El mundo en las manos
Gennet Corcuera es la primera titulada universitaria sordociega de Espa?a
¡°?C¨®mo son?¡±, es lo primero que pregunta Gennet Corcuera a Almudena Espinosa. ¡°?l no tiene pelo y lleva perilla, ella lo tiene largo y pelirrojo¡±, le contesta. ¡°Entonces a ¨¦l le llamaremos 'calvo¡±, pasa la mano por encima de la cabeza. ¡°Y a ella 'roja¡±, toca sus labios repetidas veces con su ¨ªndice. Toda la conversaci¨®n se produce en una combinaci¨®n de lenguaje dactilol¨®gico ¡ªabecedario en la palma de la mano¡ª y el de signos de sordos. Almudena traduce el di¨¢logo. Ella es su mediadora. En la pr¨¢ctica, es la voz, los ojos y los o¨ªdos de Gennet, que no ve ni oye.
As¨ª, mano sobre mano para entenderse ¡ªGennet necesita sentir qu¨¦ movimientos, que son palabras, hace su interlocutor¡ª, han ido juntas los ¨²ltimos seis a?os a clase. Almudena le ha traducido las explicaciones de los profesores. Gracias a eso, y muchas horas de estudio ¡ª¡°dos o tres todas las tardes¡±, dice¡ª, Gennet, de 31 a?os, es la primera titulada universitaria sordociega de Espa?a, seg¨²n la Organizaci¨®n Nacional de Ciegos (ONCE). A mediados de junio recibi¨® su diploma en Educaci¨®n Especial por la universidad privada Don Bosco (adscrita a la Complutense). Ambas le quitan importancia al logro. ¡°El m¨¦rito es todo suyo, yo soy solo una herramienta¡±, dice la mediadora. ¡°No soy la primera, otros tienen carreras, pero no eran de mi tipolog¨ªa: sordociegos totales cong¨¦nitos¡±, puntualiza.
Al final, reconoce su esfuerzo: ¡°Ha sido un ¨¦xito¡±. La principal dificultad ha sido el tiempo. ¡°He tenido mucha paciencia. Deb¨ªa estar al nivel de mis compa?eros, pero mi ritmo es m¨¢s lento. Aun as¨ª no he abandonado¡±. Gennet se ha matriculado cada a?o de la mitad de asignaturas de cada curso. ¡°Para asegurarme que pod¨ªa aprobarlas¡±, explica. Por eso ha empleado seis a?os en terminar unos estudios de tres. Eso no importa, ha cumplido su objetivo: ¡°Ampliar el curr¨ªculo para poder conseguir un trabajo¡±.
"He tenido mucha paciencia, mi ritmo es m¨¢s lento pero no he abandonado"
Gennet tiene adem¨¢s otras cualidades. Aunque no habla ¡ªporque no oye ni puede aprender visualmente a hacerlo¡ª Gennet maneja varios idiomas: el de signos apoyado para conversar, el Braille para leer y el alfabeto normal para escribir en el teclado de su ordenador. Sobre sus hombros su mochila siempre va llena con todos los aparatos que necesita para comunicarse: un port¨¢til, un m¨®vil, una l¨ªnea Braille que le lee todo lo que aparece en la pantalla de ambos aparatos y una tablilla con el alfabeto en relieve por si necesita decir algo y no va acompa?ada de un mediador. Busca las letras con los dedos y se?ala ¡°h-o-l-a¡± para ense?ar c¨®mo funciona. A su izquierda normalmente est¨¢ Almudena.
Todo lo que sabe lo ha aprendido desde los siete a?os, cuando sus padres adoptivos la trajeron a Espa?a. Hasta entonces viv¨ªa en un orfanato en Etiop¨ªa, donde fue abandonada con dos a?os. ¡°Desaparecieron¡±, se refiere as¨ª al asunto. La bibliotecaria de la escuela de la ONCE, donde le ense?aron a comunicarse y curs¨® los a?os de colegio, recuerda los primeros d¨ªas de Gennet all¨ª, cuando la peque?a solo emit¨ªa sonidos con la garganta. Poco a poco aprendi¨® las palabras relacion¨¢ndolas con los objetos que tocaba. Pero, ?c¨®mo comprendi¨® conceptos abstractos como la alegr¨ªa o la tristeza? ¡°No lo s¨¦. Recuerdo que cuando me daban un juguete que me gustaba el profesor me asociaba esa sensaci¨®n con la alegr¨ªa¡±, cuenta.
Tampoco hay un objeto palpable para entender qu¨¦ es un amanecer. ¡°Siento cuando hay luz y s¨¦ que es de d¨ªa, no s¨¦ c¨®mo explicarlo¡±, dice. Aun as¨ª, duerme con un despertador que vibra bajo la almohada, cuyo movimiento le indica que es hora de levantarse. A partir de ese momento desayuna en el comedor de la residencia en la que vive en el centro de Madrid, despu¨¦s se ducha y viste para bajar a la calle, donde la espera Almudena para acompa?arla donde sea. Durante el curso han ido a la universidad, ahora en verano van a clases de inform¨¢tica. Cuando regresa estudia, lava y plancha su ropa¡ Todo eso, lo hace sola. Lo que requiere mucho orden, memoria y puntualidad. Pero ahora, acabada la carrera, quiere m¨¢s independencia.
