Riad levanta la prohibici¨®n a los hombres de acudir solos a centros comerciales

El gobernador de Riad, el pr¨ªncipe Sattam Bin Abdelaziz, ha levantado la prohibici¨®n de que los hombres solos puedan entrar en los centros comerciales de la capital saud¨ª por las tardes y los fines de semana. Hasta ahora s¨®lo pod¨ªan hacerlo por las ma?anas. La decisi¨®n, anunciada en el diario Al Riyadh de hoy, supone reconocer el fracaso de una medida que, bajo el pretexto de proteger a las mujeres del acoso, reforzaba la segregaci¨®n sexual y dificultaba la vida a los varones que necesitaban hacer alguna compra y no contaban con la compa?¨ªa de su mujer, su madre o al menos una hija.

¡°Es como si levantaran la prohibici¨®n de conducir a las mujeres¡±, celebra la feminista y periodista saud¨ª Iman al Qhatani. En Arabia Saud¨ª, con un clima extremadamente c¨¢lido y sin lugares de esparcimiento mixtos, esos templos del consumo son uno de los escasos puntos de encuentro entre los dos sexos. Las restricciones a la entrada de hombres solos no se dan en todo el pa¨ªs. En las ciudades donde no pueden acceder a su interior en las horas de m¨¢xima afluencia, muchos j¨®venes han tomado por costumbre congregarse a sus puertas en la esperanza de poder conocer a alguna chica e intercambiar su n¨²mero de m¨®vil a trav¨¦s del bluetooth.

¡°Es como si levantaran
la prohibici¨®n de conducir a las mujeres¡±, celebra una feminista

¡°Es un gran logro, ya que los hombres llevaban a?os quej¨¢ndose¡±, admite la bloguera Eman al Nafjan. ¡°Los muttawa no est¨¢n contentos, pero mucha gente s¨ª¡±, a?ade en referencia a los ultraconservadores agentes de la polic¨ªa moral.

Sin embargo, de acuerdo con la noticia publicada en Al Riyadh, la decisi¨®n fue obra de un comit¨¦ formado por funcionarios locales y representantes del temido Comit¨¦ para la Promoci¨®n de la Virtud y la Prevenci¨®n del Vicio, del que dependen los muttawa. Al parecer, sus responsables reconocieron que la prohibici¨®n hab¨ªa tenido ¡°muchas consecuencias negativas, incluida la concentraci¨®n de hombres a las puertas de los centros comerciales para molestar a las mujeres¡±.

Nadie se plantea que esa actitud depredadora sea fruto de la estricta segregaci¨®n de sexos que impone la moral oficial. Sin embargo, las autoridades han comprendido la necesidad de flexibilizar las draconianas normas sociales. Hace pocos meses el rey Abdal¨¢ sustituy¨® al jefe de la polic¨ªa religiosa por un cl¨¦rigo m¨¢s moderado, lo que sin duda ha contribuido al t¨ªmido paso anunciado ahora. De momento, habr¨¢ que esperar para ver c¨®mo cambia el paisaje humano de los centros comerciales una vez que la medida se haga efectiva.