El vertido de la ¡®Deepwater Horizon¡¯ da?¨® los corales del golfo de M¨¦xico

Seis meses despu¨¦s del accidente, en abril de 2010, de la plataforma petrol¨ªfera Deepwater Horizon, que gener¨® un vertido masivo de crudo en el Golfo De M¨¦xico, un grupo de cient¨ªficos de varias instituciones estadounidenses realizaron una campa?a oceanogr¨¢fica para investigar los efectos del desastre en la vida marina de la regi¨®n. Se centraron en las comunidades de las aguas profundas, especies que viven a 1.300 metros de la superficie, como las colonias coralinas. Gracias a robots submarinos pudieron explorar una zona relativamente ¨¢mplia.

En las colonias situadas a unos 20 kil¨®metros de la plataforma, los corales no mostraban da?os, pero en los que estaban a unos 11 kil¨®metros estaban cubiertos de una sustancia marr¨®n y se apreciaban da?os en los tejidos. En la primera campa?a, en octubre de 2010, los cient¨ªficos no pudieron asociar claramente el origen de dicha sustancia densa con el vertido de la Deepwater Horizon, pero en una expedici¨®n posterior, en diciembre de ese mismo a?o, hicieron an¨¢lisis en los corales e identificaron la firma del crudo vertido en el accidente. Helen White (Haverford College, Pensilvania) y sus colegas presentan los resultados de estas investigaciones en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias (EE UU).

¡°Las comunidades biol¨®gicas en las profundidades del golfo de M¨¦xico est¨¢n separadas de la actividad humana en la superficie por m¨¢s de un kil¨®metro de agua y no esper¨¢bamos que los corales de profundidad estuvieran afectadas por el t¨ªpico vertido de crudo¡±, explica White en un comunicado de la Fundaci¨®n Nacional de la Ciencia (NSF) estadounidense. ¡°Pero, dada la naturaleza sin precedentes de aquel vertido, sus efectos tienen mayor alcance que los peque?os que se producen en la superficie¡±.

La investigaci¨®n, integrada en un proyecto de la Agencia Nacional del Oc¨¦ano y la Atm¨®sfera (NOAA) y de la Oficina de Gesti¨®n de Energ¨ªa Oce¨¢nica, utiliz¨® el submarino operado por control remoto Jason II, con el que se realizaron inspecciones en nueve lugares a distancias superiores a 20 kil¨®metros de la plataforma accidentada y en puntos m¨¢s cercanos a la misma. Los cient¨ªficos encontraron comunidades da?adas a 11 kil¨®metros del vertido, en direcci¨®n suroeste. ¡°En cuanto el submarino se acerc¨® a la comunidad de corales suficientemente como para tener una buena visi¨®n, result¨® obvio que algo estaba mal: era todo demasiado blanco y marr¨®n, y los corales y las estrellas de mar no mostraban la suficiente coloraci¨®n¡±, explica Charles Fischer (Universidad Penn State).

En diciembre de 2010, los cient¨ªficos hicieron otra expedici¨®n en la zona utilizando el veh¨ªculo submarino aut¨®nomo Sentry, para cartografiar y fotografiar el fondo marino, as¨ª como el Alvin, con capacidad en el descenso para el piloto y dos cient¨ªficos. Adem¨¢s, con este submarino pudieron tomar muestras de los corales y los sedimentos.

Dado que el crudo puede manar de las grietas del fondo marino en la regi¨®n, era dif¨ªcil determinar la fuente del petr¨®leo en las muestras coralinas. Pero gracias a la t¨¦cnica denominada cromatograf¨ªa de gases, que separa los compuestos del petr¨®leo por su peso molecular, los cient¨ªficos han logrado identificar la huella del crudo de la Deepwater Horizon.