La ciencia es historia y cultura
El Museo Nacional de Ciencia y Tecnolog¨ªa se inaugura en A Coru?a, 32 a?os despu¨¦s de su creaci¨®n, con piezas hist¨®ricas, curiosas y emblem¨¢ticas
![Gu¨ªa rob¨®tico en el Museo Nacional de Ciencia y Tecnolog¨ªa.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/GUCUUIGKKWKDQTGDH3SXY2GYKE.jpg?auth=aef8f2206903c25dc83f1c20e39c782fd66a505d71766d2f8461a48466644264&width=414)
No hay muchos edificios no industriales en los que quepa la parte frontal de un avi¨®n Boeing 747, el famoso jumbo cuya cabina de dos pisos forma ya parte de la historia de la aeron¨¢utica, pero la nueva sede del Museo Nacional de Ciencia y Tecnolog¨ªa (Muncyt) es uno de ellos. En A Coru?a se inaugurar¨¢ el pr¨®ximo viernes este edificio singular: un prisma transparente que alberga siete salas de exposiciones, a cual m¨¢s sorprendente. Junto al enorme trozo del jumbo Lope de Vega, instalado en la sala Iberia y que se puede visitar por dentro, se muestran, en la sala May¨²sculas, piezas relevantes por sus dimensiones e importancia hist¨®rica, como el primer acelerador de part¨ªculas que se construy¨® en Espa?a, del a?o 1957, la antigua linterna del siglo XIX del cercano faro de H¨¦rcules o un alambique del siglo XVIII.
Sin embargo, no todo es grande y espectacular en esta nueva sede principal del museo que, aunque creado en 1980, hasta ahora no dispon¨ªa de instalaciones adecuadas para cumplir su funci¨®n de contribuir a la educaci¨®n cient¨ªfica y tecnol¨®gica de la sociedad, con especial ¨¦nfasis en la puesta en valor del patrimonio hist¨®rico. Los trece de la fama es una c¨¢mara que alberga precisamente piezas originales importantes en la historia de la ciencia, seleccionadas para esta primera fase y que ser¨¢n sustituidas peri¨®dicamente por otras de la amplia colecci¨®n del Muncyt, de m¨¢s de 15.000 piezas. El reloj de sol Copa de Ajaz, de 1563, es la m¨¢s antigua de las mostradas ahora, y un fon¨®grafo tin-foil de 1878 la m¨¢s reciente.
La parte frontal de un enorme avi¨®n ¡®jumbo¡¯ se puede visitar en una sala
¡°Por fin encajan todas las piezas¡± es la frase con la que saluda el museo su nueva sede, 32 a?os despu¨¦s de su creaci¨®n y con los condicionantes propios de la actual situaci¨®n de crisis. Su director, Ram¨®n N¨²?ez, est¨¢ seguro de que en esta fase el museo, que adem¨¢s es el ¨²nico nacional con sede en Galicia, ser¨¢ un elemento dinamizador de la conservaci¨®n y puesta de valor del patrimonio cient¨ªfico y tecnol¨®gico espa?ol. ¡°Espero que sirva para desencadenar la sensibilidad de la poblaci¨®n, para avanzar en la protecci¨®n del patrimonio, a trav¨¦s de donaciones y tambi¨¦n de la colaboraci¨®n con otras Administraciones¡±, dice.
Con un plan muse¨ªstico que quiere sobrepasar la visi¨®n tradicional del museo como exposici¨®n est¨¢tica, el nuevo espacio pretende estimular la curiosidad y el inter¨¦s de los visitantes de cualquier edad. Por eso, una serie de espacios a la entrada introduce la visita. Dos gu¨ªas rob¨®ticos muy conseguidos explican, en Ex C¨¢tedra, el muestrario de piezas de laboratorio de f¨ªsica y qu¨ªmica, la secci¨®n Tecnodiversidad hace reflexionar sobre los m¨²ltiples dise?os del martillo adaptados a diferentes usos, Patentes para hoy descubre la tecnolog¨ªa que encierra lo cotidiano, e incluso una secci¨®n est¨¢ dedicada a otros museos, ahora el de Historia de la Automoci¨®n de Salamanca, con la exposici¨®n de un Citroen 5CV de 1922. No falta un espacio para que los m¨¢s j¨®venes cacharreen desmontando peque?as m¨¢quinas y aparatos electrodom¨¦sticos.
Especialmente llamativa, por desconocida y por la belleza de las piezas expuestas, es la colecci¨®n de tubos de vac¨ªo dise?ados por el emprendedor espa?ol M¨®nico S¨¢nchez en la primera mitad del siglo XX en su f¨¢brica de Piedrabuena (Ciudad Real). Tras una estancia en Estados Unidos, S¨¢nchez estableci¨® una empresa de aparatos el¨¦ctricos en su pueblo natal y es recordado sobre todo por un aparato port¨¢til de rayos X por el que fue condecorado por el Gobierno franc¨¦s durante la I Guerra Mundial. Esta muestra es una de las que responden a otro objetivo b¨¢sico del museo: ser un escaparate de la ciencia espa?ola.
![Detalle de un tubo de vac¨ªo de la colecci¨®n del Museo Nacional de Ciencia y Tecnolog¨ªa.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/JYGKMTWU3FWDKJMNXME3VWRSSA.jpg?auth=9f96f841e47c7cdcc453c1bcd155570c60f8f7cbc548785d515ac065a199f1a6&width=414)
Como exposici¨®n temporal, Qwerty, la evoluci¨®n de una especie tecnol¨®gica, explica c¨®mo ha llegado a los ordenadores actuales este teclado ya universal. Queda por completar una de las salas, dedicada al siglo XX, que albergar¨¢ 100 objetos cotidianos de aquella ¨¦poca (uno por a?o) con los que se identificar¨¢n muchos visitantes. Y, volviendo a la pieza emblem¨¢tica del jumbo, es preciso recordar que pertenece al avi¨®n que, en 1981, traslad¨® a Espa?a el Guernica de Pablo Picasso. Junto a ella se exponen otras piezas de este tipo de avi¨®n, como una turbina, las cajas negras, un GPS y un corte del ala.
El gran espacio, que tiene previsto abrir sus puertas al p¨²blico en general el 1 de junio, complementa los cercanos Museos Cient¨ªficos Coru?eses, singular iniciativa del Ayuntamiento desarrollada a lo largo de 20 a?os igualmente por N¨²?ez. ¡°Este es el ¨²nico que se basa en objetos, en piezas y resulta complementario de los tres interactivos ya existentes¡±, indica su director.
La inauguraci¨®n es el primer paso de un proyecto m¨¢s ambicioso, un museo descentralizado que, adem¨¢s del dinamismo en la nueva sede principal y la antigua en Madrid (que se ha consolidado), quiere contar con otros domicilios que pongan en valor elementos del patrimonio cient¨ªfico y tecnol¨®gico. Ejemplos de posibles sedes son Sestao, escenario del primer alto horno de Vizcaya, que se especializar¨ªa en la metalurgia, y Tarragona, en torno a la industria qu¨ªmica. Se montar¨ªan con apoyo de otras administraciones y el patrocinio de empresas locales.
¡°Donde est¨¦ la sede es anecd¨®tico¡±, a?ade N¨²?ez. ¡°Un museo nacional es un referente sin el cual desaparecer¨ªan testigos de la industria, la medicina, la energ¨ªa, la investigaci¨®n, los transportes, y eso contribuir¨ªa a que el pueblo siguiera sin valorar un elemento principal de la cultura¡±.
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