas reacciones de rechazo de la comunidad internacional. Finalmente fue aparcada por falta de tiempo en la pasada legislatura y va a ser debatida durante el actual calendario parlamentario, que se inici¨® ayer.
"Cuando introdujimos la propuesta por primera vez recibimos muchos comentarios y reacciones de todas las partes implicadas y finalmente hemos decidido retirar la pena de muerte del texto", ha dicho Bahati hoy a este peri¨®dico desde Kampala.
El texto original defin¨ªa el delito de "homosexualidad agravada" como los casos en los que homosexuales mantuvieran relaciones forzadas con un menor o que lo hicieran con una persona a su cargo, los que supieran que son seropositivos y fueran activos sexualmente, los que mantuvieran relaciones con una persona discapacitada y los que utilizaran alg¨²n tipo de droga para forzar la relaci¨®n sexual. Adem¨¢s, la propuesta original tambi¨¦n introduc¨ªa la pena de muerte para los que "reincidieran", aunque no defin¨ªa legalmente este t¨¦rmino.
La propuesta actual mantiene todos estos supuestos pero la pena pasar¨ªa a ser de cadena perpetua en lugar de la condena a muerte.
Sin embargo, para Bahati esta es una cuesti¨®n menor y los verdaderos objetivos de la ley son otros: "detener la promoci¨®n de la homosexualidad, evitar que se ense?e a nuestros ni?os y frenar su financiaci¨®n. Y tambi¨¦n dejar claro que cualquier sugesti¨®n de que deber¨ªamos condenar la homosexualidad para poder recibir dinero de Occidente es imperialismo".
Adem¨¢s, de ser aprobada la ley podr¨ªa servir para condenar a hasta siete a?os de c¨¢rcel a cualquiera que "ayude, d¨¦ asistencia o consejo o proporcione v¨ªctimas para el acto de la homosexualidad".
La homosexualidad es ya ilegal en Uganda, al igual que en otros 36 pa¨ªses africanos, y las personas gais temen admitirlo o mostrar sus inclinaciones en p¨²blico por miedo a represalias o incluso a ser v¨ªctimas de violencia.
"El problema no es tanto la ley en s¨ª, ya que debes ser cogido en el acto para poder ser condenado, sino la influencia que tiene en la gente, que s¨ª nos puede hacer da?o", comenta desde Kampala con pragmatismo John Wambere, un conocido activista ugand¨¦s por los derechos de los homosexuales. "Estamos decepcionados, parece que la ley tiene mucho apoyo en el Parlamento y que esta vez s¨ª la van a aprobar, pero vamos a seguir intentando dialogar con el Gobierno sobre el tema", a?ade Wambere.
La sociedad ugandesa se opone en general a la homosexualidad y, aunque muchos ve¨ªan la pena de muerte como un castigo excesivo, su retirada de la propuesta s¨ª podr¨ªa darle el apoyo suficiente para ser aprobada.
En enero de 2011, David Kato, amigo de Wambere y como ¨¦l activista por los derechos humanos, fue asesinado en su casa de Kampala unos meses despu¨¦s de que un semanario ugand¨¦s de escasa tirada publicara su imagen en portada con el texto: "?Que los ahorquen!". Entonces, la polic¨ªa arrest¨® a un hombre que habr¨ªa confesado haber matado a Kato porque este le deb¨ªa el dinero prometido por haber mantenido relaciones sexuales con ¨¦l, una versi¨®n de los hechos que los compa?eros de Kato no han aceptado.
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