Esta s¨ª es su reforma, y es ideol¨®gica
Si se tratase apenas de una batalla por la carga del trabajo del profesorado estar¨ªan dados todos los motivos para permanecer al margen. Tras a?os de una estrategia corporativa sindical que he resumido en la consigna de obtener m¨¢s por menos, llega la derecha y decide que hay que hacer m¨¢s con menos, lo cual podr¨ªa hasta llegar a producir cierto reequilibrio justo y eficaz a corto plazo y abrir la perspectiva de un nuevo pacto entre profesorado y sociedad bajo la ¨²nica m¨¢xima que siempre debi¨® presidirlo: m¨¢s por m¨¢s, mejores condiciones laborales y salariales a cambio de m¨¢s y mejor trabajo (el que muchos ya hacen) para una educaci¨®n con m¨¢s calidad y equidad.
Pero, en vez de eso, lo que el Gobierno est¨¢ haciendo es imponer su programa m¨¢s ideol¨®gico aprovechando la conmoci¨®n de la crisis econ¨®mica. Ante todo se trata de renunciar a cualquier pol¨ªtica de igualdad y equidad y, de paso, satisfacer a lo m¨¢s rancio de sus aliados y su base electoral.
Suprimir el apoyo a la escolarizaci¨®n de 0 a 3 a?os cuando sabemos cada vez mejor que son los decisivos para el desarrollo intelectual golpear¨¢ precisamente a quienes nacen en un contexto familiar m¨¢s desaventajado y solo a ellos.
Acortar la Educaci¨®n Secundaria Obligatoria (ESO) adelantando un a?o para todos la bifurcaci¨®n entre bachillerato y formaci¨®n profesional, al tiempo que se suprimen o se dejan caer los programas y recursos compensatorios en el tronco com¨²n, es hacer que esa opci¨®n se acerque m¨¢s a ser un calco de las desigualdades de origen y que resulte m¨¢s irreversible. Disparan as¨ª contra su bestia negra, la comprehensividad -la suma de las reformas estructurales de 1970 y 1990- que, digan lo que digan, caracteriza a los sistemas m¨¢s efectivos y a las sociedades m¨¢s cohesionadas de nuestro entorno, y lo acompa?an con el delirio del bachillerato de (seudo)excelencia y una idea quim¨¦rica de formaci¨®n dual. Combinar la subida de tasas con la reducci¨®n de becas y la ausencia de pr¨¦stamos blandos significa cerrar el paso a la educaci¨®n superior a amplios sectores que no pueden -y menos ahora- asumir sus costes directos e indirectos.
En suma, una agresiva pol¨ªtica de derechas adobada, adem¨¢s, con insultos a la decencia y la inteligencia como la reforma de la Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa. Por eso hab¨ªa que hacerse o¨ªr el 22-M y mucho me temo que habr¨¢ que volver a hacerlo una y otra vez a lo largo de esta legislatura. Eso s¨ª: que no sea para defender un estado estacionario que no lo merec¨ªa.
Mariano Fern¨¢ndez Enguita es catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa en la Universidad Complutense.
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