El genoma del bonobo ayuda a buscar los genes de su comportamiento social
A diferencia de los agresivos chimpanc¨¦s, estos primates son pac¨ªficos, juguetones y sexualmente muy activos
Se llama Ulindi, es una hembra de bonobo, est¨¢ en el zool¨®gico de Leipzig (Alemania) y ha entrado en la historia de la ciencia. El suyo es el primer genoma de la especie que se ha secuenciado, es decir, se han escrito las letras qu¨ªmicas que lo forman. Tras el chimpanc¨¦, el orangut¨¢n y el gorila, el bonobo es el ¨²ltimo de los grandes simios del que los cient¨ªficos secuencian el genoma y con esta informaci¨®n, explican, pueden hacer comparaciones entre especies en busca de rasgos gen¨¦ticos que puedan ayudar a explicar sus caracter¨ªsticas, sobre todo entre bonobos y champanc¨¦s, tan pr¨®ximos gen¨¦ticamente y tan diferentes en sus interacciones sociales. Los chimpanc¨¦s son agresivos y los bonobos son m¨¢s bien pac¨ªficos, juguetones y sexualmente muy activos. Los humanos tienen rasgos de los unos y de los otros, seguramente tambi¨¦n en los genes
¡°Dos simios africanos son los parientes m¨¢s cercanos del hombre. El chimpanc¨¦ (Pan troglodytes) y el bonobo (Pan paniscus). Aunque son similares en muchos aspectos, bonobos y chimpanc¨¦s difieren notablemente en sus comportamientos sociales y sexuales¡±, escriben Kay Pr¨¹fer (Instituto Max Planck de Antropolog¨ªa Evolutiva, Alemania) y sus colegas en la revista Nature. Han hecho el trabajo cient¨ªficos de m¨¢s de veinte laboratorios de ocho pa¨ªses, coordinados por Pr¨¹fer y por el prestigioso genetista Svante Paabo.
Los chimpanc¨¦s machos son agresivos, pelean por el rango dominante y por acceder sexualmente a las hembras, y se asocian para guerrear entre grupos. Los machos bonobos, por el contrario, suelen estar subordinados a las hembras y no compiten excesivamente por el rango y, que se sepa, no se producen agresiones letales entre grupos. En comparaci¨®n con los chimpanc¨¦s, los bononos son juguetones y tienen una intensa vida sexual, a menudo entre individuos del mismo sexo, describen estos cient¨ªficos, que han secuenciado su genoma.
Los chimpanc¨¦s, animales de un metro o 1,20 de altura y hasta 60 kilos de peso, est¨¢n muy extendidos en toda ?frica ecuatorial, mientras que los bonobos, de hasta 90 cent¨ªmetros de altura y 40 kilos s¨®lo viven al sur del r¨ªo Congo. Los investigadores sospechan que esta frontera fluvial podr¨ªa ser el origen de la separaci¨®n evolutiva de ambas especies, que habr¨ªa comenzado hace un par de millones de a?os. Con los nuevos datos del genoma, la divergencia gen¨¦tica completa entre bonobos y chimpanc¨¦s se habr¨ªa producido hace un mill¨®n de a?os, explica Tom¨¤s Marqu¨¨s i Bonet, investigador del Instituto de Biolog¨ªa Evolutiva (Universidad Pompeu Fabra ¨C CSIC) y uno de los expertos que han participado en la secuenciaci¨®n y an¨¢lisis del genoma del bonobo. En cuanto a los ancestros humanos y esos otros dos primates, la separaci¨®n comenzar¨ªa hace entre cinco y siete millones de a?os y hace 4,5 millones ya era completa.
Humanos, chimpanc¨¦s y bononos tienen unos 25.000 genes y los primeros comparten con los otros dos casi el 99% del genoma, mientras que estos tienen en com¨²n el 99,6%.
¡°Los caracteres complejos, como el comportamiento, se deben a una mezcla de factores gen¨¦ticos y factores del entorno; lo que est¨¢ en debate es el porcentaje de uno y de otro, pero, desde luego hay genes que predisponen a unos rasgos de comportamiento¡±, comenta M¨¤rques. ¡°Debe haber unos genes que predisponen al chimpanc¨¦ a ser agresivo y genes que predisponen al bonobo a ser m¨¢s pac¨ªfico, y nuestro trabajo proporciona el genoma completo de este ¨²ltimo; pero tambi¨¦n hemos hecho ya an¨¢lisis e identificamos zonas de ese genoma que son candidatas a contener genes que pueden explicar las diferencias de comportamiento¡±. Esas zonas acotadas suponen un porcentaje m¨ªnimo de los genomas y lo curioso es que en ellas hay similitudes entre humanos y bonobos (ausentes en chimpanc¨¦s) y similitudes entre humanos en chimpanc¨¦s (ausentes en los bonobos). Ah¨ª puede estar el componente gen¨¦tico de esos comportamientos comunes y diferentes entre unos y otros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.