5.500 euros menos al a?o por ser mujer
La retribuci¨®n de las mujeres es un 22%, de media, menor que la de los hombres. Las altas tasas de desempleo reducen la grieta pero no acaban con la discriminaci¨®n. Sigue habiendo m¨¢s mujeres en los puestos m¨¢s bajos. Los complementos salariales y el modo de contrato incrementan las diferencias entre sexos. Las mujeres m¨¢s formadas soportan m¨¢s desigualdad retributiva.
La brecha salarial entre hombres y mujeres sigue siendo grande. La retribuci¨®n que ellas reciben es, de media, un 22% menor. O de manera m¨¢s gr¨¢fica: ganan, de media, 5.500 euros menos; y para cobrar lo mismo deber¨ªan trabajar 80 d¨ªas m¨¢s al a?o. Las retribuciones complementarias (pluses, beneficios¡), que los hombres perciben en mayor medida, la mayor concentraci¨®n de las mujeres en los empleos con salarios m¨¢s bajos y en contratos de jornada reducida ahondan estas desigualdades. La grieta entre las retribuciones de unos y otros ¨Cuno de los indicativos m¨¢s claros de la discriminaci¨®n-- se ha reducido en los ¨²ltimos a?os. En 2006 la diferencia era de un 26,3%; un 4,3% mayor que en 2009 (¨²ltimo a?o del que hay datos) seg¨²n muestra un informe de UGT hecho p¨²blico hoy que analiza las cifras del INE. La reducci¨®n, sin embargo, no se debe a que las condiciones de ellas hayan mejorado sino a que las de los hombres han empeorado. El desempleo masculino ¨Cque creci¨® al ritmo que se desinflaba la burbuja inmobiliaria¡ªy la reducci¨®n de los salarios m¨¢s altos empeque?ecen la brecha pero no terminan con la desigualdad.
Para cobrar lo mismo, las mujeres deber¨ªan trabajar 80 d¨ªas m¨¢s al a?o
¡°Somos m¨¢s mujeres en el mercado laboral, pero no por ello, en t¨¦rminos retributivos, somos m¨¢s iguales. La discriminaci¨®n sigue siendo patente y se mantiene¡±, ha dicho Almudena Fontecha, secretaria de Igualdad de UGT, que ha recordado que los datos de 2008 --cuando la diferencia era de 21,9%-- y de 2009 a penas han variado.El 15,2% de las mujeres tuvieron salarios menores o iguales al Salario M¨ªnimo Interprofesional (SMI), frente al 5,6% de los hombres. Por el contrario, el 9,81% de los hombres recibieron ingresos cinco veces superiores al SMI frente al solo 4,77% de las mujeres que alcanzaron estos ingresos. La repercusi¨®n de esa discriminaci¨®n afecta no solo al presente, tambi¨¦n al futuro de las trabajadoras. A menor retribuci¨®n, menor prestaci¨®n por desempleo y menor pensi¨®n.
M¨¢s discriminaci¨®n arriba
A ellas les cuesta m¨¢s llegar arriba, pero cuando lo hacen tampoco reciben la misma retribuci¨®n. ¡°A trabajos de igual valor, es decir que aunque se denominen de manera diferente requieran las mismas capacidades y supongan funciones similares, las mujeres no reciben la misma retribuci¨®n. Los hombres se benefician m¨¢s de complementos, pluses y otros beneficios¡±, explica Fontecha. Complementos como el de la disponibilidad total, que suponen un incremento de la retribuci¨®n y que reciben en mucha mayor medida los hombres. Y ese patr¨®n, aunque afecta m¨¢s a las categor¨ªas profesionales m¨¢s altas ¨Cen la gerencia de las empresas de menos de diez trabajadores la brecha es del 42,3%-, se repite en todos los escalones.
¡°Somos m¨¢s mujeres en el mercado laboral, pero no por ello, en t¨¦rminos retributivos, somos m¨¢s iguales¡±,
Y la formaci¨®n y la educaci¨®n, contrariamente a lo que se piensa, no acaban con la discriminaci¨®n. La grieta salarial entre hombres y mujeres crece a medida que aumenta la cualificaci¨®n de los empleos. En las profesiones que exigen una titulaci¨®n de segundo y tercer ciclo universitario, la diferencia es del 16,8%. ¡°No se est¨¢ contratando a los mejores trabajadores, porque actualmente las mujeres tienen m¨¢s formaci¨®n que los hombres¡±, critica Fontecha. ¡°C¨®mo es posible que en Espa?a se est¨¦ desaprovechando de esa manera su talento y su formaci¨®n?, se pregunta.
?En los puestos de menor cualificaci¨®n las diferencias son menores. Pero los salarios tambi¨¦n. ¡°A mayor concentraci¨®n de mujeres los salarios son m¨¢s bajos. All¨ª donde los trabajos est¨¢n m¨¢s feminizados, ambos cobran menos¡±, apunta la secretaria de Igualdad de UGT. En la Administraci¨®n P¨²blica, donde los criterios de ingreso son m¨¢s transparentes, la desigualdad es mucho menor.
Uni¨®n Europea
El pa¨ªs con menor desigualdad salarial es Eslovenia
Si se analizan los datos de la Uni¨®n Europea, recogidos por Eurostat, la brecha salarial en Espa?a es de un 16%, un 1% por debajo de la media europea. Una discriminaci¨®n com¨²n a todos los Estados miembros que es "intolerable", seg¨²n la Comisi¨®n Europea que ya hace dos a?os anunci¨® que tomar¨ªa medidas para frenarla. El baremo que se usa en ese estudio, sin embargo, es distinto, ya que tiene en cuenta el salario por hora bruto en las empresas de m¨¢s de 10 trabajadores. Seg¨²n este c¨¢lculo los pa¨ªses con mayor brecha salarial son Alemania, Austria y Rep¨²blica Checa, todos por encima del 23%. Un porcentaje que se podr¨ªa explicar con la extensi¨®n de los trabajos a tiempo parcial o jornadas reducidas en estos pa¨ªses. El pa¨ªs con menor desigualdad entre retribuciones es Eslovenia, un Estado donde el salario m¨ªnimo es muy alto.
Reforma laboral
Juan Manuel Moreno, secretario de Estado de Igualdad, reconoci¨® el martes que esa desigualdad supone un ¡°lastre¡± para el desarrollo competitivo de Espa?a. ¡°?Qu¨¦ sentido tiene que una de las partes de nuestro sector poblacional m¨¢s productiva, m¨¢s preparada y capacitada tenga menos capacidad salarial y menos capacidad de promoci¨®n? Eso constituye un lastre para nuestro desarrollo econ¨®mico ", dijo. Sus palabras, sin embargo, no acompa?an, seg¨²n los sindicatos, a las pol¨ªticas llevadas a cabo por el Gobierno para fomentar el empleo femenino ni para acabar con la brecha salarial.
Para UGT, la reforma laboral poco ayuda a eliminar la desigualdad. ¡°Solo agrava la situaci¨®n porque promueve, al fomentar entre otras cosas trabajos a tiempo parcial, la desigualdad retributiva¡±, opina Fontecha. ¡°De una forma indirecta, el Gobierno le ha dado una patada a la ley de igualdad que prev¨¦ medidas y planes para fomentar el empleo femenino. El posibilitar que los empresarios se puedan descolgar de lo pactado y cambiar las condiciones laborales perjudica enormemente a las mujeres¡±, argumenta Fontecha, que recuerda que muchas de las medidas dirigidas a acabar con el desempleo han ido dirigidas, adem¨¢s, a sectores mayoritariamente masculinos.
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