Sanidad dejar¨¢ sin tarjeta a 150.000 inmigrantes no comunitarios en dos a?os

Las medidas anunciadas por el Gobierno dejar¨¢n sin tarjeta sanitaria a unos 150.000 extranjeros no comunitarios en situaci¨®n irregular en un plazo m¨¢ximo de dos a?os, seg¨²n los c¨¢lculos de este diario. Ello supondr¨ªa un ahorro aproximado de 240 millones, en lugar de los 500 previstos inicialmente por el Ejecutivo, si tomamos como base el gasto medio de un ciudadano espa?ol en servicios sanitarios.

Seg¨²n un borrador del decreto al que ha tenido acceso este diario, la residencia no ser¨¢ la ¨²nica condici¨®n para poder acceder a la tarjeta que da acceso a las consultas de primaria. Habr¨¢ que estar asegurado. Y esto, de manera general, implica darse de alta en la Seguridad Social.

El Gobierno exigir¨¢ que est¨¦n dados de alta en la Seguridad Social

Como los extranjeros tienen que renovar esta documentaci¨®n cada dos a?os, bastar¨¢ con endurecer los requisitos para dejarlos fuera, sin necesidad de tomar otro tipo de medidas m¨¢s dr¨¢sticas, como identificarlos antes y anular su tarjeta.

El c¨¢lculo del n¨²mero de afectados por la medida se basa en el cruce de datos entre el padr¨®n y el Registro Central de Extranjeros. El primero, que es el que hasta ahora daba acceso a la tarjeta sanitaria, incluye a 459.946 personas m¨¢s que el segundo. Pero de ellos, la mayor¨ªa (306.477) son residentes de la UE, por lo que no tienen obligaci¨®n de inscribirse en el registro, como confirman fuentes gubernamentales. Eliminados estos de la lista de extranjeros en situaci¨®n irregular, 153.469 personas cumplen actualmente las condiciones para tener tarjeta sanitaria.

El siguiente paso es calcular lo que gastan estas personas. Si se les aplican los 1.600 euros por persona que cuesta al a?o cada espa?ol en sanidad, salen los 240 millones de euros. Como mucho.

Y hay que destacar ese ¡°como mucho¡±, ya que el c¨¢lculo se ha hecho tomando las condiciones m¨¢s favorables a la tesis del Gobierno. Como dice un experto que lleva 25 a?os trabajando en prestar atenci¨®n a inmigrantes y que quiere mantener el anonimato, en esa cifra est¨¢n incluidos los menores (aproximadamente el 15%), y se supone que estos no van a verse afectados por la medida. Tampoco quedar¨¢n sin atenci¨®n las mujeres que se queden embarazadas.

La otra gran generalizaci¨®n de este c¨¢lculo es que se ha supuesto que el gasto medio de un extranjero es igual al de un espa?ol. Y todos los estudios indican que eso no es as¨ª. ¡°No hay hiperfrecuentaci¨®n de los inmigrantes ni hacen mal uso¡±, afirma Josep Basora, presidente de la Sociedad Espa?ola de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc).

Uno de los ¨²ltimos trabajos en este sentido es el que ha hecho con datos de 2009 ?ngel Alberquilla, t¨¦cnico de Salud P¨²blica de la Comunidad de Madrid. El estudio, centrado en el ¨¢rea 11 de la capital, que abarca una zona de casi 900.000 habitantes donde el 20% es inmigrante, es demoledor. Todas las partidas estudiadas: consumo de medicamentos, visitas a consulta y hospitalizaciones indican que los extranjeros consumen menos.

Por ejemplo, en el consumo de farmacia, la media est¨¢ en 381 euros por persona y a?o. Pero la proporci¨®n entre aut¨®ctonos y extranjeros es casi de uno a cinco: 96,5 euros para los inmigrantes y 446,4 euros para los nacionales.

Los extranjeros consumen menos f¨¢rmacos y visitan
menos al m¨¦dico

Algo parecido ocurre con la llamada ¡°carga de enfermedad¡±, una variable que mide la frecuentaci¨®n general al sistema sanitario y el n¨²mero de episodios por paciente: los espa?oles tienen una media de 7,65, y los extranjeros de 5,05.

La frecuentaci¨®n hospitalaria por 100 habitantes est¨¢ en la misma l¨ªnea (8 para los espa?oles, 5,8 para los extranjeros). Pero es que incluso en los ingresados, los extranjeros gastan menos: 4.710,41 euros de los originarios de pa¨ªses pobres por 6.759,94 de los espa?oles.

Ni siquiera usan m¨¢s las urgencias: el n¨²mero de visitas a este servicio corresponde con el 40,6% de la poblaci¨®n inmigrante frente al 44,6% de la nacional (eso no quiere decir que vaya el 40%, porque alguno va m¨¢s de una vez al a?o).

Solo hay un caso en que es cierto que hay, proporcionalmente, m¨¢s extranjeras que espa?olas: en las unidades de maternidad.

Para el experto anteriormente mencionado, la explicaci¨®n de estos datos es ¡°obvia, aunque hay que repetirla¡±: los inmigrantes son, en general, m¨¢s j¨®venes, los fuertes de cada casa, que son los que emigran para poder enviar ayuda a sus familias en los pa¨ªses de origen.

Quiz¨¢ el caso m¨¢s extremo de ello sea el de los subsaharianos. Antonio D¨ªaz de Freijo, presidente de la ONG Karibu, especializada en esta poblaci¨®n, narra que tardan, de media, tres a?os en llegar a Espa?a. ¡°Tienen que cruzar el desierto y el mar. Llegan los m¨¢s sanos¡±, dice D¨ªaz de Freijo. Eso s¨ª, muchos, cuando llegan, van directos al hospital. Pero es porque han agotado sus fuerzas por el camino, en la patera.

En cualquier caso, D¨ªaz de Freijo insiste en que ¡°no se puede confundir turismo sanitario con inmigraci¨®n¡±. Los datos de los informes estudiados lo demuestran. Son los extranjeros que vienen de pa¨ªses ricos, muchos de ellos jubilados, los que tienen un consumo m¨¢s aproximado al de los espa?oles.