14.000 asentamientos de hace miles de a?os, vistos desde el espacio
Dos cient¨ªficos de EE UU utilizan las fotos tomadas por antiguos sat¨¦lites esp¨ªa y observatorios modernos para localizar la huella de la actividad humana en el noreste de Siria
La construcci¨®n con bloques de adobe es una tradici¨®n milenaria en Oriente Pr¨®ximo y, cuando se destruyen esos adobes, los restos se distinguen del suelo menos alterado porque tienen una textura m¨¢s fina y un color m¨¢s claro. Se llaman anthrosoles. Adem¨¢s, est¨¢n mezclados con niveles altos de materia org¨¢nica, componiendo una especie de firma de los asentamientos humanos que se puede distinguir desde sat¨¦lite. Con la pista de los anthrosoles, dos cient¨ªficos de EE UU han levantado un mapa de unos 14.000 asentamientos de los ¨²ltimos 8.000 a?os en el noreste de Siria, en un ¨¢rea de 23.00 kil¨®metros cuadrados, desarrollando as¨ª un nuevo m¨¦todo para cartografiar patrones de las zonas habitadas. Adem¨¢s, combinan la identificaci¨®n de anthrosoles con un levantamiento tridimensional del terreno, de manera que han visto que 9.500 de esos 14.000 asentamientos est¨¢n notablemente elevados sobre el suelo. Esto se debe a que las construcciones se van acumulando siglo tras siglo, las unas sobre las ruinas de las anteriores.
Bjoern H. Menze y Jason A. Ur, antrop¨®logo de la Universidad de Harvard, el primero, y experto en computaci¨®n del Instituto de Tecnolog¨ªa de Massachusetts, el segundo, dan a conocer su investigaci¨®n en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias (EE UU). El acceso al agua y la ubicaci¨®n respecto a la red de intercambios en la regi¨®n destacan como los dos criterios fundamentales que determinaron d¨®nde viv¨ªa la gente.
El mapa de elevaciones se ha hecho con los datos de radar que tom¨® el transbordador Endeavour?
¡°La arqueolog¨ªa tradicional va directamente a las cosas grandes, los palacios o las ciudades, y tendemos a ignorar los asentamientos del otro extremo del espectro social¡±, comenta Ur en la revista Science. ¡°La gente que emigraba a las ciudades proced¨ªa de alg¨²n sitio y nosotros la hemos puesto en el mapa¡±. Esa informaci¨®n sobre peque?os asentamientos y el patr¨®n general que se obtiene con esta metodolog¨ªa puede aportar informaci¨®n importante sobre las civilizaciones del pasado y facilitar el trabajo arqueol¨®gico no s¨®lo abarcando extensas regiones, sino tambi¨¦n recabando informaci¨®n que es dif¨ªcil obtener directamente en los lugares remotos y de dif¨ªcil acceso por guerras y conflictos.
Menze y Ur han trabajado con las im¨¢genes, ahora p¨²blicas, de antiguos sat¨¦lites esp¨ªa del programa Corona, del Pent¨¢gono, y con registros de sat¨¦lites de observaci¨®n de la Tierra posteriores. Adem¨¢s, para el mapa de elevaciones, han recurrido a los datos de una misi¨®n de topograf¨ªa por barrido con radar que se hizo en 2000 con el transbordador espacial Endeavour, de la NASA.
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