Educar con cuidado

Casi 102.000 ni?os y ni?as de hasta tres a?os est¨¢n matriculados este curso en educaci¨®n infantil en la Comunidad de Madrid: unos 45.000 en la red p¨²blica, unos 4.600 en plazas concertadas en centros privados y unos 53.000 directamente en la privada. Los datos proceden de la consejer¨ªa, que saca pecho con la cantidad: 21 nuevas escuelas p¨²blicas este curso, aproximadamente el 50% de la demanda potencial de menores en ese tramo de edad cubierta, una tasa de escolarizaci¨®n 16 puntos por encima de la media espa?ola. Lo cierto es que desde 2003 hasta la fecha hay un 65% m¨¢s de centros p¨²blicos en esta etapa tan especial, ni obligatoria ni gratuita (como s¨ª lo es la siguiente, de los tres a los cinco a?os), clave para la conciliaci¨®n de la vida laboral y personal de muchos padres, pero que a la vez reivindica con fuerza su papel educativo, como recoge la normativa, la Ley Org¨¢nica de Educaci¨®n (LOE).

Otra cosa es c¨®mo se est¨¢ haciendo. Solo una de cada cuatro escuelas infantiles (el 24%) de la red p¨²blica madrile?a (91 de las 375) tiene una gesti¨®n directa por parte de la Administraci¨®n responsable (un Ayuntamiento o la Comunidad), seg¨²n lamenta Carmen Ferrero, presidenta de la Junta de Portavoces de Educaci¨®n Infantil P¨²blica 0-6 a?os. El resto, advierte, est¨¢ en manos de cooperativas sin ¨¢nimo de lucro o, cada vez m¨¢s, de empresas que en muchos casos ganan los concursos abaratando su oferta econ¨®mica. A las familias les va a costar lo mismo meter a sus hijos en centros de uno u otro tipo de gesti¨®n, ya que se trata de precios fijados por la Administraci¨®n. Lo que pueden variar son las condiciones laborales del personal. "No es lo mismo trabajar 40 horas por 1.200 euros que por 800 o menos, hay m¨¢s rotaci¨®n y la calidad se resiente", acota Ferrero.

Las cooperativas o empresas gestionan el 24% de los centros p¨²blicos

A punto de comenzar el plazo de admisi¨®n de alumnos de 0-3 a?os en la regi¨®n para el curso 2012-2013, arrancan tambi¨¦n las dudas, el v¨¦rtigo de muchas familias puestas en la tesitura de llevar por primera vez a su reto?o, quiz¨¢ a¨²n un beb¨¦ de meses, al cole. "Lo primero es recomendar a los padres que se cojan uno o m¨¢s d¨ªas y se pateen todas las escuelas infantiles que puedan", enfatiza Jos¨¦ Luis Mazos, presidente de la Federaci¨®n Regional de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (FAPA) Giner de los R¨ªos. Que observen, escuchen, vean lo que hay dentro, que puedan entrar "hasta la cocina¡­". "Cuando te recibe una persona que tiene muchas cosas que hacer menos atenderte, malo", a?ade. "Fundamental el proyecto educativo, el equipo y el grado de permeabilidad", apostilla Ferrero. Una terna exigible a cualquier tipo de centro. Aunque la apuesta de ambos es clara: la p¨²blica, de gesti¨®n directa, cada vez m¨¢s escasa.

En la gesti¨®n indirecta aparecen empresas como Promoci¨®n de la Formaci¨®n Las Palmas (Profolp, SL), que tiene a su cargo cinco centros en Madrid, tres municipales, uno del Ministerio de Defensa y otro de la Comunidad. En ellos no se trabaja con editoriales ni fichas, sino que se elabora material propio; se sigue el modelo de escuela abierta, con aprendizajes a trav¨¦s del juego y respetando el ritmo de cada ni?o, y se valoran m¨¢s "los procesos que los resultados", seg¨²n explica su director de infancia, Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez, defensor tambi¨¦n de "la transparencia" de su intervenci¨®n. "No entendemos una escuela donde las familias recogen a los ni?os en una puerta o en un recibidor", sentencia. Considera que la edad ¨®ptima para dejar a un beb¨¦ en el cole es a partir de los 12 meses. Pero la necesidad manda, y "las escuelas infantiles p¨²blicas que existen en Madrid tienen unos magn¨ªficos recursos para atender a los beb¨¦s con las m¨¢ximas garant¨ªas. Y no hablo solo de la labor asistencial, sino tambi¨¦n de la acci¨®n educativa", afirma. No tan optimista, Ferrero opone que la red ha perdido calidad, que es m¨¢s heterog¨¦nea que nunca, y que en ella conviven muy buenas y muy malas gestiones.

Pero no todas las familias consiguen meter a la prole en la red p¨²blica. Para ellos, la privada se convierte en la ¨²nica opci¨®n, a cuyo rebufo la regi¨®n ha pasado de 764 a 1.076 centros en los ¨²ltimos cuatro a?os, seg¨²n las cifras que maneja Carmen Ferrero. Aqu¨ª es importante distinguir entre los que est¨¢n y los que no est¨¢n reconocidos por Educaci¨®n porque, adem¨¢s de la mayor garant¨ªa que ello implica, los primeros ofrecen la posibilidad de aspirar al cheque guarder¨ªa, de hasta 160 euros mensuales, siendo los criterios fundamentales la renta y el hecho de que ambos progenitores trabajen. Un centro privado puede costar, de media, unos 450 euros mensuales, con lo que la ayuda no cubrir¨ªa ni un tercio de la escolaridad en estos casos, seg¨²n un an¨¢lisis del sector publicado por FETE-UGT Madrid hace un par de cursos y que, seg¨²n sus autores, contin¨²a vigente.

Lo que ha cambiado es que muchas escuelas privadas se est¨¢n viendo afectadas por la crisis y por la apertura de p¨²blicas, hasta el punto de que la patronal del sector ha pedido a la Consejer¨ªa que deje de construir centros p¨²blicos de 0-3 a?os. Las que pierden demanda bajan los precios, oficialmente o bajo cuerda, cuando ven que se pueden ir los ni?os, asegura Carmen Ferrero. Esta experta tambi¨¦n apunta que los chiringuitos educativos sin regularizaci¨®n ni control ¨Cun 30% de la oferta, seg¨²n FETE-UGT¨C "antes eran locales y ahora suele ser una madre en paro que atiende en casa a los ni?os".