Ahora Gennet quiere encontrar trabajo e independizarse
¡°S¨¦ que con la crisis es dif¨ªcil encontrar trabajo, y creo que por mi discapacidad voy a tener m¨¢s dificultades. Las personas normales pueden buscar m¨¢s diversidad de empleos¡±, dice. A ella le gustar¨ªa trabajar con ni?os especiales. ¡°No s¨¦ si lo voy a conseguir. Primero tendr¨¦ que pasar entrevistas en empresas¡±, contin¨²a. Cuando lo consiga, planea ahorrar y comprarse una vivienda. ¡°Me gustar¨ªa probar a vivir sola, sola, sola. No quiero tener que depender siempre de una persona¡±, confiesa. Para eso dice que debe ¡°asumir el control de una casa¡±. Como primer paso est¨¢ aprendiendo a cocinar. ¡°Me gusta mucho el pollo con ajo y cebolla¡±, revela. Pero el plato del que m¨¢s alardea es el bizcocho que hizo hace poco. ¡°Estaba muy rico. Cuando tengas casa me tienes que invitar a comer¡±, le pide Almudena.
Gennet desea ¡°m¨¢s libertad¡±. Agradece toda la ayuda con la que cuenta: sus padres le pagan la residencia, la ONCE la mediadora y la formaci¨®n en nuevas tecnolog¨ªas adaptadas a su discapacidad. ¡°Tengo necesidades espec¨ªficas y necesito m¨¢s recursos¡±, reconoce. Pero el apoyo recibido, aunque imprescindible y de agradecer, tiene otra lectura, seg¨²n ella: ¡°A veces se me ha querido proteger demasiado, me hubiera gustado hacer m¨¢s cosas¡±. ¡°?No has hecho lo que has querido?¡±, le interrumpe Almudena. Gennet se rinde y admite que s¨ª. Sale con amigos, ha estudiado lo que ha elegido, viaja¡ ¡°Pero quer¨ªa m¨¢s¡±, apostilla.
Ha estado en Alemania, Portugal, Francia, Italia, Miami, Venezuela y ha vuelto dos veces a Etiop¨ªa, su pa¨ªs natal. ¡°Me gusta ver culturas nuevas¡±, aclara. Viaja con amigos o la familia, quienes le describen c¨®mo son las ciudades. Su pa¨ªs preferido: ¡°Alemania. Es m¨¢s limpio y las calles espaciosas¡±. Su mayor ventana al mundo, sin embargo, es Internet. ¡°Me interesa estar conectada¡±. En la Red chatea, env¨ªa y recibe correos y lee. ¡°S¨¦ que Espa?a juega la final de la Eurocopa¡±, pone de ejemplo. ¡°Y la ola de calor que estamos sufriendo me tiene muy preocupada¡±, a?ade. Tambi¨¦n ve pel¨ªculas. ¡°La mediadora me describe las escenas y me reproduce los di¨¢logos¡±, explica. As¨ª vio El milagro de Ana Sullivan, que trata sobre la vida de la maestra de Hellen Keller, una activista sordociega nacida en 1880 en Alabama. Un referente para Gennet. ¡°He le¨ªdo mucho sobre ella¡±.
Pero no todo es estudiar y leer en la vida de Gennet. Le gusta mucho salir de compras. ¡°Es muy coqueta. Le gustan las camisetas cachondas¡±, desvela Almudena, que le traduce a la aludida lo que est¨¢ diciendo de ella. La joven r¨ªe sonoramente al percatarse de que su aspecto f¨ªsico es centro de la conversaci¨®n. Le gustan las faldas e ir conjuntada. No tiene el concepto del color, pero sabe cu¨¢les pegan. ¡°Me lo dicen¡±, apunta. Por la forma y textura de las prendas ¡ª¡°est¨¢n perfectamente ordenadas en mi armario¡±¡ª recuerda de qu¨¦ color son y las combina adecuadamente. ¡°Hoy llevo una falda negra con flores y una camiseta blanca¡±, demuestra.
Otros ven las ciudades por ella, le indican con qu¨¦ ropa est¨¢ guapa, le reproducen los di¨¢logos de las pel¨ªculas... la confianza en los dem¨¢s es fundamental. ¡°Tambi¨¦n me he encontrado con gente mala que no ha querido contactar conmigo, pero hay que respetarlas¡±. Gennet no le da importancia. ¡°Soy cari?osa y tranquila. Mi relaci¨®n normalmente es buena con todos. Aunque tambi¨¦n me enfado¡±.
De vuelta a su residencia en taxi, se preocupa por c¨®mo ha hecho la entrevista. ¡°Muy bien¡±, responde Almudena. El conductor que ve la conversaci¨®n pregunta: ¡°?Qu¨¦ le pasa?¡±. Un segundo acompa?ante de Gennet, en el asiento del copiloto, responde: ¡°Es sorda y ciega, ?se lo puede usted imaginar? Pues se ha sacado una carrera¡±.
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