Un obispo italiano compara a los endemoniados con el s¨ªndrome de Down

Un obispo y un micr¨®fono constituyen una combinaci¨®n que puede resultar diab¨®lica. Ahora le ha correspondido el turno de meterse en camisa de once varas al prelado Andrea Gemma, experto en exorcismos, durante la retransmisi¨®n de un programa bautizado muy oportunamente Vade retro en TV 2000, el canal de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI). Con su reglamentario crucifijo al cuello, el obispo explica el caso de un muchacho al que tuvieron que tratar unas semanas atr¨¢s: ¡°Un pose¨ªdo que, como consecuencia de su posesi¨®n, se ha convertido, me explico, en algo parecido, me explico, a un Down (¡­) Se ha convertido en un monstruo que ara?aba¡­¡±.

El obispo Gemma se explaya contando el caso de un joven cuya familia hab¨ªa encomendado a un exorcista: ¡°Cuando el demonio ha decidido manifestarse, tambi¨¦n delante de m¨ª, tuvimos que sujetar a este muchacho, que ya era un adolescente, con fuerza, tanto hab¨ªa cambiado en su comportamiento, como si fuera un chico de estos, impedidos, que hacen gestos sin sentido¡­¡±. Las palabras del representante de la Iglesia han disgustado sobremanera a un grupo de 52 padres de j¨®venes con s¨ªndrome de Down. En una carta dirigida al diario La Repubblica, exigen las disculpas del obispo: ¡°Es un prejuicio equivocado, fruto de hablar sin saber, de querer a toda costa juzgar sin tener conocimiento. Exigimos las disculpas del obispo¡±.

?Los padres reconocen que las palabras de Gemma les han provocado amargura. ¡°Nuestros hijos¡±, se quejan, ¡°aun teniendo est¨¢s condiciones gen¨¦ticas que comportan retrasos cognitivos, no son parecidos a los endemoniados. Son muchachos que pueden lograr grandes avances. No es posible calificarlos como personas que no entienden¡±. El problema, a?aden los padres, es que no se trata de un hecho aislado, de las palabras desafortunadas de un obispo insolente, sino de uno m¨¢s de los muchos agravios vertidos desde el clero: ¡°Un representante de la Iglesia no puede o no deber¨ªa permitirse aparecer en televisi¨®n y verter ciertas declaraciones¡±.

?Los padres de los muchachos con s¨ªndrome de Down ofrecen al obispo Gemma la posibilidad de ¡°pasar un poco de su precioso tiempo con chicos con discapacidad intelectual¡± para que los conozca. Sin duda, ser¨ªa una fant¨¢stica oportunidad para exorcizar al exorcista.