Indefinici¨®n homosexual
El matrimonio gay, amenazado en Espa?a, se abre paso en Estados Unidos
Las mujeres se han convertido en un importante gancho electoral. Fue el electorado femenino, seg¨²n distintos an¨¢lisis, el que marc¨® la gran diferencia entre el PP de Mariano Rajoy y el PSOE de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero en las dos victorias electorales de este ¨²ltimo. De la misma manera, Barack Obama cuenta con mayor apoyo femenino que sus contrincantes republicanos. Seg¨²n la ¨²ltima encuesta del Washington Post/ABC, dada a conocer el mes pasado, la diferencia entre el electorado femenino es de 19 puntos a favor del actual presidente de Estados Unidos con respecto a su rival republicano Mitt Romney.
Esa es una de las razones por las cuales este lunes pasado el primer presidente negro del pa¨ªs visit¨® el Barnard College de Nueva York, una instituci¨®n femenina de la Universidad de Columbia, donde exhort¨® a las 600 graduadas a seguir luchando por la igualdad.
Sin embargo, Barack Obama no ha sido esta semana noticia por su respaldo a las reivindicaciones femeninas, sino por haber expresado su opini¨®n favorable a los matrimonios homosexuales, lo que es un hito hist¨®rico porque ning¨²n inquilino en activo de la Casa Blanca lo hab¨ªa hecho hasta ahora. La gran diferencia con la causa de las mujeres es que esta es mucho menos incierta en t¨¦rminos electorales. De hecho, mientras algunos analistas sostienen que Obama se ha movido por mero c¨¢lculo electoral, otros no descartan que le pase factura en las presidenciales de noviembre. Los j¨®venes y las mujeres, dos inmensos colectivos que le auparon al poder ver¨ªan con buenos ojos la evoluci¨®n progresista del presidente. En cambio, sus electores cat¨®licos, por ejemplo, podr¨ªan penalizarle por ello.
Sea como fuere, la suerte est¨¢ echada y Barack Obama ha marcado distancias con su rival Mitt Romney, que est¨¢ atravesando un dificultoso mes de mayo por culpa, justamente, de su homofobia. A principio de mes se supo que el candidato prescindi¨® de su portavoz Richard Grenell por ser homosexual declarado. Poco despu¨¦s, The Washington Post public¨® que en su juventud Romney hab¨ªa participado en el hostigamiento de un compa?ero gay, un incidente por el que ha pedido excusas achacando el incidente a las tonter¨ªas propias de la edad.
Se me antoja que es justamente la reacci¨®n de Romney lo que confirma que en la primera potencia mundial se abre paso la igualdad de derechos de los homosexuales. Aunque est¨¢ lejos de ser una realidad ¡ª30 Estados lo proh¨ªben expresamente¡ª, entre el 50% y el 56% de los ciudadanos est¨¢ a favor del matrimonio homosexual, lo que acerca a este pa¨ªs a la sensibilidad europea al respecto. Aqu¨ª est¨¢ legalizado en Holanda, Suecia, B¨¦lgica, Noruega, Portugal e Islandia. Espa?a fue pionera. En 2005 y con dos tercios de la poblaci¨®n a favor, no solo legaliz¨® el matrimonio gay sino que lo igual¨® en derechos, incluido el de la filiaci¨®n.
El debate en Estados Unidos ha coincidido con el D¨ªa Mundial contra la Homofobia, que se celebraba el jueves, lo que ha movilizado al colectivo gay espa?ol, inquieto por la amenaza que pende sobre su futuro. El Partido Popular, en cuyo seno no hay posici¨®n un¨¢nime, mantiene tercamente su recurso ante el Tribunal Constitucional contra la legalizaci¨®n del matrimonio homosexual. Algunos se apresuran a casarse. Otros ya lo hicieron y temen por la p¨¦rdida de derechos.
Es una situaci¨®n intolerable que el Constitucional est¨¢ provocando con su escandaloso retraso en tomar una decisi¨®n. Es una indefinici¨®n que ya est¨¢ perjudicando a este colectivo; un da?o gratuito que el Gobierno podr¨ªa evitar retirando el recurso visto, adem¨¢s, que el matrimonio gay no es una amenaza para nadie y menos para la familia tradicional que la Iglesia cat¨®lica y el PP dicen defender. Rajoy deber¨ªa saber ya que intentar evitar cualquier riesgo electoral dejando en manos de los jueces una decisi¨®n de tanto calado social es una chapuza demasiado evidente que no pasa desapercibida.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.