"Ellos descargan su frustraci¨®n con los ataques de ¨¢cido"

A los 14 a?os, la paquistan¨ª Sharmeen Obaid-Chinoy public¨® su primer art¨ªculo en un peri¨®dico y a los 17 tuvo que esconderse porque su primer reportaje de investigaci¨®n, centrado en pandilleros que aterrorizaban con rifles a los ni?os de su ciudad, Karachi, en Pakist¨¢n, hab¨ªa puesto su vida en peligro. "Si dices la verdad, la gente y yo siempre te defenderemos", le dijo entonces su padre. A los 22, y tras estudiar en Estados Unidos, estrenaba Children's terror (Hijos del terror), una cinta sobre los ni?os afganos refugiados que llenaron las calles de su ciudad tras la invasi¨®n estadounidense que sigui¨® al 11-S.

Con aquel filme gan¨® m¨²ltiples premios y se le abrieron las puertas de un sue?o: utilizar el documental para mostrar la verdad y crudeza del lado del mundo en el que le toc¨® nacer, haciendo particular hincapi¨¦ en las injusticias que sufren las mujeres. Tras producir una docena de filmes, esta joven tenaz de 33 a?os recog¨ªa su primer Oscar hace apenas 10 d¨ªas por un corto documental titulado Saving face (Salvando caras) y codirigido junto al estadounidense Daniel Junge.

En la pel¨ªcula se denuncian, a trav¨¦s de dos mujeres desfiguradas y un m¨¦dico extraordinariamente valientes, los ataques con ¨¢cido que sufren las paquistan¨ªes a manos de sus maridos, ataques por los que rara vez son condenados y que constituyen una de las formas de abuso dom¨¦stico m¨¢s comunes en Pakist¨¢n, Camboya, India, Bangladesh y Afganist¨¢n, entre otros. "Yo podr¨ªa ser una de ellas. Si hubiera nacido en otra familia, en otro contexto econ¨®mico y social, podr¨ªa ser perfectamente una de las 150 v¨ªctimas que denuncian ataques anualmente, o una de las cientos de mujeres que los sufren en silencio, o una de las miles, si contamos a las de otros pa¨ªses. Por eso, como mujer, mi deber es darles voz".

La cineasta ha ganado un Oscar con un corto sobre agresiones machistas en Pakist¨¢n

Sharmeen Obaid-Chinoy ha participado en las conferencias TED2012 en Long Beach (California) para hablar de su pel¨ªcula. Asediada por periodistas y fans, y enganchada continuamente al m¨®vil, un agua es lo ¨²nico que le apetece tomar a media ma?ana en uno de los c¨®modos sillones del TED.

Extremadamente seria, se expresa como una activista guerrera obsesionada con su propia misi¨®n y solo sonr¨ªe cuando se le pregunta por el Oscar, que al recoger dedic¨® a las paquistan¨ªes. "De ni?a me hubiera re¨ªdo a carcajadas si me hubieran dicho que ocurrir¨ªa. Pero lo mejor de este premio (el primero que recibe un cineasta paquistan¨ª) es que ahora la mujer que en Pakist¨¢n so?¨® con hacer algo, con cambiar su comunidad, con mejorar la vida de otras mujeres, tendr¨¢ la esperanza de poder hacerlo. Si yo he podido, ellas tambi¨¦n pueden", clama orgullosa, aunque enseguida vuelve su mirada hacia ese m¨®vil que vibra sin parar mientras hablamos.

Casada y madre de una hija, sabe que el primer enemigo de esas mujeres es la falta de educaci¨®n. Por eso acaba de lanzar una campa?a online sobre los ataques con ¨¢cido a trav¨¦s de la web de su pel¨ªcula. "Ocurren principalmente en ¨¢reas rurales donde el ¨¢cido se utiliza para limpiar el algod¨®n, donde apenas hay alfabetizaci¨®n y donde los niveles de paro son altos. Atacar a las mujeres no est¨¢ mal visto, as¨ª que los hombres descargan sus frustraciones sobre ellas con el ¨¢cido. Denunciar los ataques es el primer paso para combatirlos".